❛ EL CIERVO BLANCO... ❜
La noche había caído. Silas prendía el fuego mientras Rhaelyra estaba demasiado concentrada afilando una estaca con su daga de acero valyrio. Aún recordaba de dónde salió esa daga.
Un suspiro triste salió de sus labios. No importa cuánto quisiera negarlo, extrañaba a Daemon y sus maquinaciones. Admiraba su terquedad sobre ser el heredero y como parecía querer hacer hasta lo imposible para demostrar que él es más que un príncipe canalla, es un dragón. Parecía ser la única que notaba la intención detrás de todo eso.
— Su majestad se preocupará por su ausencia— le recuerda Silas, en un intento por que recapacite.
— ¿Lo viste hoy? Viserys está lo suficientemente ebrio para no notar mi ausencia o la de mi hermana— miró brevemente a su caballero—. No me malentiendas, adoro a mi padre, tanto como odio su ceguera ante lo evidente. Desearía que no hubiera puesto de heredera a mi hermana si solo iba a ignorarla.
Volvió su vista al fuego, recordando el hielo. Cuando volvió a hablar, lo hizo entre susurros.
— Dime, Silas. ¿Crees en esas historias de terror sobre muertos y caminantes blancos?
— Sí, princesa— responde observando su perfil—. Soy un Hound, es nuestro deber y el de la Guardia Nocturna prepararnos para cuando lleguen.
Rhaelyra rió suavemente, recordando pesadillas.
— Puede estar tranquilo, Sir Silas— le asegura—. No llegarán hasta el invierno.
— El invierno se acerca...
— Ah, cierto— concuerda con una sonrisa ladina—. Pero hablo del peor invierno, el invierno eterno.
Un ruido se escuchó detrás de Rhaelyra. La joven actuó más rápido que su caballero, levantándose con la daga en alto. Un silencio se hizo, hasta que la cornamenta de un ciervo fue visible.
Rhaelyra se acercó con cuidado, dejando de lado la daga. Observó al majestuoso animal, blanco como la nieve y con la cornamenta más grande que había visto. Ambos se observaron, mientras ella estiraba la mano con cuidado.
— Princesa.
— Está bien, Silas— promete la menor con una sonrisa que hace tiempo nadie veía. Una sincera—. Todo está bien.
Acarició el rostro del animal, provocando que se incline suavemente hacia ella. La paz no duro cuando un gruñido se hizo presente.
La princesa Targaryen observó al lobo frente a ellos, golpeando suavemente al ciervo para que saliera de ahí. Eso hizo.
Apenas tuvo tiempo de agarrar la daga cuando el lobo empujó a Silas, tirándose sobre Rhaelyra. Gritó, más por furia que miedo, sosteniendo el hocico del animal con ambas manos. Silas se levantó en un intento de apuñalar al lobo, solo recibió un gran y profundo rasguño en el brazo.
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𝗰𝗿𝘂𝗲𝗹 𝗱𝗿𝗮𝗴𝗼𝗻𝘀 ━━ house of the dragon
Fanfiction𝗖𝗥𝗨𝗘𝗟 𝗗𝗥𝗔𝗚𝗢𝗡𝗦┃❛¿Te puse en ridículo? Típico de mí, avergonzarlos a todos❜ ❪Rhaelyra era un dragón, hecha de fuego y sangre. Y ella hará correr...