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Muchos hablan sobre la guerra entre dragones y como terminó, sobre las vidas cobradas y los sacrificios hechos. Pero la Danza no empezó de la noche a la mañana, no fue con la usurpación o la perdida de un hijo, no fue con la muerte del rey o el nacimiento de un niño.
La guerra entre familiares empezó a gestarse veinte años antes, con la muerte de una monarca y la ascensión de otra.
Dragones y serpientes, sabuesos y monstruos marinos, todos pusieron su parte en esto. Todos arrojaron las semillas del odio y dejaron que crecieran.
