Me gustabas , me gustas tanto.
Pero no era ni soy correspondido.
Tu sonrisa tímida después de mi saludo todas las mañanas por los pasillos de la escuela , se volvieron mi gran desdicha.
¿Porque no hacer a un lado lo que digan los demás?
Sabes , imagino que pones de tu parte , y que dejas de mirarme tan horrible.
El sonar de tus pasos , y de la tela de tu falda chocando entre tus piernas me gustaba tanto.
Tu silueta perdiéndose entre la multitud me hacía enfadar, no podía verte comer , estudiar , nada, solo era eso y cuando te tenía cerca de mi, tan cerca , que podía besar tus labios.
Podía perderlo todo , no me importaba.
Recuerdo bien , que me dijiste que no había cosa en el mundo que te disgustara tanto que el sexo.
Y yo no lo entendía , a mí me gusta el sexo.
El sexo , es el base de todo , es el motivo y es la razón.
Cuando llegues a mi edad , verás el sexo como la salida del tormento , la angustia y el dolor.
Ahora , estás jugando con tus pies. Parece que estás pensando en algo , o peor aún , en alguien.
Que no soy yo. Aunque en mi pensar , estás a toda hora , cómo en este mismo instante en qué te observo.
Mi puño está temblando , debería darte un puñetazo , así , dejarías de jugar con mis sentimientos.
Y comenzamos a jugar con nosotros, nuestros cuerpos , con nuestro placer.
Me miras , y de inmediato, maldices .
- De nuevo este hijo de la gran puta.
Tu eres mi puta.
Recargue mi rostro contra el vidrio de la puerta , sonreír amablemente. Quería una sonrisa de vuelta , cómo esa que siempre me das , pero que pronto me quitas.
- ¿ Podemos hablar? - pregunté abriendo un poco la puerta , hable lo más suave posible.
Aún así , dijiste no. Odio cuando dices no.
- Por favor , es muy importante.
- ¿Ah si? Entonces dime ya , tengo que irme.
Aunque apenas llegarás.
- Es , algo privado - encorbe mi cuerpo , pensando así que entenderías.
Me miraste con los ojos abiertos , y miraste mi entrepierna.
- Espérame en el baño , no tardo .
Saliste , empujando mi hombro. Solté un suspiro desalentador, me jugarias de nuevo una de tus tantas bromas.
Cerré mis ojos , quería llorar , por ti.
Por nosotros.
- ¿No lo sabes verdad? - murmuré cuando te vi tirada en el pasto , mientas mordias una manzana y una de tus manos te cubria del sol.
No me respondiste , querías decirme que podía hablar , no había nadie , posiblemente el baño no fue una buena opción , mediante la telepatía me lo dijiste.
- Yo , no se si esto sea algo que me involucre , pero si necesitas que hable con ella , lo haré.
- Es tuyo.
Ahogue tus palabras. Sentí como tú rostro se ponía rojo , y como tu mano apretó la manzana , al punto de tronar.
- No , mío no. - negaste con la cabeza.