𝐏𝐀𝐍𝐈𝐂 𝐑𝐎𝐎𝐌 𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝟐𝟏

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Se encontraba tendida en su cama, rodeada por la oscuridad y con los ojos tan abierto como si de un búho se tratará, habían transcurrido al menos seis horas desde que abandono su evento, llegó a quitarse la ropa de tal forma que pensarías que la quema para luego ir a la ducha, Sam estaba con ella en el penthouse, no quiso ir a su casa, ni a la de ella, tampoco a su oficina. Se levantó para hacer que sus pensamientos fluctuaran con más libertad, el contacto frio del suelo envió un escalofrío por toda su columna.

En un punto de la madrugada todo parecía estar pasando como si nadie notara su existencia, miraba por el gran ventanal de su sala de estar. En la cima del edificio, los autos pasaban cubriéndose por la lluvia de esa noche. Las luces eran más llamativas en esa estación del año.

Octubre. Hasta ahora era consiente de los pocos días para su cumpleaños.

Después de unos minutos escuchó unos pasos detrás de ella, al girar miró a su amiga acercarse adormilada y con una taza de café entre sus manos.

-La noche está muy fría. ¿No puedes dormir? ―Lena negó cruzando los brazos haciendo una mueca. -¿Quieres hablar?

Lena sonrió débilmente a su mejor amiga, asintió y se sentó en el sofá cubriéndose con una manta mientras esperaba a que Sam terminara de usar su teléfono.

-Bien, dime que paso hoy. ¿Pasó algo con Kara? ―La azabache la miró, en realidad, sí tenía que ver, pero no era su centro de atención. ―¿Lo que paso tiene que ver con ella?

Ignoró la pregunta recordando el cómo fue despertar desnuda, y sola en un cuarto que no era suyo, en una casa que no era suya, con un sentimiento que no era suyo. Ese estúpido sentimiento había regresado, sentía como su pecho se oprimía como si le robaran el aire, lo que pensó que se arreglaría por hablarlo con Danvers, pero no mejoro.

―Dormí con ella... ―La sonrisa de Sam era de lo más grande. ―No. No entiedes, no me acosté con ella, dormí con ella...

En casa de Kara después de despertar.

La mujer se removió sintiendo el frio de la temporada filtrarse por alguna abertura de la ventana, estiro su cuerpo de par en par y el dolor en su vientre la hizo dar una queja. Al abrir los ojos un poco de confusión llegó al darse cuenta de que no estaba en su habitación, tampoco era su casa. Recordó la noche que tanto deseo, sin embargo, no fue como lo previo... Hubo un orgasmo, tal vez dos. no hubo lujuria... Tal vez, ¿Deseo? ¿Cariño? ¿Amor?

¡Por todos los cielos, las cosas se le habían salido de las manos! ¿Qué había hecho? Estaba desnuda y no hablaba de ropa, su armadura había sido quitada... Entregarse a ella se sintió... Diferente.

Entonces, otro pensamiento la golpeó.

¿Dónde estaba Kara?

Pequeños destellos en forma de recuerdos llegaron a su mente, Kara tomándola como suya, besando cada parte de su cuerpo.


«Es la primera vez que hago esto con alguien»

―¿Kara? ―Llamó sin obtener respuesta.

―¿Estás ahí?

El temor es que haya despertado y se haya arrepentido.

«Claro, es obvio. Se marcho para no verme»

«No, ella no haría eso... ¿O si?»

Se sentó en la cama fregando sus ojos, eran las diez de la mañana y el silencio inundaba la casa, se tomó unos minutos para explorar el lugar, para después comenzar a maldecir, después de no encontrar ni siquiera una nota. Mientras tomaba sus prendas y volvía a vestirse se auto-regañaba.

𝐓𝐡𝐞 𝐁𝐮𝐭𝐭𝐞𝐫𝐟𝐥𝐲 𝐄𝐟𝐟𝐞𝐜𝐭 -- 𝐒𝐞𝐚𝐬𝐨𝐧 𝟏--Donde viven las historias. Descúbrelo ahora