Hay cánones , sencillos o complejos en cualquier lugar de la exigente sociedad. Uno de ellos , es el hogar, dónde uno pertenece desde que nace , hasta que dice partir y conseguir su propia familia.
La plena felicidad no existe , y si alguien me contradice, se engaña a si mismo.
No hay personas perfectas, y lo peor del caso es que no buscan corregir esos defectos pequeños o de gran escala.
La luz grisasea estababa por la pequeña ventana de la cocina , justo a la altura del lavaplatos. La cafetera estaba en funcionamiento y muy apenas , resbalaba de ella el café hirviendo.
La tostadora igual funcionaba , así como el sonido horroroso del aceite que podía quemar porque salpicaba.
Un desayuno americano, maldijo mientras veía con repugnancia cómo su esposo dejaba sobre la barra de la cocina su maletín.
Y torpemente intentaba colocarse la corbata.
Este sonrió y le dió un ruidoso beso en la mejilla , - Está preciosa la mañana mi amor ¿no lo crees?
Siguió removiendo el tocino en el sartén , y cuidando de no quemarse mientras que con miedo retiraba las tiras y las colocaba encima del plato reluciente.
Su esposo , no era el mejor de todos. Si pudiera , cambiaría de una buena vez , su irritante personalidad y comportamiento de un mocoso de quince años apenas enamorado.
- En las noticias escuché que se aproxima un huracán... - dijo con asombro. Intentando romper el hielo.
- ¿Y a ti que te importa? Ni siquiera vivimos allí , gracias a ti , estamos en un vecindario solitario y sucio de Seul.
Namjoon puso con cuidado la servilleta en su pierna , bajo la mirada y mordió con incomodidad su labio inferior.
- No es necesario que me repitas todo el tiempo lo mismo , ya se que debimos quedarnos en Los Angeles para tu comodidad , pero este departamento esta a mi nombre, es lo que puedo ofrecerte , por favor no te enojes conmigo. - podía oír como intentaba no llorar.
- Perdóname , aún me es muy difícil acoplarme a tu mundo , y estoy muy irritada por mi problema.
No podía dar a luz a un crio.
Su esposo volvió a darle palabras de esperanza , con abrazo sincero y besos en la frente como la adoración que era ella para el.
Pasaron las primeras cuatro horas desde que su adorado compañero se había ido a trabajar, en una obra de construcción de la ciudad.
Era un arquitecto de bajo rango , pisoteado por sus jefes y compañeros, además que recibía un salario mínimo pero que podía agrandar con tiempo extra dentro de las máquinas o modificando planos.
La diferencia de nacionalidad entre su mujer y el , era muy notoria , una americana con un surcoreano.
Termino de preparar la comida y la cena , no se sentía de humor para perder el tiempo esperando a su marido.
Aún había la inconformidad y el miedo de comunicarse hablando otro idioma , aunque Namjoon le había dicho en que tiendas y establecimientos manejaban el inglés como lengua principal para los extranjeros.
Suspiro y tomo el carrito de compras, había todo lo que estaba a acostumbrada a comer y preparar , le encantaba ir de súper.
Era el momento donde podía ocupar su cabeza en otra cosa que no fuera el aseo de la casa e ir al ginecólogo con la espera de un acercamiento o un posible embarazo.
Se había vuelto aburrido tener sexo , era lo mismo todas las noches que estaba fértil , ya no se sentía como una calentura , sino , como una obligación matrimonial.
