II

315 31 4
                                    

Apretó las manos que sostenía con fuerza. Sus ojos se negaban a cerrarse y perder cualquier detalle de la persona frente a él. New quería gritar y chillar, pero no podía mover un solo músculo que no fuesen sus dedos para estrangular las manos de sus compañeros del club. Había visto al joven de tez morena el primer día de universidad, pero lamentablemente su rostro no apareció de nuevo, hasta hoy. Tawan. En la cartilla de aceptación el nombre del joven había aparecido, pero no él.

New era un chico sencillo e incluso podrían decir que era distraído como nadie más, pero diligente como solo él sabía ser. Aun conservaba la botella de agua que el joven frente a él le había dado luego de la prueba diciendo que eso ayudaría a calmar sus nervios, estaba sentado, pero había caído casi literalmente, por el contrario. Tawan era alto, bronceado y realmente guapo o al menos así era como él lo veía: pómulos altos, nariz recta, cejas gruesas sobre unos preciosos ojos afilados. De pronto las dos manos se lograron escapar de su agarre de la muerte.

-Es tan guapo.

Singto, un superior, pero de primer ingreso en el club se giró a verlo con una de sus cejas arqueada. Negó con la cabeza y el superior simplemente lo aceptó. Le gustaba el club de natación de su universidad, los superiores y los estudiantes de su año eran realmente agradables y el ambiente era cálido, pero estricto a la vez. Admitía que era divertido, aunque hacía falta un incentivo para él, y el incentivo había aparecido. Tawan. Su nombre era bonito y sin duda quería conocer más de él. El resto de la práctica y de la semana se la pasó suspirando y robando miradas hacia el joven que estudiaba

- ¿Puedes parar? - su mejor amigo le preguntó de pronto.
- ¿Ahora que hice?
El joven señaló su mano y pudo observarse apretando con fuerza a su compañero de mesa. - Lo siento.
- ¿Qué es ahora?
-Estaba pensando...
-No me digas.
- ¡Bew!
-Tengo que terminar esto y cuando comienzas difícilmente te callas.
-Bew.
-No, nada de pucheros.

Bew Ongsaranont, estudiante de segundo año en bellas artes. Su mejor amigo normalmente era dulce, callado y tímido, pero cuando se encontraba de mal humor era un dolor en el trasero y no aguantaba las tonterías de nadie. Irónico al ser amigo de alguien como New, aunque en realidad el destino logró aquello porque eran primos y eso los había unido de pequeños, un año de diferencia no era nada en la vida real. Sus madres no eran las mejores hermanas, sin embargo, ellos dos parecían hermanos desde muy pequeños ya que su abuela se había hecho cargo de los dos y de su hermana mayor para que sus hijas trabajasen.

-Bew. - movió un lápiz cerca de su primo.
-Shhh.
-Un minuto.
-En un minuto.
Se recostó sobre la mesa y vio a su primo dibujar.

Bew era un hombre de artes, desde muy pequeño su abuela había visto su talento e incluso le cumplió el sueño de inscribirlo a clases de danza. Cabello largo, estatura baja, piel pálida, nariz pequeña, ojos rasgados y adorables, sonrisa contagiosa y un rostro pequeño que lo hacía ver aún más bonito. A veces quería ser como su primo, pero la naturaleza lo había hecho alto, pálido, musculoso y la palabra adorable no era la primera en la que la gente pensaba cuando lo veía. Bew era delicado mientras que él adoraba las actividades al aire libre y su energía parecía interminable.

- ¿Por qué la cara larga? - el novio de su primo había llegado-. Hola guapo.
-Hola. - Bew tiró un beso al aire sin dejar de ver el papel mientras que su pareja le dio un beso sobre la mejilla.
- ¿Ocupado?
-Ocupado ignorándome. -refunfuñó.
- ¿Puedes entretener al niño hasta que termine con esto? - bateó sus grandes pestañas consiguiendo una risa de su pareja.
-Bien, New ¿Qué sucede?
-Estoy enamorado y no parece importar.
- ¿Quién es el afortunado?
New se enfrascó en un monólogo interminable que ambos testigos aprenderían a la perfección para cuando acabase el almuerzo.

1.3 - Pool - TayNewDonde viven las historias. Descúbrelo ahora