Narrador
Chrissy estaba aterrada. No podía ver nada más que masacre a su alrededor. Solo pudo recordar ese beso que le había dado a Grace segundos antes de desmayarse de nuevo.
—¿Chrissy?¿Crees que...?— Empezó Eddie, pero Grace aún enfadada y más preocupada le mandó callar; Grace todavía no podía creer que su mejor amigo le hubiera podido hacer esto. Que la hubiera mentido en su propia cara, era increíble...
Estaba a punto de volver a gritar a Eddie cuando la rubia cobriza por fin se despertó del lapsus. Sus piernas parecían de gelatina y pronto estaba sentada en el suelo, sin apenas equilibrio ni raciocinio.
—¿Estás bien?¿Qué te ha pasado? Eddie te a dado algo raro, ¿Verdad?— El susodicho miró a su amiga con una punzada de dolor en el pecho. Eddie Munson bien podría ser un desequilibrado, un maniático, un loco amante del heavy metal. Pero jamás drogaría a nadie, y menos a la chica que le gustaba a su amiga para hacer quién sabe qué.
— Tu enfado está hablando por ti, ¿Crees que sería capaz de hacer algo así, Grace? Dime. — Inquirió el metalero, pero Grace le miró con leve arrepentimiento y solo se dispuso a ayudar a Chrissy a sentarse en el sofá del tráiler. El único que había.
— No sé por qué estábais abrazados, pero tampoco me interesa.— Sentenció la rubia. Eddie perdió los estribos.
— ¡Pero te estás equivocando una y otra vez, Grace! ¿Por quién me tomas?¿Esa es la confianza que tienes en mí?— La rubia estaba lista para pelear por segunda vez cuando la animadora cogió una mano de Grace.
—Por favor...— empezó— no discutáis más. No es lo que parece, Grace, él solo...— Pero la rubia no quería escuchar nada más. Si ya de por sí estaba preocupada por Chrissy, no tenía ganas de que esta gastara fuerzas en explicar cosas. Así que se limitó a contestar:
— Estás débil, Chrissy, venga. Voy a llevarte a casa.— Pero Chrissy se incorporó como pudo, con una desesperación clara en su rostro.
— ¡Escúchame!— La rubia se sorprendió por la energía con la que la había respondido, así que se quedó callada, espectante— Ahora me vas a acompañar a casa, y una vez ahí te vas a quedar callada y prestando atención a cada una de las palabras que te diré, ¿Vale? — Se giró hacia Eddie— Lo siento por todo esto, Edward.— Eddie se apresuró a cavilar y a apresurarse hacia la puerta para que Chrissy y Grace pasaran.
Grace hizo el ademán de pasar un brazo por los hombros de Chrissy y, aunque a la animadora no la hubiese importado, se limitó ha decir que podía caminar sola perfectamente. La rubia dede entonces mantuvo las distancias en todo el camino a casa.
En el trayecto de casa de Eddie hacia la casa de Chrissy, Grace no dijo nada, estaba nerviosa. Chrissy también permanecía callada, pero no porque no tuviera nada que decir, bien sabía que podía decirle muchas cosas en ese momento, pero decidió controlarse hasta haber llegado a casa para empezar.
Una vez en la puerta de la animadora, Chrissy cogió aire. Se llenó los pulmones, y una vez con el valor suficiente, abrió la puerta y no esperó a que Grace pasara por ella para ir casi corriendo hacia su habitación, desapareciendo por las escaleras; Grace cerró la puerta a su espalda y se detuvo en cada esquina a admirar la casa tan grande e impecable que tenían los padres de Chrissy. Tan... diferente a la suya.
Por un lado, estaba el salón, tan grande como el suyo y parte de su habitación juntos, enfundado en una preciosa textura de mármol blanca que te daba la sensación de que podías pasar la lengua por el suelo y no toparte con ninguna partícula de polvo en él. Todo tipos de cuadros en las paredes, pero no excesivos; Cuadros familiares, cuadros donde ella salía de pequeña, con algún peluche o en París sosteniendo un helado con una boina muy mona. Cuando girabas a la izquierda, encontrabas una barra que separaba la cocina del salón y a la derecha, un baño reluciente. Coqueto. Y en frente... las escaleras hacia las habitaciones. Hacia la habitación de Chrissy, de sus padres. Se preguntó por un momento dónde se encontraban siempre los padres de Chrissy.
Grace subió cada escalón perdiendo la respiración uno detrás de otro. Hasta que por fin dio con la habitación de Chrissy; ella estaba sentada en su escritorio, donde seguramente era su lugar para estudiar, maquillarse, o hacer cualquier cosa manual. Detrás suya, una cama grande y acolchada. Muy cómoda.
La rubia se sentó detrás de Chrissy, manteniendo distancias entre su silla y el borde de la cama donde se había sentado ella, controlándose.
—Grace— la cobriza cogió aire y se giró sobre sí misma en la silla para verla— antes de nada, quiero que sepas que Eddie y yo no... no.— Finalizó con ese tema y se dirigió al importante— Porque yo... a mí me gusta alguien más. Alguien más que Jason; con ese alguien me siento... aterrada, pero me siento libre. — Grace se removió en su asiento y trató de respirar cuando Chrissy se aproximó hacia ella. Sus labios a escasos centímetros— Descubrí que quería volver a besar a ese alguien. Volver a besarte.— Grace tragó saliva y descansó ambas manos en la cintura de Chrissy.
—¿Entonces por qué no lo haces?— Quiso saber la rubia. Sus mejillas ardían.
— Porque me da miedo.— Se quedaron un rato así, calladas, tentando su propio control. Hasta que después de unos tortuosos momentos, Grace preguntó:
—¿ Y si lo hago yo?— A la animadora también se le fue el aire de los pulmones.
— En ese caso no me daría tanto miedo.— Y sin esperar un segundo más, Grace la atrajo hasta que Chrissy se sentara en sus piernas y la besó; primero un beso lento, después se intensificó más.
Las manos de Chrissy viajaron hacia el cuello de Grace, apoyándolas, y moviéndose hasta sentarse mejor encima de la rubia. Grace la agarró con fuerza e hizo que Chrissy se tumbara sobre su espalda; los labios de Grace bajaron hasta el cuello de la cobriza y la dejó pequeñas marcas y un rastro de saliva que en ese momento no le importaba mucho a Chrissy.
La animadora apenas y podía ralentizar los latidos de su corazón. Todo estaba en llamas, y lo peor es que ella estaba dejando que ese fuego la quemase entera.
Pero justo cuando Grace estaba por sus clavículas, la puerta se oyó. Sus padres.
—¿Chrissy?¡Ya estamos aquí!— Gritó su madre a modo de saludo. Ambas estaban pálidas.
—¡Hola!— Saludó Chrissy con los nervios a flor de piel mientras que instaba a Grace a que se tenía que ir inmediatamente. —¡Por la ventana!¡Por la ventana!¡Rápido!— Susurraba a la rubia. Grace la miraba mientras abría la ventana y se disponía a bajar por unas escaleras que estaban apoyadas en esa pared de la casa, dentro del jardín de los Cunningham.
—¿Entonces te veré mañana?— Quiso saber Grace en un susurro.
—¡Vete!— La respondió con otro susurro, pero la rubia todavía no se iba.
—No me iré hasta haber dado con una afirmación.— La cobriza ya estaba sudando.
—¡Sí, ahora vete!— La susurró y Grace por fin sonrió y se fue como alma que lleva el diablo.
N/A: Gracias por el apoyo!! Perdón por dejaros sin contenido durante tanto tiempo :((
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|| 𝐀𝐦𝐨𝐫 𝐄𝐬𝐜𝐨𝐧𝐝𝐢𝐝𝐨 ||
Fanfiction"-Siempre quieres esconder lo que acabas de encontrar." ¿Qué pasa cuando una animadora heterosexual típica de las películas estadounidenses, se enamora de alguien totalmente opuesta a ella? Un multiverso donde Chrissy Cunningham no es poseída por Ve...