Capítulo 3: ¡Su nombre es Hada!

545 89 48
                                    

Los niños son criaturas desconcertantes. Jin Ling lo piensa con asombro, decidido a olvidar que él ha sido (es todavía) uno que le ha dado tantos dolores de cabeza a sus tíos como ahora sus mini tíos le dan a él. Esta certeza se le viene a la cabeza en pleno desayuno, porque después de la nochecita que han pasado no se explica cómo es posible que los dos niños estén tan radiantes y tan activos desde primera hora de la mañana. Los dos diablillos se colaron en sus aposentos mal vestidos y despeinados para despertarle. Empezaron a saltar en su cama (y en su tripa) y Jin RuLan no solo tuvo que ponerse a sí mismo en condiciones visibles, también a ellos. Y sí, el pequeño Jin GuangYao se portó bien mientras le recogía el pelo en una coleta, y hasta aceptó que su sombrero —esa cosa que tanto él como el pequeño Jiang Cheng han usado de peluche para abrazar entre ambos esta noche— le queda grande y que debe llevar otra cosa más cómoda, pero su jiujiu... Ay, su jiujiu. Hacerle un moño simple al Jiang Cheng en miniatura ha sido el peor de los retos a los que se ha enfrentado en su corta vida de niño rico y mimado. Conseguir que suelte a Zidian y ponérsela en un colgante alrededor del cuello, el segundo peor. Por suerte, ha conseguido salir victorioso de esta batalla, aun a costa de perder parte de su capacidad auditiva y la amenaza de llevarse un mordisco. A partir de ahora, las cacerías nocturnas serán un reto sencillo en comparación.

En cualquier caso, Jin Ling almuerza junto a los dos renacuajos en uno de los salones de la Torre Koi, dónde acordó reunirse con Nie HuaiSang y los otros dos venerables, que todavía no han llegado. El té está servido, la comida también y el día se dibuja bajo una pátina de incertidumbre, pero Jin RuLan tiene suficiente con sobrevivir al desayuno. Y ya si consigue que su jiujiu coma algo distinto a pasteles o bollos, mejor que mejor.

-Mira, A-Cheng -habla Jin Ling intentando emular la paciencia de ZeWu-Jun y con un tic en el ojo mientras sostiene con los palillos una empanadilla al vapor. Al otro lado de la mesa, puede sentir la penetrante mirada del pequeño Jin GuangYao, que le juzga como su shushu nunca ha hecho. Esta experiencia está resultando... reveladora, en un mal sentido. Por lo menos él come de forma equilibrada y en silencio, aunque sigue siendo preocupante que se asombre tanto al ver toda la comida a su alrededor-, ¿por qué no pruebas esto?

-¿Lleva semillas de loto?

-Pues... no, pero está muy rico...

-¡No lo quiero!

-Yo puedo probarlo -se aprovecha Jin GuangYao, levantando una manita. Sus ojos brillan con una inteligencia que no promete nada bueno-. Seguro que A-Cheng se fía más de mí.

-Si le gusta a Yao-gege...

¡Malditos niños! Piensa Jin Ling, que aprieta los dientes para no perder la sonrisa mientras le tiende los palillos a Jin GuangYao y le da a probar un bocado. Le tiembla un párpado. Jiujiu, por favor, ¡vuelve conmigo! 

Nunca ha echado tantísimo de menos a sus tíos. Debe ser verdad eso de que no sabes lo que tienes hasta que lo pierdes. 

-¡Oh! Está muy rico. Pruébalo, A-Cheng.

-¡A ver, a ver!

Increíble, la táctica funciona. Jin Ling está viendo lo nunca visto, y ya no sabe ni cómo reaccionar. Podría quejarse, pero ha dormido poco por la preocupación, los nervios y ese cansancio excesivo que no te deja pegar ojo y además le duele la cabeza, así que se limita a suspirar y a desear que sus refuerzos —sí, incluso aunque tenga que aguantar los comentarios de ChiFeng-Zun— lleguen pronto. Y por una vez tiene una suerte sorprendente, porque cuando está consiguiendo que Jiang Cheng coma algo de comida salada (resulta que las empanadillas al vapor le han gustado y todo) las puertas del comedor se abren. Nie MingJue y Lan XiChen entran, tan dignos como siempre, y a la vez son una visión capaz de hacer que Jin RuLan se sonroje sin siquiera saber por qué. Quizá porque ZeWu-Jun camina tan tranquilo del brazo de su esposo, y lleva en la cara tal expresión de placidez que parece renovado. 

Childish [Mo Dao Zu Shi Fanfic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora