Han pasado dos días desde el momento en que vi como caía sin vida el cuerpo de Isabel y cada hora me atormenta el no poder salvarla, la quería y el perderla de ese modo me duele porque ella se convirtió en una hermana, una hermana a la que cuidaba y ella me cuidaba, una hermana que la vida me regalo.
—Chris. —me llamó Lena. —Ya deja de pensar en eso, no vas hacer que vuelva a la vida si te sigues atormentando.
—Pero pude hacer más. —replique.
—¿Que?. —dijo molesta. —Estar en una relación solo por que ella lo queria y ¿que hay de ti?.
—Amor lo siento... solo odio la manera en como terminó todo.
—Lo sé puedo darme cuenta de eso pero no puedes quedarte estancada dándole vueltas a lo que pudiste o no hacer. Ella tomó sus decisiones y fueron malas. —se sentó sobre mi rodeando mi cuello con sus brazos. —Tú fuiste clara desde un inicio, no puedes seguir culpandote por algo que en absoluto lo fue. —la atraje más a mi cuerpo y dejé que mis lágrimas que luchaba por no dejar salir corrieran libremente. —Eso es... sueltalo es momento de dejarlo ir. —dijo acariciando mi cabello.
Me estuvo consolando alrededor de una hora hasta que me sentí más tranquila y Esme llegó para llamar mi atención.
—¡Mami Fubol!. —llegó gritando en mi dirección y el que me llamara nuevamente mami me sorprendió pues lo hizo frente a Lena pero ella ni se inmutó. —¡Mami!.
—Si, hoy hay clásico. —me levanté tomándola en brazos y dando vueltas en mi propio eje, la dejé nuevamente en el suelo y tomó asiento en la alfombra esperando por mi. Busque a Lena pero ya no estaba en el comedor camine a la cocina y era justo el lugar donde se encontraba.
—Les estoy preparando una botanitas. —dijo de espaldas a mi. —Ve con ella en unos momentos se las llevó. —me acerque lentamente a ella y dio un brinco por la sorpresa. —Creí que te habías ido.
—No... —susurre en el lóbulo de su oído. —Me encantas. —volví a susurrar y logré ver como se sonrojo ante mi halago. —Tenemos que hablar sobre Esme. —y sentí como se tenso entre mis brazos. —¿Que pasa?. —pregunté con curiosidad.
—Después hablamos ¿si?. —dijo volviendo a lo que estaba haciendo antes de que la interrumpiera.
No insistí más y regrese con Esme, varios minutos después de que comenzó el partido se nos unió Lena, con una gran bandeja entre sus manos.
—Dejé el agua sobre la mesada ¿puedes ir por ella?. —me preguntó, solo asentí y me levante.
Tuvimos una tarde agradable después de ver el partido por petición de Esme vimos el Rey León, y tengo que reconocer que nunca antes está película me había llamado la atención ni había tenido el interés de verla, pero me alegro haberlo hecho con ellas y tengo que aclarar que me encantó es una película muy buena. Ya en la noche Esme ceno y Lena la acostó mientras yo me quede en el comedor esperando por ella, tenía ciertas dudas sobre si tocar el tema de Esme o postergarlo más.
—¿En quien piensas?. —dijo abrazándome por detrás de la silla que estaba.
—En ti. —respondí moviendo mi cabeza para dejar un beso en su mejilla. —El amor de mi vida... —susurre cerca de sus labios. Y me beso de esa manera que me vuelve loca y me pone a sus pies.
—Tu también eres el amor de mi vida. —y que ella crea que soy el amor de su vida me hizo sentir una gran felicidad en todo el cuerpo. —¿Te quedas?. —preguntó dando la vuelta y sentándose sobre mis piernas. —Recuerdo que dijiste que teníamos que hablar sobre Esme. —el que pareciera tan tranquila sobre el porqué Esme me dice mami hasta cierto punto me deja nerviosa.
—Si me lo pides así. Por supuesto que si me quedo... —dije rodeando su cintura. —Pero antes... —comencé a dejar besos por su rostro. —Quiero hablar del porqué Esme me dice mami. —termine de hablar besando sus labios. —Y no es que me moleste pero me encantaría saber...
—Bien... —se levanto de mis piernas y eso me dejó aún más confundida. —El día que fuiste a hablar con Lucas. —comenzó todavía de pie. —Recuerdas que ella estaba molesta contigo. —afirme. Me levante para abrazarla por la cintura pero ella estaba muy nerviosa y se separó nuevamente de mi, lo que me puso triste porque desde que comenzamos nuestra relación ella nunca rechazaba mis abrazos. —Antes de que te fueras te dije que hablaría con ella sobre el porque no te hablaba y todo el berrinche que te hizo. —asentí recargandome sobre la mesa ya sin la intención de querer acercarme.
—¿Y te dijo el por qué?. —pregunté haciendo a un lado su reciente rechazo.
—Si y lo que entendí no me gustó en absoluto. —no entendía nada a que se refería. —Ella dijo algo sobre que Lucas y tu eran novios. —Wow eso definitivamente no me lo esperaba.
—¿Yo novia de Lucas?. —dije soltando una ligera risa. —Si tú mejor que nadie sabe lo que no pasó entre nosotros. —me quería volver a acercar pero no lo hice.
—Si lo sé y creo que Esme dijo cosas que no sucedieron realmente. —ahora fue ella la que se acercó rodeando mi cuello con sus brazos y no me pude resistir a rodear su cintura pegandola lo más posible a mi.
—¿Que dijo mi pequeña?. —pregunte curiosa.
—Que te abrazo y te dejo un beso en los labios. —soltó escondiendo su rostro en mi pecho. —Bueno no lo dijo así pero me mostró con su manita lo que ella vio.
—Amor eso no pasó. —intente alejarla para verla a lo ojos pero fue imposible. —Yo no te haría algo así. Nunca y mucho menos con Lucas ni con ningún otro hombre.
–Lo sé y lo que yo dije no lo tenía que haber hecho sola. —dijo finalmente separándose y conectando nuestras miradas. —Sé que hablamos y decidimos que esperaríamos hasta terminar el curso pero... —y ese pero ya sabía por dónde iba. —Le dije que eras mía. —dijo tan rápido que apenas si le entendí y volvió a enterrar su cara en mi pecho.
—Sabes lo que eso significa ¿verdad?. —no me molesta el que se lo dijera antes del tiempo acordado lo que me molesta es que lo hizo sola, yo quería estar presente, yo también quería decirle a Esme, yo quería ver su reacción, quería todo eso y ella no me lo permitió. Me separe de Lena con la intención de irme por privarme de algo que nos correspondía a las dos, somos una pareja y eso teníamos que hacerlo juntas. —Maldición. —dije golpeando la pared. Y la gran razón de mi enojo es que la quiero, la quiero como si fuera mi propia hija y Lena lo hizo sola por que solo es su hija.
Salí azotando la puerta y me subí a mi coche, al intentar meter la llave se me cayeron y antes de recogerlas vi un balón, un pequeño balón de fútbol. Es de Esme se le perdió el día que salí con Lucas, ella sin duda que ha convertido en mi vida, ella y su madre que a pesar de sus errores yo la amo, las amo inmensamente que tengo miedo que esto se termine por una de mis tonterías, porque ya he perdido a muchas personas pero perderlas a ella no lo soportaría. Me quedé pensando en el coche sin irme lo que necesito es calmar mi enojo para volver adentro con Lena y hablar sobre lo que se aproxima cuando mi pequeña princesa tenga que volver al colegio, porque definitivamente ya no puedo ser su maestra.
R.
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La Mamá De Mi Alumna
RomanceLo que más me apasiona hacer es estar en el salón con mi grupo. Un nuevo grupo, el primer grado del preescolar. Nunca creí que con esta nueva experiencia conocería al amor de mi vida, ese amor que tanto se resistía a llegar y finalmente llegó con un...