¿Plan fallido?

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Capítulo 29

[G]

Llevábamos más o menos una semana en esa casa a las afueras del pueblo. Yo pensaba que ella estaría bien. Definitivamente no esperaba esa llamada.

— Gus, estoy en el hospital psiquiátrico del titán, sería bueno que me pudieras visitar algún día.— Supe de inmediato quien era, y también que quería. Así que me prepare para salir y me puse rumbo a ese lugar de inmediato y sin pensarlo más.

— ¿Donde vas?— Voltee la cabeza viendo a la chica de cabello plateado.— A buscar a Amelia, tú estás a cargo, cuida de ella.— Me refería a Boscha

Tuve que realizar ese largo viaje de nuevo para poder llegar a la ciudad. Luego tuve que estar un buen rato más en el auto pero llegar al hospital psiquiátrico.

— Hola, siguiendo el protocolo le pido que deje todo artículo punzante o que pueda ser utilizado como una potencial arma, por aquí.— La enfermera señaló una mesa blanca a su lado.

—No recuerdo haber dicho que quería tener una guía en mi vista, después de todo pedí de manera clara, no ser acompañado.— Dije de manera apática, estaba bastante concentrado en rescatar a mi amiga.

—Lo siento, pero tendré que acompañarlo la mayor parte de la visita, es el protocolo.— Respondió la enfermera mientras abría la puerta que daba al pasillo, el pasillo en donde se encontraban la habitación de quien buscaba.

Tenía un plan, y estaba esperando que este no fallara. La primera parte era analizar la infraestructura lo más que pudiera durante esa visita. La segunda parte era colarse en este por la noche y sacar como fuera a Amelia de ahí. El plan en si no era de lo mejor pero, era el mejor que se le ocurrió de manera rápida.

— Señorita, ¿puedo preguntarle algo?— Dije mientras caminaba por ese pasillo al lado de la enfermera. — Si, ¿cuál es su pregunta?— respondió ella rápidamente. — ¿En que habitación se encuentra internada?— Solté de una vez la pregunta, esto mientras mantenía mi vista hacia el frente y sin dirigirle la mirada. El ambiente no era para nada agradable, era bastante pesado e inquietante. — En la habitación 566, ¿alguna razón especial por la que pregunta?— Me mantuve un momento en silencio y sin soltar ninguna palabra. No fue un silencio cómodo en lo absoluto. — No, ninguna en realidad.—

Terminamos nuestra caminata al detenernos frente a una puerta, la cual pertenecía a la sala de visitas. — Bueno, ya lo dejaré libre, aunque estaré aquí afuera si me necesita.— Dijo la enfermera, mientras yo abría la puerta.— Gracias, eh, señorita...—Me tome un minuto para leer su gafete.— Bría.— Fue lo último que dije antes de entrar por esa puerta.

Luego de escuchar como la puerta se cerraba, me acerqué a quien venía a ver.

— ¿Tarde mucho?— le pregunté mientras tomaba asiento frente a ella. — No, fuiste bastante rápido, siendo sincera.— Era bueno escuchar esa respuesta.

— Entonces iré al punto, se como sacarte de aquí, pero necesito que me detalles lo mejor posible tu habitación, y los lugares cercanos a esta.— Ella alzo una ceja, aparentemente, estaba juzgando mi plan. — Entonces, realmente no tienes un plan, y lo estás planeando ahora. Además, no es por desconfiar de ti ni nada. Pero como sacaremos mi cosas. Porque no veo que eso sea parte de tu plan.— En lo que tenia razón, era que mi plan no estaba completo y lo estaba terminando ahí. Pero en lo otro, tenía una grata sorpresa para darle.

— En realidad en cuanto a tus cosas, ya logre sacarlas de aquí.— Mientras hablaba podía observar su cara de confusión. — ¿Como hiciste eso?, porque de verdad eso suena a un "guionazo", y que yo sepa mi vida no es un libro mal narrado.— Ella se cruzó de brazos reclinándose en su asiento.

— Bueno déjame explicarte. Todo se base en tener cara de persona buena y funcional, además de parecer un pobre idiota. Nadie sospecha si dices "voy a ir al baño, espéreme un segundo por favor" con voz de idiota y vas al baño que queda cerca de los casilleros. Es decir nadie piensa que alguien así forzaría una cerrada en segundos y sacaría las cosas de un paciente para ocultarlas en su mochila, claro que no, señor pobre idiota no haría eso.— Pude ver su cara de completa sorpresa, aunque ella tampoco tardó en preguntar algo. — ¿Y como hiciste para sacar mis cosas de aquí? — Pensé que preguntaría algo más. — Con el mismo tono de idiota dije que había olvidado algo en mi auto.—

— Gus, no se como lo haces, pero eres un maldito algo, no sé exactamente qué, pero lo eres.— Antes de que pudiera decir algo ella volvió a hablar. — Evadiste las cámaras ¿no?— Antes de responderle, saque un periódico doblado de mi bolsillo. Y leí. — "Hospital Psiquiátrico "El Titán" sufre un gran corto circuito en sus cámaras" "Directivos de este lugar aseguran que probablemente no tengan las cámaras de regreso hasta mañana". Conveniente ¿no lo crees?—

Ella se quedó mirándome por un rato en silencio, sin decir ni una palabra, antes de responder mi pregunta. — ..Demasiado conveniente, no me agrada... Y tu puedes deducir porque.— Entendí de inmediato en quien estaba pensando para decir eso. — Si, si. Como puede ser, también hay grandes probabilidades de que puede ser q no. Todavía no hay que estar paranoicos.—

𒊹︎𒊹︎𒊹︎𒊹︎

Después de un rato el plan ya estaba listo. Y estaba a punto de ser ejecutado, en el momento que debía ser ejecutado.

El plan consistía en entrar por la ventana de tamaño mediano, que había en su habitación, esta consistía de dos partes, la rejilla que la cubría, la cual no estaba soldada, si no atornillada, y el vidrio reforzado el cual parecía tener un punto suelto del cual me aprovecharía para entrar. Después forzaría la puerta por dentro y saldríamos por la puerta trasera. Esto debido a la baja cantidad de trabajadores en el horario de madrugada. Más exactamente a las tres de la mañana.

Ya había logrado entrar por la ventana, ahora solo quedaba salir de ese lugar. — ¿Cuanto crees, que te podrías demorar abriendo esa puerta?— Ella pregunto. — Algo de tiempo, está puerta es bastante más compleja de forzar que la de los casilleros.— Ya veía venir su impaciencia.

Después de un poco de rato forzando la puerta logre abrirla. De inmediato salimos de ahí para comenzar a dirigirnos a la salida trasera.
Todo hubiera sido fácil y rápido si no hubiera visto ese cuchillo pasar por el lado de mi cabeza. Una de mis peores posibilidades se había hecho realidad, la chica de atípicos orbes carmesí y revueltos cabellos castaños, estaba ahí.

— ¡Blight, corre! — Eso fue lo único que atiné a decir mientras el miedo me corrompía.
Lo único que hicimos fue correr en la oscuridad, hasta que llegamos a una puerta cerrada. Habíamos logrado perderla por el momento pero tarde o temprano ella nos encontraría.

Había una cinta en la puerta, la cual con dificultad logré leer. Era la entrada al ala antigua y abandonada de ese hospital. Siempre había escuchado múltiples rumores sobre ese lugar.

Ambos empujamos con fuerza bruta la puerta hasta que logramos abrirla. Sabíamos que eso seguramente había llamado la atención de la chica de piel morena, así que nos escabullíamos lo más rápido que pudimos dentro del ala. Nos escondimos en una pequeña sala de almacenamiento, mientras lo único que escuchábamos eran sus pasos en completo silencio. En definitiva nos estaba cazando.

Im Not Your Pet • Beta BoschlowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora