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Desaparecer no era lo que debí hacer pero esa fue la decisión que tome, llevo casi una semana desde la última vez que vi a Nico, a Helena y a mi pequeña princesa, Esme. Una semana encerrada en este pequeño apartamento que solo tiene una habitación, un baño y la sala junto a la cocina dividida por una barra. Como llegué aqui, el jueves que Isabel dijo e hizo cosas que no debía, justo un día antes de pedirle a Helena que fuera mi novia se tenía que arruinar, del bar al que entre por esa tarde bebí cantidad exorbitantes de alcohol que ya por la madrugada no podía ni mantenerme de pie, el chico que atendía la barra fue muy amable al dejarme dormir en uno de los asientos largos que tenía el local, y él mismo por la mañana me despertó e inclusive me preparo un desayuno. Esa sin duda ha sido por mucho mi peor borrachera, le agradecí por sus atenciones pero principalmente por no sacarme del lugar en el estado en que me encontraba, fui al apartamento de Nico y espere alrededor de una hora hasta que salió sabía que regresaría casi al medio día por lo que tenía tiempo suficiente para sacar mis cosas, ni con él he hablado y seguramente estará preocupado por mi pero era más mi dolor de perder a alguien que nunca fue mía que mi enojo por lo que dijo Isabel.

Lo más probable es que al no presentarme a trabajar por cuatro días ya esté despedida, pero no podía ver a Helena y no recordar lo que me dijo, y lo que es aún peor ver a Esme y no saber cómo explicarle el porqué ya solo nos veremos en la escuela. Desde ese día mi celular ha estado apagado no lo he querido encender porque estoy segura que tendré infinidad de mensajes y llamadas de la única persona que me quiere, Nico. Ya por la tarde decidí que tendría que volver así sea solo como su maestra no podía dejarme hundirme por esto, encendí mi teléfono y tenia razón más de treinta mensajes de Nico preguntado donde estaba y porque mis cosas no estaban en su apartamento. Lo que me sorprendió más fue que tenía también un par de llamadas de Helena pero ningún mensaje.

Hasta que apareces. —llame a Nico para decirle que estaba bien. —Gracias por pensar en mi cuando decidas desaparecer por una semana. —estaba enojado y podía notarlo a miles de kilómetros.

—Lo siento...

Helena te está buscando. —eso que dijo me dejó sorprendida. —Fui a buscarte al colegio pero me dijeron que llevabas dos días sin presentarte... solté un suspiro porque el no tenía la culpa de nada y aún así me fui sin decirle nada. —Esme me reconoció y salió corriendo a preguntarme por ti... se quedó callado por unos segundo. —Le dije que no sabia donde estabas pero que te encontraría y te llevaría con ella. a quien menos daño quería hacerle era precisamente a ella. —Cuando solo quedamos Helena y yo, me pregunto por ti dijo que tenían que hablar y me pidió que te lo dijera, creo que ella pensaba que te estaba escondiendo.

—Nico de verdad lo siento no era mi intención ponerte en esa posición. —tomé una muy mala decisión y ahora tengo que solucionar lo que ocasione. —¿Nos podemos ver?.

Por supuesto que si... es lo que estoy esperando desde hace días.

Nos pusimos de acuerdo y nos veríamos dentro de unas horas en un restaurante en el centro. Tenía que explicarle el porqué me fui sin decir nada y ni siquiera yo tenía una razón creíble, lo que sí era cierto es que me fui por cobarde.

Le conté todo lo que había pasado ese día por la mañana y todo lo que Helena me dijo cuando fui a dejar a Esme. Él simplemente me escuchaba atento sin juzgarme, pero al terminar lo que si recibí fue un regaño por la manera tan estúpida en la cual actúe y lo sabía perfectamente, había sido una cobarde al no enfrentar el problema que provocó Isabel, debí de insistir más con Helena hasta que me dejara explicarle todo pero no, a la primera negativa huí como una cobarde.

Me pregunto donde me estaba quedando y le dije que era provisional en lo que encontraba un mejor sitio, el sugirió que regresará a la casa de mis padres y él no sabía que eso no podía suceder, no la vendí pero si la dejé para que una familia la pudiera rentar, lo que nunca imagine es que yo conocería a esa pequeña familia.

La Mamá De Mi Alumna Donde viven las historias. Descúbrelo ahora