Estupideces.
Enamoramiento.
Error.
Tal vez , era mi culpa.
Pase de sentir disgusto por ti , y ahora estoy enamorado y deseoso de tu delicadeza.
Mis padres dicen que es la mejor etapa de mi vida, y que les sorprendió tanto saber que por ti mi corazón late incontrolablemente.
Y no es necesario decir más.
Supongo.
Estás viendo la película en medio de la multitud , en silencio y con una gran atención que hace sobresalir tus pupilas.
El brillo de la pantalla se posa en tu rostro y en tu chaqueta de mezclilla azul.
Sonreí , pues estás hermosa, cómo todos los días.
No tardas mucho en darte cuenta de mi mirada insinuando algo más que cariño inocente de una simple amistad.
Sabrás ahora , que me gustas tanto.
Y que no existe nada que pueda llenar este gran lugar en mi corazón que tiene incrustado tu nombre y esencia.
- Tus palabras son muy dulces.
Sonríes apenada.
Mi cabeza se ladea , quiero escuchar más que solo eso.
Es muy sencillo y corto.
- ¿Y que más?
Me miras de inmediato. Pensando que podrías decir ante mi pregunta insolente.
- Me haces sentír especial, amada , valiosa y en compañía que no se derrite ni se esfuma , corazón.
Rei , algo incómodo por tu atención.
Pero no fue una molestia en realidad.
- Veo que también te gustan hacerme sentir diferente.
Tome tus manos , poco a poco.
Sentí como tu piel se erizaba ante mi toque. Tus manos eran pequeñas, suaves y un poco rojizas.
La película estaba por terminar, y aún así , pareció no importar aunque pasamos semanas planeando venir aqui , lejos de casa.
- Vayamos a otro lugar , quiero darte algo.
Caminaremos por un largo sendero , lleno de hierbas y hojas secas que crujían apenas las tocabamos con la suela de nuestros zapatos.
Sentí tu miedo , y más allá de eso , tu cansancio.
De mi , de mi amor , de mis errores.
Y eso fue doloroso, una sensación que no me gustaba y que me daba miedo en exceso.
- Ahí está la marca que hiciste cuando prometiste amarme siempre y no dejarme sola , Hoseok. - pasaste saliva - veo que no tardaste en olvidarlo , abusaste de mi , y eso nunca voy a perdonarte.
- Fue un juego , y no es mi culpa.
Sone molesto , como un niño pequeño que no sabía reconocer la verdad , y que se ocultaba siempre detrás de las faldas de su ausente madre.
- ¿Un juego? Eres un cerdo ! Y no quiero volver a verte. Jamás !
Corriste de regreso , pero no lo suficiente.
Eras muy torpe y no sabías cómo volver.
- Detente , sino quieres que yo mismo te haga lo mismo que al estúpido de tu conejo.
No obedeciste , carajo , que loco me tienes.