6.|| Jason ||

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|| Noviembre, 1985 ||

|| Chrissy ||

No sé en qué momento empecé a recordar la imagen de Grace en mi casa. Parecía irreal. O a lo mejor sólo me parecía raro ya que no había sentido esta sensación de nervios tan extraña con ninguna otra amiga. Y empecé a recordarla cuando subí otra vez a mi habitación y vi el armario abierto. El armario en el que nos habíamos caído dentro.

O a lo mejor pude haberme incorporado inmediatamente, pero no lo hice, es verdad. ¿Por qué?

Y ella sentada en uno de los sofás, cuando rozó mi rodilla; cuando nos miramos a los ojos en un silencio cómodo sin mediar palabra; la urgencia que por mi parte era inevitable sentir cuando me precipité a subir las escaleras para cambiarme de ropa a una más decente.

¿Nunca has sentido como esa necesidad de que, cuando ves a alguien que tiene un algo especial que solo tú ves, tienes que estar lo más presentable ante sus ojos? Al principio lo dejé pasar. Luego me di cuenta de que las personas sienten eso cuando tienen esa sensación de tener algo especial. Independientemente de si es de forma romántica.

Me puse ropa cómoda y abrigada y salí a la calle para dar un paseo que me dejase pensar y respirar con claridad a la vez.

Me vestí con unos pantalones anchos de color melocotón, una camiseta algo ajustada negra de manga larga y una chaqueta de deporte rosa palisandro* y unas zapatillas blancas con una coleta baja y algunos mechones rubios cayendo hacia adelante.

Claro, obviamente no era el conjunto perfecto para encontrarme con mi novio, Jason Carver; el líder del equipo de baloncesto del instituto, uno de los populares después de que <<El Rey del Instituto Hawkins>> se graduase.

—¡Chrissy! Vaya sorpresa.— Dijo y se inclinó para darme un beso que yo evité con un abrazo; Jason se extrañó un poco pero lo dejó pasar. Venía de correr. Creo que es por eso por lo que lo rechacé: porque , ¿Estaba sudado? Sí, por eso.

—¿Qué tal, Jason?— Le pregunté intentando llamar otra vez su atención, y él me volvió a mirar con una sonrisa perfecta. Y ya entendía por qué me gustaba Jason.

Jason era cariñoso, atento, era popular, un chico encantador con una sonrisa perfecta y un muchacho al que le gustaba pasar sus ratos libres con su novia, y convertir ese tiempo en tiempo de calidad. Era el novio que todas las muchachas se morían por tener.

—¡Bien! ¿Y tú?— Me preguntó.

— Bien...— <<me siento muy extraña y creo que es por, ¿Grace? No sé, pero ella me hace sentir muy bien. Demasiado bien, a decir verdad.>> Lo pensé. Claro que pensé eso, pero ni loca lo hubiese dicho—Cansada.

—Ah, ya, es verdad; ayer fuiste a la fiesta de esos bichos raros.—Me molesté por el termino y el tono con el que se refirió a Grace y a Eddie; vale, Eddie era un friki de poco fiar, ¿Pero Grace? Había descubierto que era una chica encantadora, muy divertida, práctica, de esas en las que se puede confiar, de esas a las que no le da miedo caerse, hacer el ridículo o ensuciarse sin temer ser juzgada. Era una chica optimista que romantizaba todo lo que se movía a su alrededor para darle un poco de color al mundo. Y además era muy guapa, y...

Su imagen volvió a proyectarse en mi cabeza. No, no, ¡No!¡Fuera!¡Estaba con Jason!¡Con mi novio!¡Porque yo amo a Jason!

¿Amaba a Jason?

¡No! Digo, ¡Sí, claro que sí!... ¿Sí?

—Son... Diferentes.—Me limité a decir, con miedo de que pensase cosas raras.

— Y raros.

—¡No! Ellos son... Ven la vida de otra forma, más divertida, eso es todo.

—¡Vamos, Chrissy!— Se mofó— ¿Ya te han lavado el cerebro?

—No— y mi cara adoptó una expresión muy molesta—, ¡Son personas como tú y como yo! ¿Qué más da la música que les guste o, las series y películas que vean o, los juegos a los que jueguen o...?

—¿Las personas a las que "amen"?— Me interrumpió como si todo eso fuese muy gracioso y haciendo énfasis en las comillas. Ya está, ¡Qué cabezota!

—Sí, Jason, porque, por raro e inapropiado que te parezca, hay muchas formas de amar.— La reacción de Jason fue: dejar de reírse. Pasar por el miedo y luego la confusión. Por último: la incredulidad.

—Dios Santo, Chrissy... eres... ¿Una de ellos?— Dijo echándose un poco para atrás.

—¿Qué?¡No!¡Por supuesto que no, solo es que...! No me gusta que mi novio se meta con una... conocida mía.

—Vale—volvió ha acercarse más y puso sus dos manos en alto en señal de derrota—, pues siento haberme metido con tus amigos nuevos.— Vale, estaba lo suficientemente cerca como para comprobar si de verdad quería a Jason y que todo esto solo era una etapa.

No me culpes por lo que vas a leer a continuación, lector, ¡Pero estaba en un momento de confusión no muy sano! No me odies, por favor.

—Acompáñame a mi casa, por favor.— Dije de pronto, cogiéndole de la mano; mi casa no estaba muy lejos, así que, muy confundido, caminó conmigo hasta mi casa.

Pasamos con cuidado y en silencio por el recibidor y subí las escaleras corriendo con Jason de la mano, quien me preguntaba a cada rato que qué me pasaba, pero yo no respondía, solo iba reuniendo valor para comprobar una cosa muy importante.

Una vez cerré la puerta de mi habitación, me precipité hacia Jason y le besé en los labios, poniendo ambas manos en su cuello. Noté un leve rubor pero más allá de eso... nada.

Me separé y le besé otra vez. Jason se confundía más y más. Me separé de nuevo y le miré con una mezcla entre miedo, confusión, nervios y terror. Todo junto.

—¿Y esto?— Me preguntó muy confundido, creo que incluso más que yo— Cuéntame lo que te pasa, quiero ayudarte si algo está pasando.— Le miré con cariño y tristeza, así que ambos nos sentamos en mi cama para poder contarle la verdad. Bueno, un poco mezclada, pero la verdad, a fin de cuentas. O al menos eso quería pretender.

— ¿Prometes no enfadarte?— Le pregunté y él negó frenéticamente con la cabeza. Jason me quería, pero no podía hacerle esto. Mentirle y a causa de eso, hacerle daño. Jason era una buena persona y siempre le recordaría como alguien muy especial para mí. Yo le quería a él, siempre le querré, pero quizás no era mi amor definitivo.

—¿Qué pasa?— Me dijo con cautela, cogiéndome una mano y llevándosela a su regazo. Cogí aire.

—Jason, yo te quiero; te quiero muchísimo—empecé y él asintió—, pero estoy muy confundida porque creo que tengo sentimientos hacia una persona, o estoy empezando a tener sentimientos hacia una persona. No te quiero hacer daño, te lo juro, es lo último que quiero en este mundo y creo que... estás mejor sin mí. Porque tú me quieres de una forma pero yo... creo que... lo que quiero decir es que a lo mejor funcionamos mejor como amigos.—No se lo tomó bien, claro, pero después de unos cuantos momentos largos, asintió cerrando los ojos y me dijo:

—Lo entiendo.—Y sentí cómo el aire volvía a mi ser de golpe; había sido demasiado difícil decirle eso de forma que omitiese a cualquier ser humano existente y de forma que Jason no descubriera que ese ser humano era Grace.

Cuando ambos volvimos a la calle y yo me puse a caminar hacia el lado contrario, Jason llamó otra vez mi atención.

—Solo quiero saber una cosa...—Le miré por última vez— Esa persona...— Ay, no, ¿Se había notado que era ella? No, es imposible, es... pero...,— ¿Es el friki de Eddie Munson?— volví a respirar y le sonreí ampliamente antes de mirarle con cariño y confirmarle.

— Para nada.



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|| 𝐀𝐦𝐨𝐫 𝐄𝐬𝐜𝐨𝐧𝐝𝐢𝐝𝐨 ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora