𝖫𝗈𝗏𝖾 𝖥𝗈𝗋 𝖬𝖾𝖽𝗂𝖼𝗂𝗇𝖾 | 𝖧𝗈𝗌𝖾𝗈𝗄

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Tal vez eras tú , el gran problema.

Estaba sola , en paz y con miedo. Con dolor y angustia.

Aun así , estaba sonriendo , mis pies jugaban con la arena , y yo estaba sentada ahí , pensando.

Saba que venía después , vendrías por mi , eres un desquiciado.

Y yo , una estúpida.

Sería tan buena idea volver a casa arrepentida, avergonzada,  en casa , con mis padres.

De dónde nunca debí salir , de dónde jamás debí probarte a escondidas y fantasear con la vida perfecta y llena de amor.

La brisa húmeda comenzó a resbalar del cielo , no tenía a dónde ir , no había nadie aquí , estaba sola y en peligro ahora que lo pensaba con claridad.

Huí de tus brazos y muy posiblemente, regresaría arrepentida y avergonzada, a tu casa , contigo , Hoseok.

Yo dependía de tus manos , podías matarme y olvidarte de mi en cualquier momento, o amarme y cuidarme cómo siempre prometiste hacer.

Cariño mío , maldito mío.

Baje mi cabeza cansada, la luna cubria el sol poco a poco , tenía que buscar un lugar donde dormir.

Suspire aun más , ¿pasará algo malo si me quedo aquí? Lo peor seria que me que lleve el agua , no lo sé.

No pasó.

Desperté despacio , mi cuerpo no tenía frío ya , estaba sonriendo , tal ves era un gran sueño. Uno del que no quería despertar.

Pero no fue así , olía todo a tu perfume.

- No llegarias lejos con una pierna rota , me divertí muchísimo desde mi lugar , parecias tan tranquila , tan feliz. - tu mano se deslizó por mi cabello, no pude hacer más que cerrar mis ojos.

- Tu no puedes serlo , de mi depende eso corazón - pude sentir como esa píldora amarillenta entro a mi boca , enseguida el agua.

- Anda , no hagas las cosas más difíciles.

Lo hice , otra vez.

Sabía muy bien que dolía menos así , mi esposo , el gran Jung Hoseok, tenía que practicar sus cirugías antes de presentarlas en el gran hospital de su padre.

Nadie en su sano juicio podía ceder, pero yo era su esposa , tenía que ayudarlo en su carrera , aunque me lastimara tanto.

Desquiciada, yo.

Enferma , yo.

¿Tan mal estaba por su amor?

¿ Porque no dejaba de amarlo a pesar de todo?

No lo sé.

Era el año de 1962 , un año prodigioso. Tu llevabas tu precioso uniforme azul , tu maquillaje era demasiado notorio , aún más de tus labios.

Tu cabello parecía no tener error aparente, escribías , mientas que tú jefe no dejaba de hablar caminando de un lado a otro, tenía un gran comunicado por redactar a los periodistas.

Mi cuerpo descanso sobre una cómoda silla de madera , mis piernas de cruzaron al igual que mis brazos , sentí la tela de mi camisa verde arrugarse y apretar mi espalda.

Estaba más que atento a tus movimientos, a ti.

Eras realmente bella , además, muy joven y sana , no morirás tan pronto como las demás , en tu pondré mis manos , en ti nacerá la evolución de la medicina , de la cirugía.

Sin anestesia , ni instrumental.

Solo con mis manos , grandes y detalladas.

Sonreí mientras asentia, podía notar que no tardarías en caer a mis pies , sabia muy bien quien eras , conocía el yugo de tus padres y su amplia manifestacion en la sociedad.

Así fue como pude verte más a menudo , más de cerca y poder mostrarte mis ideas.

Todos me veían como un desquiciado, pero yo tenía amor por la medicina , y por ti , corazón.

- Te noto incomoda , ¿quieres que me detenga?

- Me duele , mucho.

Dijiste cerrando los ojos. Sudabas y también mordias tu labio , apretabas la cama con un gran suspiro.

Incluso yo me sentía amenazado , demorabas más de lo normal , y eso que no era la primera vez que te quitaba la pierna y volvería a poner en su lugar .

- Si te sigues moviendo, voy a perder el pulso , intenta hacer presión , pierdes mucha sangre , estás salpicandome los anteojos.

- S-si - me obedeciste.

Gire mi cabeza para tronar mi cuello , estaba cansado , la posición era muy inclinada.

Sentí como poco a poco ,  cómo tu respiración se desvaneció.

Estabas helada y no respondías mis preguntas más que con un quejido ronco.

Tu mano cayó a un costado de la camilla , detuve en seco mis movimientos para tomar tu rostro entre mis manos , bese tus labios de nuevo.

No podías ver cómo pude reconstruir tu cuerpo con ingresos de un puerco, gracias por nunca decir un no , corazón.

Aún en putrefacción, seguías sirviendo para mis prácticas y demostraciones en el hospital , psiquiátrico.

𝖡𝖳𝖲 𝖸𝖺𝗇dereDonde viven las historias. Descúbrelo ahora