Mikey había muerto, los del otro mundo ya sabían que aquello pasaría, unos días antes de la guerra que formó Manjiro, fueron a la casa del hijo de una hechicera muy respetable, al verlos hizo una reverencia, pues se trataba del gran emperador.
—¿En que puedo servirles?
—Haruchiyo, tú sabes como hacer que una persona que pertenece a este imperio se quede en mi mundo.
—Así que ya se dieron cuenta —De su estante sacó un frasco con un líquido, se lo entregó— Debes morir tú para que ella se quede en tu lugar.
—¿Qué? No, Mikey no hará eso. Es demasiado arriesgado. —Dijo Shinichiro mirando al chico y quitarme el veneno.
—Me juras que si yo muero, ella tomará mi lugar y se quedará en mundo.
-Asintió, así que tomo aquel frasco, lo guardo, después se iban a encargar de como tomarlo. Justo hoy era la pelea, antes de irse, Shinichiro detuvo a Mikey.
—Aún puedes arrepentirte.
—No lo haré, ustedes le quitaron la felicidad a una niña, es su oportunidad de ser feliz.
—Lo que está haciendo, es imperdonable, matara a inocentes.
—Takemichi... Ella solo quiere ser libre, en su desesperación piensa que eso es lo correcto, sin embargo, ni siquiera nosotros sabemos que es lo correcto, ¿sabes por qué? Porque ninguno de nosotros tres tuvo la necesidad de serlo, pues los tres nacimos libres. Decidimos con quien casarnos, a quien amar, ella no. Respeten está decisión que yo tomé
—Sí eso es lo que mi esposo quiere. —Mikey Sonrió y lo abrazó con fuerza, una cocinera llegó y le entregó los dulces con veneno. El rubio tembló-Todo lo hago por ella -Dio el primer bocado, el veneno le haría efecto después. Pues todavía faltaba tomar una dosis más.
Llegó a su casa, pues tenía todavía su vestido rojo, sujetó el frasco para beberlo por completo y despedirse de sus hermanos.
Los meses pasaron y ya era invierno, Manjiro tenía una hermosa bufanda, la nieve caía, tenía un paraguas pues también estaba lloviendo. Shinichiro, el chico que es dueño de una tienda de motocicletas se colocó a su lado, viendo el mismo el lugar, la tumba de Mikey.
—Por tu culpa me quitaste a un hermano.
—Yo no lo obligué a que tomará aquella decisión, Shinichiro. —Se puso de rodillas, su paraguas había caído, comenzando a llorar. Shinichiro la abrazó, pues él había perdido un hermano,
— Manjiro -Levantó su cabeza al escuchar esa voz, vio al rubio, la tenía sujetada de la mejilla— No llores más. No me arrepiento de morir, sé feliz ahora que puedes, sé esa libre mariposa que siempre has querido ser No llores mi muerte, porque yo no me arrepiento de haber muertoEl chico se fue y Manjiro comenzó a llorar con más fuerza, 17 años siendo sometida a humillaciones, entre otras cosas más, finalmente pudo ser libre, podría ser feliz porque aquí todos la querían y la respetaban, y lo más importante.
—Mi reina —Se levantó enseguida para correr hasta Haruchiyo, abrazándolo— Aquí si podemos estar juntos, la cuidare, la amaré, y la protegeré.
Shinichiro dejó un último toque en la tumba para después irse con su ahora hermanita, la chica iba jugando con la nieve pues en su palacio jamás pudo hacerlo, por primera vez estaba riendo.
—Shin, ¿podemos hacer chocolate caliente con bombones?
Sonrió, así que Asintió, para ir por los bombones, entre otras cosas más, iba a hacer un esfuerzo en darle todo lo que se merece, aunque bueno, con la fortuna que le había entregado su yo emperador, eso no sería difícil pues le entrego tanto oro que no era necesario trabajar toda su vida, así que estarían bien y su hermanita estaría tranquila.
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Esa mirada es mía
FanfictionMikey se estaba preparando para dormir como cada noche, sin saber que justo cuando cerrará los ojos su vida daría un giro inesperado -Las imágenes no me pertenecen, créditos a su respectivo autor