07.

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La mansión Jeon ya había sido más segura para cual quiero persona que vivía ahí. La seguridad fue reforzada, hombres de confianza también fue reforzado con lo que fuera necesario.

Una semana había pasado donde Jimin le contó a su esposo lo que había pasado con Jay. Jeon advirtió que si aquel tipo se le acercaba a su rubio, lo mataría sin pensarlo a lo cual Jimin ya no se negó. Si era su amigo, un amigo que tanto quizo pero de que sirvió. Jay no lo quizo como amigo y eso no podía cambiarlo pero, ¿cuál era la necesidad de meterse en su matrimonio?, pudo averce alejado pero no lo hizo. No podía cambiar los sentimientos de alguien eso lo respetaba, lo cual no lo hacía con el.

Negocios de un lado a otro.

Jeon hacia nuevos negocios donde estaban ganando mucho dinero y eso hacia que fuera más conocido por el gran trabajo. Jimin por lo tanto pensaba como hacer bien sus negocios para que así no los culpen de hacer algo ilegal. Ambos estaban haciendo un nuevo socio con un chino y un francés por lo cual estaban sentados en un lugar privado.

-Entonces- dijo un hombre de unos 50 años de edad -Ese es el trato.

-No se preocupe, nuestros negocios son limpios y buenos- aseguró Jeon sintiendo las caricias se su esposo.

-No nos falles Jeon- dijo otro hombre de unos 40 años.

-Jamás e fallado ningún negocio.

-Conmigo una falla es muerte segura- dijo serio con una voz algo gruesa.

-No se preocupe, jamás dejó en mal mi apellido.

-Bien, porque no creó que quieras ver a ese rubio lindo en una tumba- amenazó sin quitar su mirada de Jimin. De un movimiento saco su arma apuntando a Jimin, disparando en su brazo dando un rozón.

Jimin se asustó poniendo su mano en la herida mirando con rabia aquel tipo.

-Hijo de puta- dijo aquel hombre de 50 años hacia el otro.

Jeon se levantó queriendo sacar su arma pero fue apuntado por todos los escoltas del Francés.

-Ey- llamó el señor -Bajen eso, aquí nadie va a morir.

-posez vos armes (bajen las armas)- ordenó empezando alejarse se ahí -Es un adelanto Jeon, una falla y tu rubio muere -se fue.

Rápido Jungkook se acercó a Jimin para saber que tan grabe era pero noto que solo era un rozón.

-Yo, no se que decir- habla aquel señor preocupado por Jimin -Yo no estaría loco como para dañar a su esposo Jeon.

-Ahora no tengo tiempo en escucharlo. Tendra lo que acordamos y después de esto no volveré hacer negocios con ninguno- tomó a Jimin empezando a salir del lugar y así subirse a las camionetas.

Jimin trataba de no dejar caer su sangre pero era inútil. Salía varia sangre empezando a tener sueño. Sabía que solo era un rozón pero dolía como un infierno, sangraba mucho que dejaba de sentir su brazo por lo débil que empezaba a sentirse.

Sin darse cuenta llegaron a la mansión subiendo hasta su habitación ya con el médico ahí. Jeon tuvo que esperar hasta que su esposo este mejor. Mataría aquel francés cuando pueda hacerlo porque sabía que aquel idiota no sabía con quien se había metido. Con su regreso podía jurar que varios no los conocían pero los conocerán. Jamás, pero jamás deben tocar a un Jeon porque no salen vivos de ello.

El medico término su trabajo diciendo los cuidados que debe hacer u otras cosas importantes. Trairia los medicamentos necesarios para que Jimin pueda recuperarse pronto.

-Pequeño- llamó Jungkook al notar que Jimin miraba el techo.

-No, ni se te ocurra- advirtió mirándolo.

INESPERADAMENTE CRUEL 2 ➷KOOKMIN➹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora