1.3 - Pool - TayNew

VIII

New estaba decepcionado, demasiado decepcionado ¿Cómo su primo pudo hacerle esto? Por fin había tenido una conversación decente con Tawan… de acuerdo, no era una conversación, pero estaban compartiendo tiempo juntos y eso lo hizo realmente eufórico. Un pequeño paso en su vida y su primo no podía encontrar un mejor momento que ese para necesitarlo. Aun no comprendía porque Tawan lo invitó a la cafetería y mucho menos su insistencia en que no dijese nada ¿Era tan malo ir al autódromo en un día libre? No lo creía, todos tenían sus pasatiempos y no lo veía como algo malo.

—Gira.
—Bew.
—Mmm. — sintió el frio recorrer su espalda—. No te muevas.
—Dime otra vez porque tengo que hacer esto.
—Porque eres mi primo, no te muevas.
—Eso no es verdad. Bueno, sí, pero no en esta ocasión.
—Me lo debes luego de que te saqué de aquella pelea.
—Pero la pelea fue tu culpa.
La mano de su mejor amigo se detuvo. — ¿Mía?
—Técnicamente hablando.
Bew pellizcó una de sus nalgas haciéndolo saltar, pero no se movió.
—Te involucraba.
—No, me insultaron y tú no pudiste controlarte.
—No pueden ir por la vida insultando a la gente por no ser como ellos esperan.
—Tenía el cabello verde limón.
—Y eso no importa.
Escuchó una suave risa de parte de su primo. — Lo importante es que te salvé de ir a la cárcel y prometiste que me ayudarías con las pinturas de cuerpo ya que Tutor es alérgico.
Refunfuñó, pero no dijo nada más.

No iba a confesarle a su primo que planeaba ignorarlo con tal de pasar unos minutos más con Tawan, pero sabía que hacer eso no era justo para quien siempre estaba disponible para él. Si la vida era maravillosa tendría más oportunidades, por el momento podría ir a verlo conducir una vez más ¿Para qué? Para nada más que verlo sonreír. New no era una persona avara, ni egoísta por lo que aceptaría una negativa sin más. Aun no comprendía porque Tawan quería darle algo a cambio y mucho menos por qué aceptó luego de negarse, pero él no sería quien se quejaría de ello.

—Malas noticias. — Bew llamó su atención.
— ¿Cuáles?
—Lo odio.

New quería llorar, habían pasado horas en la pintura de cuerpo y él pensaba que era maravillosa, pero Bew era un artista. Su primo parecía llevar la contraria a su estilo de vida, él era pulcro y perfeccionista, New, no. Por más que odiaba quedarse quieto y esperar a que el chico terminase, lavó su cuerpo y comenzaron de nuevo. Rezó porque esta vez quedase satisfecho.

— ¡Cariño, ya llegué! ¿Dónde estás?
— ¡Atrás!
—Oh, hola, New.
—Mátame, por favor.
—No puedo hacer eso, tu sacrificio es necesario. — se acercó a su pareja y dio un fugaz beso en sus labios—. Traje la cena.
—Eres un tesoro. — el modelo casi lloró de gratitud.
—Quieto.
— ¿Aun no terminan? — preguntó colocando las bolsas plásticas sobre la mesita para luego tomar un banquito y sentarse al lado de su novio—. Creí que para esta hora ya habrías terminado.
—Es el tercer boceto.
—Odio todo lo que hago. — dejó su paleta de lado—. Pero debo terminarlo hoy.
—Respira, no ganarás nada si te estresas. — comenzó a masajear sus hombros—. Siempre que tienes prisa tu cerebro se rehúsa a trabajar.
—Gracias. — el pequeño suspiró bajo los dedos mágicos de su pareja. La diferencia entre las estaturas siempre le pareció linda a New.
—Eso es adorable, pero estoy a una prenda de estar desnudo y ustedes van a comenzar a coquetear. Tengan compasión.
Tutor besó la mejilla del más bajo y se alejó. — Serviré la comida.
—Eres el mejor.

El aroma a comida recién comprada llenó el ambiente y New se preguntó cuáles serían las consecuencias de correr a comer y arruinar el proyecto de su primo. No, no podía hacer eso. Su móvil comenzó a vibrar con mensajes y no podía revisarlos. Le dio una mirada lastimera al artista y este rodando los ojos le hizo el favor de ir por el móvil y leer sus textos.

—Sammy quiere tu parte del proyecto.
—Mierda.
— ¿Le digo que no lo hiciste? — su primo movió la cabeza tratando de quitar el cabello de su rostro, Tutor se acercó y lo ató en una coleta para luego darle un beso en la frente. New iba a vomitar.
—Lo hice, pero no traje mi computador.
El artista suspiró con cansancio.
—Lo siento.
—No, has sido amable y yo he abusado de ello haciendo que te quedes de pie durante mucho tiempo y tu piel va a sufrir. Déjame terminar con esto ¿Sí? Este es el último y ya puedes irte.
—Gracias.
—Entonces ¿Cena para dos?
New giró rápidamente hacia el modelo. — ¿En tu casa no existen los contenedores?
La pareja rio ante lo serio que era el jovencito, él no se iría sin su cena. — Guardaré tu porción.
—Gracias y perdón.
El más alto negó con la cabeza y se alejó una vez más.