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—¿Pasa algo? — Woo-jin pregunto — ¿Encontraron algo?

— Esos albores tienen un listón — Ha-ri dijo provocando que los demás vieran los árboles y efectivamente tenían un listón amarrado — ¿Quien los abra puesto?

— No lo sé — Mi-jin estaba fascinada — pero se mira lindo.

— Talvez deberíamos seguirlos — Cheong-san dijo — podríamos llegar a la ciudad.

— O podríamos perdernos.

On-jo había estado callada una parte del viaje y al ver los listones recordó a su padre. Tal ves el lo puso cuando fue a buscarlos, sonrió con tristeza con solo pensarlo.

Empezaron a descender la colina, pero algo a su izquierda  llamo su atención, acercándome con cuidado recogió el objeto que brillaba con la luz del sol. Al mirarlo con determinada atención lo reconoció: una linterna. Era de su padre, se le había caído.

Su-hyeok, Cheong-san y Dae-su la observando con detenimiento, no sabían lo que haría. Afortunadamente On-jo solo guardo el objeto y siguió caminado.

Al llegar a la ciudad todo estaba demasiado tranquilo, algo que no era inusual. Pero aún así, estaban pendientes de cualquier cosa. Seguían caminando hasta que Nam-ra se paró alertando a los demás.

— ¿Que pasa? — Su-hyeok estaba nervioso por su respuesta —

— Escucho pisadas — todos se voltearon a ver nerviosos, estaba en problemas —

— ¿Cuántos son? — pregunto está vez Cheong-san —

— 1..2..3..4..5..— Nam-ra abrió sus ojos al percatarse que eran demasiados — ¡Corran!

Todos corrieron lo más rápido que podían, pero, Dae-su no podía y con el Su-hyeok y Cheong-san igual, pues ellos dos lo iban cargando por su pierna herida. Se adentraron a un callejón saliendo a la otra calle.

Llegaron a unas pequeñas tiendas deteniéndose para esperar a los demás una vez que llegaron Nam-ra alertó a los demás que estaban cerca.

— Vayanse — Dae-su dijo haciendo fruncir el seño a los demás — solo soy una carga con mi pierna herida.

— No te voy abandonar aquí — Woo-jin se puso a su lado — ya perdí a tres personas importantes y no te pienso perder a ti tampoco.

— No te dejaremos atrás — Su-hyeok hablo — así que déjate de esas ideas.

Sorprendente los demás apoyaron la decisión de seguir juntos y a negarse de perder a alguien más. Cada uno agarro algo con que defenderse.

— Quédate atrás de mi — Ha-ri le dijo a Woo-jin —

— Se como defenderme.

— Que te quedas atrás dije — sentenció —

— Están aquí — Nam-ra llamo la atención — son demasiados.

— No importa cuántos sean — Cheong-san dijo recordando la palabras de Seoyeon — acabarán comiendo polvo y nosotros estaremos bien.

Los zombies llegaron, empezando una lucha por sobrevivir de nuevo, ¿están cansados? Si. Pero necesitan librarse de ellos para continuar.

On-jo tuvo problemas con un zombie, pues este se había lanzado para morderla tumbandolo de inmediato. Cheong-san la ayudo atravesando al zombie por el cuello con su pala.
No iba a dejar que muriera, el la quería con vida para conquistarla más adelante, pues no iba a defraudar a Seoyeon con la promesa que le hizo.

Cada uno estaba concentrado peleando que no se dieron cuenta que un zombie quería morder a Ha-ri. No fue hasta que Woo-jin se lo quito para lanzarlo a un lado de ella.

We are dead (Namra x reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora