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❛EL SEGUNDO DE SU NOMBRE... ❜
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La figura de Tiamat fue admirada por todo King's Landing, acompañado de su rugido. El dragón podía sentir la emoción de su jinete.
Rhaelyra bajó de un salto, agarrando el caballo que ya le había preparado. La carta que su padre le hizo llegar, le informaba sobre el nacimiento de sus hermanos, dos varones de nombre Aegon, en honor al conquistador, y Vaegon, en honor a su tío.
Viserys le recibió con una sonrisa y un abrazo, feliz de la emoción que mostraba su hija menor. A diferencia de Rhaenyra, quien ni siquiera vio a los niño o felicitó a su padre, la menor parecía ansiosa por conocerlo.
— Déjame presentarte a Aegon, dragoncito.
Rhaelyra sonrió con suavidad, sosteniendo al pequeño bebé entre sus brazos. Era tan pequeño y frágil, con ojos amatistas y una pálida pelusa de cabello albino. Era digno hijo de su padre.
— Hola, pequeño Egg— saludó en alto valyrio—. Tu hermana mayor está aquí.
El bebé rió suavemente, intentando agarrar un mechón suelto del cabello de Rhaelyra. Miró de reojo al bebé en brazos de Alicent, era tan pálido como Aegon, pero con el cabello castaño que caracterizaba a los Hightowers.
La puerta fue abruptamente abierta, dejando ver a Daemon con una mueca de disgusto en su rostro.
— Cambia la cara, tío— dijo la menor hastiada—. Son hermosos bebés, ¿no, Egg?
Daemon se acercó rodando los ojos y felicitando a su hermano. Miró la imagen de su sobrina con un niño y no pudo evitar sonreír. Aegon era un digno valyrio; a diferencia de Vaegon, quien para repudio del mayor, se parecía a los Hightowers.
— Felicidades, hermano— habló en valyrio con burla, consciente de la incomodidad de Alicent por no entender—. Al menos uno se parece a nosotros.
Rhaelyra lo pateó en la pantorrilla, mirándolo con una sonrisa divertida que intentaba ocultar.
Viserys negó ante su familia, agarrando nuevamente a Aegon en brazos.
⏳115 ac
Leyó y releyó la carta, mientras terminaba la copa de vino. Estaba algo ebria y casi salía el sol. Podía escuchar la suave respiración de Silas detrás de la puerta. A pesar de su insistencia en que duerma algo, ella se negaba a eso, temerosa de soñar nuevamente con muerte y hielo.
Agradeció suavemente al cuervo con una caricia y lo dejó ir. La carta hablaba sobre la Guerra en los Peldaños de Piedra y como parecía que Corlys Velaryon estaba perdiendo, a pesar de tener un dragón de su lado y uno tan despiadado como Daemon era.
