Mikey despertó, viendo su cuerpo sin ningún rastro de ropa, vio a su lado viendo al hombre, Takemichi, él de su mundo lo tolera, pero este, definitivamente lo odia.
Se levantó llamando a Ken, ya que estaba listo, se miró al espejo que tenía en su habitación, para salir al jardín, mirando al chico, este le hizo una reverencia.
—Eres demasiado atractivo, en ambos lo eres —Aquello lo dijo refiriéndose a los dos mundos— Por favor, quédate a mi lado.
No aguanto más cuando comenzó a besarlo, le gustaba su amigo, pero, en su mundo por ser hombres eso estaba 'prohibido', la verdad que fue la sociedad quien se encargó de aquello, ahora que era una chica, si podía besarlo, pero, estaba casada, poco le importaba, pues a lo que había descubierto, el chico la golpeaba y pasaba por encima de ella.
—Princesa —Le Susurró cerca de los labios para volver a besarla— No podemos hacer esto, está prohibido.
—Ken-Chin... Yo quiero, no puedes negarle nada a una princesa como yoAmbos se sonrieron para ir a una pequeña casa, para Mikey era su primera vez, para Manjiro, era claro que no. Iba a admitir que tener sexo teniendo el cuerpo de la chica era extraño, pero ahora, al sentir los besos en su cuello, lo hacía sentir estremecerse.
—¿Sucede algo? No me diga que es su primera vez
—Mi primera vez haciéndolo por amor.Aquello hizo que ambos se sonrojaran, los besos no se hicieron esperar, la corona que estaba en su cabeza ahora estaba en el suelo, junto al vestido color verde, Ken se tomó el tiempo para apreciar el cuerpo de su majestad, con cuidado la cargo llevándola a la cama.
—Sí te sientes incómoda, voy a parar.
—No te he dicho que pares —acarició sus mejillas volviendo a plantar un beso, como una indicación de que podía continuar.Ambos ya se encontraban desnudos, Ken poco a poco se fue introduciendo a ella, sintiendo las uñas en su espalda.
Minuto después, escucho lo que siempre había deseado, él era el causante de darle tal placer a su majestad, y le gustaba, le gustaba ella, desgraciadamente no pudieron casarse.
—Usted, no pertenece aquí, ¿cierto? —Preguntó el chico una vez que habían acabado, ahora estaban abrazados, en la cama.
—Tardaste en darte cuenta, Ken-Chin. —Sonrió al a ver dicho aquello, pues su amigo fácilmente se daría cuenta de su cambio, su Ken-Chin del otro mundo, ¿se daría cuenta rápido?
—No, lo supe desde que comenzó a gritarle a su hermano, algo que no haría mi princesa Manjiro, pero, quédese tranquila, no diré nada, mi lealtad hacía usted es muy grande.
Se abrazó al chico, volviéndolo a besar, tal vez, estar ahí no era tan malo después de todo, pero, aun así, tenía que regresar, sabía que su mundo, el tatuado ni siquiera lo volteaba a mirar como este Ken de aquí.
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Esa mirada es mía
FanfictionMikey se estaba preparando para dormir como cada noche, sin saber que justo cuando cerrará los ojos su vida daría un giro inesperado -Las imágenes no me pertenecen, créditos a su respectivo autor