XI

161 27 5
                                    

Arrojó las llaves sobre la mesa y buscó algo para beber. No eran comunes los días divertidos en vida, y estaba disfrutándolo hasta el final. Tay era una persona solitaria, pero cómo muchos deseaban salir con los amigos y poder crear recuerdos. Debía ser honesto, el no tener dinero era la primera razón para alejarse de todos. Salidas, cumpleaños, regalos y todo aquello que era una interacción costaba dinero, podía no ser mucho, pero ellos no lo tenían. A medida que crecía algunos decían que no importaba, que ellos pagarían por él, pero eso simplemente lo hacía sentir indigno.

Con New se sentía diferente ya que no había culpa, siempre sonriendo, lleno de positivismo y siendo honesto. Las personas cómo New siempre le agradaron, y él debía ser aun más honesto, lo había llevado al restaurante de Saint buscando un descuento o pagar a cuotas esa cena. No pensó que tendría que cubrir el turno extra y le alegró ver que en ningún momento su compañero pareció molesto por ello Si bien el nadador podía permitirse pagar todo, no quería que se sintiese usado, no cuando le agradaba lo suficiente para quererlo existiendo a su alrededor durante mucho tiempo. Sí, Cake había pedido por él en un par de ocasiones y Kit se quejó por no poder despedirse, pero ninguno presionó para que lo invitara. Él quiso hacerlo. Era como si no pudiese tener suficiente del joven, jamás esperó llevarse tan bien con New. Sus mejillas dolían por sonreír más de lo normal, su garganta raspaba de tanto hablar y podía soportarlo por la calidez que persistía en su interior.

Caminó lentamente hasta la habitación de sus padres y dio un rápido vistazo. Claramente se encontraban profundamente dormidos, era demasiado tarde y ellos no eran personas que trasnochasen. Su padre acostado cómo le indicaron y su madre acurrucada al lado de su esposo. Tay sabía que tenía suerte de que sus padres se amasen aún con el caos que los envolvía y que a pesar de todo siguiesen fuertes. Cerró suavemente la puerta y cambió el rumbo a su habitación. Tenía adelantado el cronograma de tareas gracias a ayudar a New con su estudio. Sí, no estudiaban en la misma facultad, pero al sentarse y ayudar encontró que era un buen momento para avanzar con lo propio. Si era honesto el enseñarle a New no era sencillo, por lo que se acercó al hermano menor de Tae a preguntar por métodos o consejos para ayudarlo y aunque tenía malos días, podía ver cómo el nadador se esforzaba tanto o incluso más que otras personas. El menor le explicó cada pequeño detalle con ojos brillantes y emoción burbujeando en su voz.

No correría pronto, no de manera oficial. Tendría una vuelta de exhibición, no era una carrera cómo tal ya que solo conduciría por la pista con el automóvil que Frank hubiese escogido para él. Practicó con distintos modelos, modelos caros debía enfatizar. Entre todos los autos que tocó el mejor sin duda era el de Kit, un precioso Porsche 911 turbo s de color dorado que se conducía prácticamente solo y, aun así, no podía conducirlo con la gracia que lo hacía el joven bajito.

Su pierna rebotaba rápidamente mientras esperaba que Milk le dijese cual sería su automóvil de carreras. No podía usarlo afuera de la pista y no tenía problema con ello. Todos los modelos que se presentaban en el Domo eran realmente costosos y tardaría toda su vida en pagarlo si ocurría algo. Love apareció, pequeña y sonriente.

— ¿Nervioso?
Tay asintió y limpió sus palmas contra su pantalón.
—No necesitas estarlo…— la pequeña se apresuró a su lado y se estrujó contra él, tratando que nadie más que ellos pudiesen escuchar—. No había visto a Milk tan emocionada desde que vio a Pharm correr por primera vez. Cuando el motorista se unió al gremio ella prácticamente modificó una motocicleta desde cero y estrictamente para el corredor. Últimamente la he atrapado sonriendo a los autos de te mostrará y sobre todo por uno en particular.
— ¿Cuál?
Y la pequeña se alejó hundiéndose de hombros. — No lo sé. — dio un pequeño guiño antes de desaparecer por la puerta.
—Si Milk te ve coqueteando con su novia va a matarte.
Y Tay se sobre exaltó al escuchar la voz de Kit tan cerca de su oído. — ¿Y mi niño?
—Está muy concurrido aquí ¿No? — preguntó tratando de no sonar demasiado ansioso.
—Todos estamos emocionados por nuestra nueva adquisición.
— ¿Qué soy? —su voz denotó ofensa—. ¿Un mueble?
—Sí. Ahora, dime donde está mi niño.
— ¿Qué niño?
El joven rodó los ojos a tiempo que dejaba escapar un escandaloso suspiro. — Pete.
—Cake se ofreció a ir por él a su casa y traerlo a la hora de la demostración.
La mandíbula de Pete cayó. — Esa zorra.
— ¿Cómo?
Kit movió la mano para restarle importancia. — Primero Don está demasiado ocupado para ir a verme y ahora me quitan a Pete, este mundo es una basura.
— ¿Don?
—El niño más adorable que ha pisado este asqueroso planeta.
— ¿Este si es un niño?
—Olvídalo. — se levantó de un salto—. Deja de comerte las uñas y ven conmigo.
— ¿Es hora?
El más bajo sonrió mientras asentía con entusiasmo. — Frank me ha enviado un mensaje para comunicarme que todo está preparado.

1.3 - Pool - TayNewDonde viven las historias. Descúbrelo ahora