Zapateando completamente irritado se quejaba en su mente por el actuar del mayor.
¿Que carajos le sucedía, y ahora tenía el descaro de reclamar?, eran dos animales sobre el mismo nido, eso parecía, no comprendía por qué el oso parecía querer echarle con su actuar.
Buscó al DJ de la fiesta, pidiendo ciertas canciones, pensó en bailar, no era su fuerte, pero seguro dejaría sus enojos en medio de la danza, el sonido agresivo de los bajos inundó sus tímpanos, justo esa sensación buscaba. Como arte de magia, las personas en aquella fiesta empezaron a descontrolarse un poco.
Buscó una bebida, bastante cargada, y en su acción notó la presencia de Juan, Juan Guarnizo, solo. La persona que había organizado la fiesta solo, puso en las bebidas mitad de vodka, y la otra de ron, mezclando ambas con refresco de lima y jugo de limón. —¡Quiero que tomes! — Le gritó entre la música al colombiano, quien con una sonrisa había captado ese momento en camara y le aceptó el vaso extra con gusto. Ahora ambos bebían y reían, se unían en platicas y bromas con otros streamers de América latina, dejando a los europeos por un rato. No quería encontrarse con Rubius, no quería ver esa mirada verdosa, y mostrarle con la suya que estaba realmente enfadado.
Seguía el paso de la melodía, poco a poco se mezclaba en la playlist algo de phonk, definitivamente todos estaban en su punto. Poco a pocos los bandos de streamers se unieron en el baile, saltaban y gritaban, disfrutaban el momento, más Quackity que por las copas que llevaba encima entró en calor y se dejó llevar, danzaba junto a Juan y demás personas como Spreen, Caree, Komanche, e incluso Pol.
Las luces de colores iluminaban la hermosa terraza, decorada con plantas, confetis y algunos globos, distinguió a alguien tocar su espalda, era aquel streamer que con mucha amabilidad le había ofrecido su amistad. Le invitó un copa más, a esa altura Quackity aceptaba cualquier bebida. Las cosas de a poco se ponían extrañas cuando sintió la distancia cortarse entre ambos. Extrañado observaba a chico que con una mirada dominante le tomaba para bailar. El dulce patito comenzaba a comprender el enfado del oso.
Estaba celoso el albino, eso era, por eso le contestaba de aquella forma, quizá pensaba que el también seguía su juego y no era así. Sus ojos iluminados por la luz artificial se pasearon hasta Rubius que observaba la situación desde una esquina; su pensar fue interrumpido cuando una nariz caliente toco su mejilla, Alex consternado empujo suave al streamer que se comportaba diferente que hace unos ratos.
El contrarió volvió a acercarse y le tomó de forma firme desde su cintura, pegándolo a su pecho. —No temas, no haré nada que no quieras. — Sabía que esta afirmación era mentira, puesto que ya estaba invadiendo el espacio personal del azabache, trató no hacer tanto escándalo ante ese acercamiento, sus ojos negros alumbrados por la luz azulada transmitieron temor cuando de dedico una mirada a Rubén pidiendo auxilio. El intruso le había tomado de forma rápida y feroz de su muñeca para alejarlo de la multitud.
Sus brincos se hicieron mas pequeños hasta que se convirtieron en pasos lentos, una mano se acercó para deshacer el fuerte agarre que le tenían a Quackity, el tercio miró el por que se había deshecho el agarre, notando que un peliblanco el miraba de forma fulminante, llevando el cuerpo del moreno a su pecho resguardando al mismo. — Por qué no te largas, crack?— Aquello, más que ser una pregunta fue una afirmación, el ojinegro sin entender nada se dejó defender, ahora nuevamente estaba siendo alejado, la diferencia era que ahora estaban el patito y el oso juntos.
—Rubius...? — Preguntó suave en el pasillo que llevaba escaleras abajo, y al final daban a la salida. Miraba la espalda contraria, sintiéndose culpable por pensar que era realmente atractivo la parte trasera del mayor, justo en ese momento, no debía. —Quacks, debiste alejarte desde el momento en que se te acercó, desde la primera vez que te coqueteó. — El bajito se sentía como un tonto. Entonces más de una vez le había coqueteado y el no se había percatado, miraba al suelo con pena y jugaba con sus manos. — No sabía... Rubius, de verdad que no me di cuenta... Perdón. — El oso al escuchar su disculpa se volteó y camino unos pasos hasta el chico del gorrito pesquero, no debía pedir perdón. — Ey... Patito, mírame, no debes pedir disculpas. No fue tu culpa, ni nada. Yo, solo... Mhmm... Estaba celoso, estaba enojado, y debí decírtelo, o algo. — Confesó acercándose más al chico agachando un poco su postura para estar a su altura.
El menor tembló bajo su cuerpo, era imponente y atractivo, su mirada intimidada subió a la de el, mostrando esos orbes que a Rubén le encantaba apreciar. El rojo de su rostro contrario le hizo sonreír más, con permisión revisó que no hubiese nadie y regreso al chico. — Eres realmente lindo... ¿Puedo besarte?— Dijo en un tono dulce paseando su mirada hasta sus labios, los cuales Quackity relamió, se pasó por el arco del triunfo si era repentino.
En todo este proceso el chico, estaba inquieto y su cuerpo no respondía bien, no quitaba su vista de la de el, estaba a desfallecer. Al oír la pregunta una corriente le pasó por su cuerpo, relamió sus labios y no supo que decir, la mano de Rubén ya se encontraba en su mejilla, acariciando con ternura. — Si por favor... — Respondió el chico atontado, unos segundos después se deleitó con unos labios tersos sobre los suyos, labios delicados y lindos.
El lento vaivén de sus bocas logró que todo a su alrededor se esfumara y solo existieran ambos, Alex trataba de jalar un poco de aire, no había sido mucho que empezó el beso. Pero su estado vigoroso le ganaba completamente. Se rendía ante el dulzor del mas alto quien le tomaba de sus hombros para dejarlo quieto y probarlo con más tranquilidad. El bajo se separó y soltó un gustoso suspiro pegando su frente en el pecho contrario, sus manos tomaban con firmeza la tela que cubría la espalda de Rubén. — R-rubius...—
— ¿Si? — Preguntaba buscando la mirada del menor, a quien le temblaban sus extremidades, recordaba esa sensación la primera vez que se enamoró, su estomago revuelto y sin poder hablar, se sentía como descansar sobre un áspero y cómodo campo. Como si el beso haya sido el espacio donde podía recostarse.
Se quedaba con el espectro rozar sus labios, como si la sensación no pudiese despegarse, quedo grabado dentro de el, y no cambiará.
—¿Podemos ir a casa...?—
1127 p.
—<3
Lamento la tardanza, ando con mil cosas en la universidad y no me dejan contestar más seguido.:c
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Ojos negros. - 𝑸 & 𝑹;;,
RomanceOjos profundos y llenos de sentimientos. Sus lágrimas brillaban por la luz del sol. Alguien había apagado su mirar, era alguien detrás de él. Algo se avecina. El soñar era su mayor temor. Fanfic Rubckity and more... #JUST FOR FUN.