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❛LOS HEREDEROS DEL DRAGÓN...❜
172 AÑOS ANTES DELA MUERTE DEL REY LOCO, AERYS, Y EL NACIMIENTO DE SU HIJA, LA PRINCESADAENERYS TARGARYEN.
⏳112 a.c 📍king's landing, the red keeper
Ya había cumplido doce días de su nombre. Doce cumpleaños, once veranos. Ella realmente no lo contaba más que su padre.
Habían pasado ciento doce años de la conquista. Nueve años desde que su padre es Rey, y su rama de la familia herederos. Y todo estaba en paz, o algo así.
Movió la espada de manera lenta, elegante, siguiendo los movimientos que su tío le enseñó. Mientras, el reino se encontraba a la expectativa por el nuevo hijo del rey.
Para este punto, sabía que Rhaenyra estaría llegando a los aposentos de su madre Aemma, para asegurarse de su bienestar. También sabía que Viserys, su padre, la regañaría por llegar tarde a la reunión del consejo, aunque solo tenga el rol de copera. Un puesto que rechazó e intentó que su hermana no tomara.
Para nadie era secreto que su hermana era su adoración. No diría que su ejemplo a seguir –dado que ese puesto estaba ocupado por alguien más– pero sí la admiraba. Siempre fuerte y defensora de sus deseos, una guerrera que no usa espada, sino palabras.
— Princesa Rhaelyra — la nombrada miró sobre el hombro a Alicent—. Princesa, perdón la interrupción. Pero alguien la busca en la Sala del Trono.
— ¿Quién, señorita Hightower?
Alicent no supo que responder, por lo que decidió averiguarlo por si misma. Se acomodo el cabello ceniza, tirando la espada y adentrándose a la Fortaleza Roja. Su hogar frío. Llevaba puesta su traje de montar, con la comodidad que los pantalones le daban para entrenar y volar.
Caminó con tranquilidad, sospechando quién era él que la llamaba. Se desató la trenza desordenada, peinando su cabello y estiró las mangas de su camisa. La gente bajaba la mirada al verla pasar, no por respeto, sino por la estatura de una niña de trece años.
Abrió con lentitud la puerta del salón, sonriendo levemente ante la imagen. Ahí estaba él, sentado en el Trono de Hierro, aquel hecho con mil espadas de los enemigos de Aegon el Conquistador. Sentado ahí como si fuera el Rey.
No lo era.
— ¿Cuándo llegaste?— le pregunta en alto valyrio, avanzando lentamente hacia el trono—. Y aún más importante, ¿Qué haces acá, Daemon?
