El Inicio De Un Fin

11: Felicidades Jackie 2 parte

Jack bajó para despedir a algunos amigos que se iban antes, eran las 12 de la noche, aún nadie le había dado sus regalos, de hecho no vi a nadie con regalos, a lo mejor ya no se hacían regalos a los cumpleañeros, pero yo si le tenía que dar el mío.
-¡Jack!, empecé a chillar para que subiera.
Se escuchaba alguien subiendo las escaleras, apareció una chica, la que antes me hizo daño en el pie. Era rubia, un poco más alta que yo, llevaba el rimel corrido, como si acabara de llorar.
-Jack sigue abajo, dijo la chica.
-Ah, vale, ¿Estás bien?
La chica se me acercó, y se sentó a mi lado.
-Mi novio me ha engañado con otro, me dijo.
-¿Otro?
-Si, el al parecer era gay, y yo me acabo de enterar, dijo la chica.
Me acerqué a ella, poniendole el brazo sobre su hombro.
-Mira, a mí me paso lo mismo hace unos años, pero se pasa página, búscate otro mejor, hay muchos en el mundo, unos cuantos millones.
-Gracias de verdad, y lo siento por lo del pie.
-Si necesitas compañía, o lo que sea, estoy aquí para lo que quieras, soy Iris, Iris Grey.
-Gracias, yo soy Maddie.
En eso sonó toques en la puerta, y se abrió, era Jack.
-Bueno, yo ya me iba- dijo Maddie.
-¿Dónde estabas?, te he estado llamando un buen rato.
-Mi hermano vino.
-¿Tu hermano?, ¿Tienes un hermano?
-Sí, solo que no suelo hablar de él, no tiene mucha relación con mis padres, ni conmigo, se fue con la novia, cuando se enteró que estaba embarazada, y se fue a San Francisco, ya que la novia era de allí, no ha llamado a mis padres desde entonces, y a mí tampoco, no vino al funeral de su hermana, y vino hace un año a pedir dinero, porque se separo de su mujer, la hija se la tuvo quedar él, porque la mujer no quería cuidarla y mi hermano se quedó sin nada, solo tenía a su hija... Mi hermano y su mujer tenían problemas con la droga, y la hija la tuvo que dar en adopción.
-Pobre niña, ¿Qué edad tenía?
-Ahora por lo que he entendido tiene unos 10, ha tenido que sufrir mucho.
-¿Y por qué ha venido tu hermano hoy?
-Para felicitarme, y para decirme que esta con una agencia, firmando papeles y eso, para poder sacar a Jasmin del sitio de adopción.
-¡Eso es genial Jack!, a lo mejor puedes conocer a tu sobrina.
-Él ya trabaja, ha rehecho su vida, digamos que ha empezado de cero, tiene casa propia y presiento que ha cambiado.
-¿Y tus padres no están contestos?
-No lo saben, no saben que ha vuelto de Los Ángeles ni que ha vuelto al pueblo.
-¿Se lo va a decir?
-Supongo que de un momento a otro se lo dirá.
Le sonreí, y nos quedamos los dos mirando al techo sin decir nada.
-Jack.
-¿Si?
-Te compré un regalo.
-No tenías porque hacerlo.
-Está en esa esquina de la habitación, dije señalando.
Él cogió la bolsa y abrió el regalo.
-¿Una bola de copos de nieve?
-Si.
-De Iris, por muchos inviernos juntos.
-Sé que no es invierno, pero era lo único que me llamaba la atención.
Después de leer lo que le había escrito en la parte de abajo de la bola, me abrazó.
-Gracias.
Nos quedamos mirándonos un buen rato, él se iba acercando poco a poco, hasta que nuestros labios se encontraron, todo pasó demasiado rápido, en eso reaccioné, me aparté de él lo más rápido que pude.
-¿¡Qué haces!?, lo siento Jack, esto no puede ser, ¡Eres mi mejor amigo!, ¿¡Cómo se te ocurre besarme?!, y además después de lo Adrián, tu sabes que no estoy lista para esto Jack, tú lo sabes.

Salí de la habitación de invitados a la pata coja, ya que no podía apenas andar. Después de bajar todas las escaleras, me choqué con un hombre mucho más alto que yo.
-Ten cuidado por donde pisas- dijo el hombre.
Él se giró, y me miró de arriba a abajo, yo le miré, no podía creer con quién me había chocado.
-A-Adrián.
-Hola Iris, hace mucho que no nos vemos, estás mucho mejor que hace unos años- dijo medio borracho.
-Y tu sigues igual de gilipollas que hace unos años.
-Venga nena, no seas así, que estamos en una fiesta.
-Mira Adrián, no estoy de humor para tus tonterías, quiero salir por la puerta, me duele el pie y además puedo andar, así que apartate.
-Así que te duele el pie...
Él me empezó a agarrar de la cintura, me levantó del suelo, y me llevo a una habitacion que había en la planta baja.
-¡Sueltame!, ¡SUELTAME!, ¡No me toques!, ¡Jack!, ¡JACK!