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El joven no sabía cómo el alemán lo convenció, estaba algo enfadado y aburrido, verle la cara a su hermano Rusia era lo peor, más aún con su padre.

No era que odiaba a su padre en si, el personalmente era un buen hombre, incluso aveces siendo más terco que una mula sin cabeza, siempre mostraba a escondidas el Stalin preocupación.

Nadie se sus hermanos era hijo biológico, bueno a "excepción" de Rusia, incluso con el gran parecido, el hombre de parches nunca afirmo ou negó si el mayor era hijo suyo de sangre.

Por ende, siempre odio a su hermano, quedó con más cosas, su padre le dio más cosas.

Escucho la puerta haberse notando al alemán salir de la habitación, este usan un suéter de lana color blanco, el suéter llegaba a subir sus nudillos, además de un pantalón negro halgo grande, pero luego de eso parecía cómodo.

—¿Por que no agarraste los sueters más pequeños?

—Por que no me dio la gana, no me molestes y vamos, voy a burlarme del soviético por su castigo - se inclinó mientras cerraba sus ojos mostrando la luegua, pensando es su gran plan.

—Usted es muy malvado -mostró una breve sonrisa, aguantando reírse por la pose de "maldad" que acabo aciendo el menor

—Bueno, Chernobil vamos

—¿Por que Chernobil?

Ambos comenzaron a caminar a la planta superior, para por fin salir de aquel hogar, junto al alemán, que soltó una breve risa ante la cuestión.

—Tranquilo, no eres el único con un apodo

—¿Como llamas a Armenia?

—Niño fantasma, con URSS era más tranquilo, pero siempre fue alguien silencioso, lo apoderado así porque una noche apareció de la nada de tras de mi casi le tire un plato, gracias a Dios el plato no se rompió en su cara

—Oh, la fue la noche donde, mi padre compro el pastel de chocolate pero dijo para mañana

—No ese fue con Bielorrusia, donde tu padre nos encontró comiendo nos todo el pastel, lo de Armenia fue un día antes del compleaños de Lituania

El ucraniano, soltó un suspiro, no recordaba aquello, aunque bueno, no tenía muchos recuerdos de su infancia, por ende prefería solo a sentir, de todas formas dudaba que el alemán le mienta, su hermana era baste raro en aquellas épocas.

—¿Como llamas a Rusia?

—Dniéper, es el río con más radicación en el mundo, central de Zaporiyia, localizada al sureste de Kiev, recuerdo que hubo un asistente con los restos y lo botaron todo al río, en esa época Rusia tenía un gran problema en la espalda a causa de río contaminado, era asqueroso

—Entonces si lanzo un misil en ese lugar, podría causar un gran problema a Rusia, sería interesante saver que sucedería

—No en la central, sería en el río, además según tengo entendido la central aún está en funcionamiento, pero te recomiendo mejor no aser nada con eso, si no quieres algo en su cara, te recuerdo que Chernobil esta siendo cubierta por ese pelo pero esta presente siendo la mitad de tu rostro

Sonrió burlón, notando la expresión de disgusto, aquel problema no afecta a las antigaa potencias que no permanecen en pie, solo afecta a los países en actual Gobierno.

Por ende el alemán podía andar tranquilo cerca del bicolor, si aún estubiera el Gobierno tendría que mantener cierra distancia, principalmente por precaución.

Siguieron su camino hablando en cualquier tonteria, no podían pasarse chismes, ninguno de los dos salía de casa, tampoco convivían mucho con otros países, por ende preferían comentar cosas de noticias ou simplemente de cualquier otra cosa.

ᦗ𝕴𝖓𝖈𝖚𝖇𝖔ᦗDonde viven las historias. Descúbrelo ahora