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Aquel Imperio del nacimiento del Sol estaba paralizado, en si trataba de entender la pregunta.

-Que

-Bueno, mira ya sabes quitarle la virginidad a rich, esta mal y creo que sería bueno, ya sabes para aserlo salir de la habitación - trato de animar el prusiano, comenzaba a harepentirse de aquel pedido.

-¿Pero que tiene? ¿Por que YO debo aser eso?. Creo que les olvida que Third ODIA que lo toquen, a mi me deja solo darle la mano máximo algún abrazo, no puedo aserle algo así, más sabiendo que su odio, ¿Que tan mal es su castigo?

Un breve silencio quedo la habitación, Weimar cansado de darle vueltas al asunto, suspiro pesadamente.

-Reich es un incubo, es un demonio que se alimente de semen - miro a los presentes unos momentos

-Tranquilo Imperio, si tu no quieres hablaremos con Alemania para buscar a alguien más, así no te sientas incómodo - trato de animar el prusiano

Hubo otro silencio breve, aquel Imperio quedo en silencio mirando su brazo izquierdo unos momentos, agachó su mirar, era horrible, no quería.

-Yo no puedo

-Eso, Imperio no puede miralo - hablo el italiano - Ya vieron, usa esa máscara blanca para cubrir la mitad de su rostro izquierdo que esta destruido por culpa de EU, también no olviden que de ay casi todo el lado izquierdo de su cara asta sus brazo, principalmente la espalda esta quemada, siendo sincero a mi no me gustaría tener algo con alguien tan horrible.

Finalizó el facista, dándose cuenta de lo que dijo, no quería desir aquello, maldijo así mismo por ello odiaba no poder callarse cuando debía, simplemente tampoco podía mentir ou siquiera pensar antes de soltar cada clase de mierda.

Como odiaba su castigo, la sinceridad, no pensar antes de hablar, era horrible.

-Imperio, lo siento, no quise, no puedo callarme, lo siento mucho... - agacho la mirada con vergüenza y tristeza -Si quieres puedo irme

-Tranquilo, no importa, tienes razón soy horrible, además ya estoy acostumbrado a tus comentarios - sonrió brevemente debajo de aquella mandara de porcelana blanca con detalles de su símbolo al lado izquierdo.

El facista suspiro brevemente, no entendía la paciencia que le tenía el japonés, era increíble, aunque bueno, sabía que le iso sentir mal a su amigo, buscaría algo increíble para recompensar lo.

-No quiero que alguien lastime a Reich, además dudo que alguien quiera algo con el, después de todo lo que sucedió. ¿Italia tu?

-No gracias, Reich me tiene más asco que las cucaracha, recuerden también que no me tiene mucha paciencia que soy capaz de desir cada cosa asta por los codos, también que no confía en mi desde la traición.

Aquella famila suspiro, aunque era cierto, ademas, no querian al alemán de esvástica encerado el prusiano ya se sentía sofocado, lo escuchaba muy bien y le dolía mucho, no tenían como ayudarlo.

-Imperio, por favor, te pagaré, te daré lo que quieras, pero al menos aslo para que coma algo, no come desde que se encerró, le tratamos de dar comida pero su habitación tiene un extraño aroma, por eso la cerramos como podíamos - hablo el prusiano, no quería dejarlo así.

-Ya paren, abuelo prusia no insista, Imperio ya decidio - hablo occidental que bajaba de su habitación, estuvo escuchando todo.

-¿OMS no estaba ayudando a eso? - hablo el italiano, según aquella organización debía ayudar a todos los países con los castigos.

-Ese imbécil, viene con que, no encontró nada y además sabes, ay muchos países con sus problemas, así que ese "doctor", esta más ocupado. -explicó Weimar

ᦗ𝕴𝖓𝖈𝖚𝖇𝖔ᦗDonde viven las historias. Descúbrelo ahora