Parte 9

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—Un amarre es lo que necesito.

—¿Qué? Debe ser una broma, México sabes que esas cosas son peligrosas y no siempre salen como uno quiere ¿De verdad deseas que Perú no pueda vivir sin ti?

—... No lo sé, quiero que este para mí, que no se fije en otros, que me ame, que me adore cómo yo lo hago-

—Escúchate bien, México, puedo hacerlo pero-Puede que pierdas el interés en él y de ahí él será lastimado.

—¿Y? Que tiene eso de malo, sabes que no es un santo.

—...

—A ti también te hizo daño ¿Verdad?

—Eso quedó en el pasad-

—Aún recuerdas a tu padre... Te cambió por él.

—No menciones eso, quedó en el pasado —pronunció molesta.

—Imperio te cambió por él, su amante, siendo tú su hija ¿No quieres que Perú sufra por eso? —preguntó posando su mano en el hombro de la chica, Japón la apartó de inmediato.

—¿Qué pasa contigo, México? Nunca le desearías el mal a alguien y menos a Perú...

El mexicano pasó saliva, era cierto pero a este punto estaba desesperado, vio como Perú miraba a Kazajistán esa noche, observó con sus propios ojos esa chispa de amor en los orbes de su novio.

Y si no hacía algo perdería a su querido.

Pero ¿Eso justificaba lo que iba a hacer o estaba pidiendo?

—Lo sé...

Japón suspiró con sus ojos cerrados, se levantó y fue a su biblioteca en busca de unas cosas  mientras el tricolor esperaba.

Al bajar con un libro en manos sus rosados ojos se fijaron en la cara angustiada de su "amigo", no apoyaba la iba del amarre y nunca lo haría, lo ayudaría de otra manera.

—Mex, puedo darte consejos para que lo conquistes y... si eso no funciona te ayudaré con el amarre.

—¿De verdad? dijo emocionado.

—S-Sí, pero no le digas a nadie.

—¡Sí! ¡No hay problema!

\.../

Era la hora, sus nervios estaban presentes pero no impedirían su objetivo.

Tocó la habitación del peruano dejando en el suelo una caja de chocolates y una carta pequeña pegada encima del empaque con un sticker de corazón cerrándola.

Como predijo, Perú abrió la puerta pero su carta fue ignorada por este.

—Que rico~ Mmm~ me gustan estos chocolates.

Bueno, aunque sea su novio adoró los dulces.

El segundo plan era escribirle una poesía resaltando los atributos de su novio... no sería difícil escribir sobre eso, Perú siempre le recordaba lo biodiverso y único que era su territorio.

Al acabar deslizó por debajo de la puerta principal su hoja, captando la atención del sudamericano que se encontraba limpiando.

Perú recogió dudoso el papel, dándose cuenta que la poesía no tenía firma.
Al parecer si le había gustado lo escrito, hasta se tomó la molestia de releerlo.

Fue un punto a su favor.

Perú dio una risa tierna al final.

—Buen intento huevón, yo con esto no caigo dijo doblando la hoja para esconderla debajo del sillón —espero que México no la encuentre, el problemón que me hará si lo hace... Ya me tiene hasta el poto con sus celos.

Atentamente escuchaba todo desde la ventana de su sala, se ofendió un poco, él no era celoso.

...

Okey, si lo era pero tenía sus motivos.

—Quién haya escrito esto parece que quiere cachar conmigo, pero- Tengo pareja por desgracia así que NO. Además, si tuviera que engañar a México lo haría con alguien que si valiera la pena, como mí Kaz~ 


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➤A veces el Perú de esta historia me da tanta rabia que ya no me siento culpable con el final que le voy a dar, México también me cae gordo, pinche personaje todo estúpido y pendejo, jode y jode por un huevón que le pone cacho, por eso nunca sean como él 😃

𝑻𝒖 𝒕𝒆 𝒍𝒐 𝒃𝒖𝒔𝒄𝒂𝒔𝒕𝒆 [🇲🇽 𝒙 🇵🇪]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora