Aviso: Recuerden que esta novela es ficción completamente, nada de lo que se contará a continuación es de alguien real por lo cual no se está incentivado a replicar las acciones de los protagonistas. El seguir a una persona sin su consentimiento no es correcto y mucho menos el acoso, por lo que no se espera romantizar ese comportamiento, simplemente es una novela de ficción/entretenimiento en el que se espera que los lectores tengan la suficiente madurez para saber separar la realidad de la ficción. Cualquier comentario fuera de lugar o malintencionado hacia mí o mí obra será eliminado, sin nada más que agregar, les doy la bienvenida.
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Rechazado.
Ajustó su corbata y suspiró una vez más en las pocas horas que llevaba despierto. Los resultados habían llegado por fin a su mano y confirmó que su sueño se había hecho trizas. Había postergado el cambiar de club, pero era momento de seguir adelante. Tay, un joven de primer año de universidad, cursando la carrera en deporte. Le encantaba la actividad física y desde muy pequeño supo lo que quería hacer toda su vida.
-Buen día, abuela. - dio una pequeña reverencia a una foto de una mujer mayor exhibida en el salón.
La luz brillante de la mañana lo cegó por unos momentos. Estiró sus brazos hacia el cielo y luego de un quejido ruidoso comenzó su camino hacia la parada de autobús. A medida que caminaba por el barrio las personas le saludaban o pedían pequeños favores que no se negó a realizar. Era un distrito empobrecido, la mayoría de las personas vivían día a día, con padres y hasta abuelos trabajando para mantener el hogar. Generaciones viviendo por décadas en esas casas desembocaba en que todos conociesen a todos, una comunidad realmente unida y los imbéciles aparecían con poca frecuencia.
-Tay. - una mujer pequeña, anciana y dulce le llamó con un movimiento de mano.
-Buenos días, Ma.
- ¿Cómo estás, cariño?
-Bien, me dirijo a la universidad en este momento.
La mujer sentada en el banco se tapó la boca. - ¿Universidad? Estás tan grande, seguro tu abuela está muy orgullosa de ti.
-Lo está.
La mujer rio y aplaudió dificultosamente. - Puedes ir a la tienda y tomar un caramelo. - se inclinó y susurró tan bajo que Tay tuvo que acercarse de inmediato-. Nuestros dulces son los mejores, la receta es especial.
-Gracias, Ma. Ahora debo irme.
-Salúdame a tu madre.
-Tenga un buen día.Ma, una mujer bastante mayor que respondía al nombre de Mayu. La mujer había vivido toda su vida en esa casa, era muy unida a su abuela por lo que le había visto nacer a él y a su madre. Mayu tenía problemas de memoria, no recordaba que Tay ya no estudiaba en el instituto o que su abuela se había ido el año anterior, y esperaba que no lo recordase. Mayith, su nieta, la cuidaba con amor y sabía que no le quedaba tanto tiempo con ellos ¿Por qué hacerle daño recordando momentos dolorosos? Escuchó un grito y vio a una jovencita en uniforme de instituto, cabello largo y negro correr hacia él.
-Mayith.
La jovencita respiraba con dificultad.
-No quiero sonar insensible, pero llegaré tarde si no hablas pronto.
Respiró profundo y se enderezó. - Ten, mi madre te preparó el almuerzo en agradecimiento de las verduras que tu madre compartió con ella la semana pasada.
-Oh, eso es muy amable de su parte.
-Y también ha dicho que puedes ir al local y te dará piezas de caramelo especiales. Sin más que decir, feliz día.La adolescente se alejó corriendo en dirección al instituto más cercano. Apresuró su paso con la bolsa en su mano, necesitaba recuperar el tiempo perdido por tanta interrupción. Tras quince minutos por fin llegó a la universidad Waan. El primero en su familia en comenzar los estudios superiores. Su familia no era adinerada y se podría decir que había días en que comían sopa con agua, pero desde el momento de su concepción su abuela había abierto una cuenta para sus estudios. Sus padres y su abuela estaban decididos a darle las oportunidades que ellos no tuvieron. La universidad Waan era su universidad soñada, un buen día se animó a realizar el examen de ingreso y al obtener la carta de aceptación supo que iba a ser difícil. El dinero no sobraba y los ahorros no dudarían toda la carrera. Tenía dos trabajos a medio tiempo y había intentado entrar en el club de atletismo, y aunque fue aceptado la beca le fue denegada. Una jovencita había conseguido el puesto. Su móvil tronó y la profesora le dio una mala mirada.
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1.3 - Pool - TayNew
Teen FictionNew está enamorado. Desde el momento en que su presidente presentó al nuevo miembro New escuchó el cantar de los ángeles... o puede que no ¿Pero es relevante? No. Tay es todo lo que jamás creyó que le gustaría, pero era amor a primera vista, no pued...