-Cariño baja la voz, o vas a tener problemas.
-¡No soy tu cariño!
Me dejó caer en el suelo de la habitación, él cerró la puerta, mientras que yo lloraba en el suelo tirada, no podía levantarme, me dolía mucho el pie.
-Iris, no chilles o lo vas a lamentar.
-¿¡Qué me vas a hacer!?, déjame en paz Adrián por favor, déjame.
Él no le afecto mis comentarios ni que estuviera tirada en el suelo llorando, me cogió en brazos y me dejó tumbada encima de la cama.Iris acababa de salir a de la habitación, estaba muy arrepentido por lo sucedido, pensé que tal vez, ella sentía algo por mí, pero me equivoqué, ella ahora me odiaba.
Salí de la habitación y me encontré a Dylan en el pasillo, estaba liandose con un compañero de clase, me fui a mi habitación, o en la que me había quedado estos días, cerré la puerta y me acosté sobre la cama.
Había pasado un cuarto de hora, no podía pegar ojo, había mucho ruido, era mi cumpleaños, había mucha gente en la casa, era normal el ruido, lo que no era normal es cuando escuché a alguien llorar por los conductos de ventilación. No sabía de donde venía el ruido, dejé que sonara el llanto de la joven, hasta que escuché mi nombre entre sollozos, sabía de quién era la voz, la reconocí en ese mismo instante, me levante de la cama y fui abriendo todas las puertas de la casa.
-¡IRIS!, empecé a chillar por el pasillo.
Las habitaciones de la primera planta estaban todas llenas de gente, pero no estaba Iris por ninguna parte.
-Jack, ¿Qué te ocurre?- dijo Dylan.
-I-iris, estaba llorando, presiento que no esta bien, nada bien, me estaba llamando- dije muy rápidamente mientras buscaba a Iris.
-Tranquilo Jack, me chilló desde la otra punta del pasillo.
Bajé las escaleras a la planta baja, había mucho ruido, estaba el pasillo repleto de gente.
-¡IRIS!, ¡NO TE PREOCUPES ESTOY AQUÍ!- empecé a chillar por la zona de la entrada.
Llegué a una habitación que no se escuchaba nada de ruido, intenté abrir la puerta pero estaba cerrada con algo, empecé a tambalear la puerta hasta que se cayó la cerradura, abrí la puerta de golpe, ahí estaba ella, llorando, encima de ella había un hombre, era su ex, Adrián.
-J-Jack- dijo ella.
Me acerqué a él, lo cogí de la camiseta, y le di una bofetada, lo tiré al suelo para alejarlo de Iris, a él le sangraba la nariz, igual que mis nudillos, me quedé mirándola.
-Jack, gra-gracias, gracias de verdad.
-¿Estás bien?- dije con preocupación
-S-Si, no le dio tiempo a hacerme nada.
Ella se levantó de la cama, con mi ayuda.
-¿Puedes acercarme a él?
-Si.
Iris se acercó a Adrián, que seguía tirado en el suelo.
-Esto por ponerme los cuernos con mi mejor amiga- Le pegó donde más dolía.
-Y esto por hacerle daño a Julia- le volvió a pegar en el mismo sitio.
-Vamonos- me dijo sonriendo, mientras que Adrián se quejaba del dolor, la acompañé hasta la puerta de la habitación.
-Espera un segundo- dije dandome media vuelta.
-Mira, te lo voy a dejar bien claro, como te vuelvas a acercar a ella, te juro que te mato, ¿me entiendes?
-S-Si- me dijo Adrián.
Me di la vuelta y ayudé a Iris llegar al taxi, no volvimos a hablar ninguno de los dos. Ella estaba enfadada, y yo no lo quería estropear más.
Entré a la casa cuando deje a Iris dentro del taxi, llegué a la piscina, me tomé una copa de alcohol, que no sabía que era exactamente, tampoco le pregunté al camarero, ya que como era alcohol no importaba lo que llevaba, me desnudé y me lancé a la piscina junto Dylan.
-He encontrado a Iris- le dije.
-¿Estaba bien?
-No, prefiero no hablar del tema.
-Vale, mira Jackie, este es mi nuevo novio.
-Hola Jack.
-Hola Lucas, no-no sabía que eras gay, ¿Tú no estabas con Maddie?
-Si, pero ya lo hemos dejado, he salido del armario.
-Me alegro- le di unas palmaditas en la espalda.
Pese a que era mi cumpleaños, no tenía ganas de fiesta, quería que todo volviera a la normalidad con Iris, quería ser algo más que au mejor amigo, pero todos los sueños no se hacen realidad.
Me subí a mi habitación, me puse los cascos, y me puse a escuchar música, le tenía que pedir perdón, aunque yo sabía que nunca me iba a perdonar, lo hice mal, muy mal, después de un rato, ella leyó mi mensaje, pero nunca huvo un "te perdono", un "disculpas aceptadas", nunca me llegó un mensaje suyo.
Se me cayó una pequeña lágrima, nunca había llorado por ninguna chica, solo por mi hermana, no me sentía bien, me recoste en la cama, e intente dormirme.
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El Inicio De Un Fin
Teen FictionLa historia de la joven Iris, cambia un 31 de diciembre hace 5 años, no ocurre todo lo planeado, 5 años sin ser feliz, sin ser escuchada, pero este 31 de diciembre todo puede cambiar.