|| 𝐀𝐦𝐨𝐫 𝐄𝐬𝐜𝐨𝐧𝐝𝐢𝐝𝐨 ||

14.|| Maldición ||

narrador

Un corro formado por los que se quedaron en la fiesta fue realizado alrededor de una mesa donde descansaba una especie de colgante muy antiguo con esa dichosa advertencia. Grace se acercó a su amigo para que le explicase la situación, y la respuesta no pudo causarla más escalofríos; resulta que Eddie se había encontrado ese amuleto en medio del bosque. Como era tan extraño, decidió probarlo junto a sus compañeros de banda. Lo que pasó ese día quedó en un secreto de confesión, por esa misma razón estaban esa noche alrededor de ese objeto, expuestos a cualquier cosa que escondiera.

—Muy bien—empezó Eddie—, ¿Quién quiere empezar?— Hubo unas cuantas manos levantadas, valientes; alrededor de la mesa se encontraban Jason, junto a otros dos chicos más que también eran de su equipo de baloncesto en el instituto; Nancy junto a su novio actual, Johnathan; Eddie y su grupo y por último Steve Chrissy y Grace. 

Jason dio el primer paso, cómo no, así que Eddie le extendió el amuleto y este se lo puso alrededor del cuello. De repente, Jason cayó desmayado y acto seguido se volvió a levantar con los ojos dados la vuelta. 

Todos quedaron rezagados y asustados, pero Eddie y su banda sabían lo que estaban viendo, así que procedieron a hacerle preguntas al chico poseído.

—Jason, ¿Qué ves?— Todos permanecieron en silencio, mudos, atentos a cualquier interacción. Jason tardó unos cuantos segundos en volver a hablar hasta que, con una voz más profunda que de costumbre, empezó a relatar con pelos y detalles lo que estaba viendo.

—Veo... una casa abandonada—relató—; no hay luz. Alguien me persigue... estoy en el suelo... no... no, ¡No!, ¡NO!—Jason empezó a temblar y acto seguido sus pies empezaron a despegarse del suelo pero antes de que pudiera hacerlo, un chico de la banda le quitó el amuleto a Jason, liberándolo de aquél trance. El chico rubio cayó nuevamente al suelo, en sus ojos ahora normales una expresión de terror. 

Sin embargo, todos fueron adoptando una faceta más valiente, mientras que otros simplemente se fueron a sus casas presas del miedo.

—¡Bien hecho, Jason!¿Qué tal la experiencia aventurándote en tus miedos más profundos?¿Quién es el siguiente?— Ya veía. Con que ese amuleto te sumergía en tus pesadillas más profundas. Eddie miró a su amiga.

—Te toca.

—¿Por qué a mí?—Inquirió Grace pero Jason, aún pálido, respondió por él.

—Porque el amuleto a decidido así el sentido del juego. Me lo ha dicho. Te... te quiere a ti.—Pero esta vez Chrissy fue la que intervino.

—Me niego.—Chriss...— No voy a dejar que ella se arriesgue a... experimentar lo que sea que a experimentado Jason.

—Vamos, animadora—Insistió una chica llamada Sophie, también del grupo de Eddie—. Solo un poquito de adrenalina.

—¡Que no!— Gritó la cobriza sosteniendo a Grace de la muñeca.

—Hagamos algo—Dijo un amigo de Jason—. Ya que estás tan apegada a Grace, debes ponerte tú el amuleto y responder con total sinceridad a cualquier cosa que te preguntemos. Si lo haces bien, dejaremos a tu 'amiga' y destruiremos el amuleto.—Chrissy lo pensó durante unos momentos. Grace se encaró al chico, pero fue demasiado tarde. Mientras ellos discutían Chrissy ya se había pasado el amuleto por la cabeza.

Chrissy

Me desperté en medio del salón de mi casa otra vez. Fue como la vez en la que esa cosa me vino a visitar. Eddie nos había explicado todo antes de coger el amuleto; si querías oírles desde fuera, debías encontrar la luz en medio de la oscuridad para poder comunicarte con ellos a través de lámparas, bombillas...