Capítulo 5: ¡Gege!

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Aunque podrían, simplemente, haber caminado por la capital de Lanling de vuelta a la Torre Koi, tanto el matrimonio Lan-Nie como el pobre Jin Ling se encuentran en un estado que roza la histeria incluso después de haber encontrado a sus dos huidizos tíos en miniatura. Cuando Jin RuLan insiste en desenfundar a Suihua y volver volando bajo el pretexto de "se está haciendo de noche, será más rápido", los dos líderes de secta se dejan convencer con bastante facilidad. Lan XiChen y Nie MingJue intentan hacerse cargo cada uno de un niño, como la noche anterior en la montaña. Parece increíble que solo hayan pasado un día en esta tesitura, nadie se lo termina de explicar. Los críos, sin embargo, todavía están demasiado alterados y asustados como para alejarse del único "adulto" que les proporciona algo de seguridad. Con este panorama por delante, Jin Ling, que todavía no tiene demasiada experiencia en lo de llevar a alguien en espada, acaba sobrevolando la ciudad con dos niños agotados y llorones, uno en brazos —el pequeño Jiang Cheng no se ha separado de él desde que se le colgó del cuello— y otro abrazado a su cintura como si le fuera la vida en ello.

Y, unos metros por debajo, como prevención de riesgos, vuelan ZeWu-Jun y ChiFeng-Zun. Solo por si acaso, por si a Jin Ling se le resbala algún chiquillo. El que no se haya enterado ya de que algo muy raro pasa en la Torre Koi es ciego y sordo, sin lugar a dudas. Ah, y ZeWu-Jun lleva consigo la bolsa de pasteles de luna de los niños. Sí, esa misma que Jiang Cheng les ha regalado para disculparse por "jugar al escondite sin avisarles". 

Está anocheciendo, pero eso no supone ninguna dificultad ni siquiera para Jin Ling, que pese a su juventud está formando un núcleo fuerte y prometedor. No tardan más que algunos minutos en llegar a la Torre Koi, y la mayoría del tiempo se va en hacer los equilibrismos necesarios para despegar y aterrizar en estas circunstancias. Sin embargo, una hora después de su llegada, Nie MingJue y Lan XiChen buscan al joven heredero Jin, que se llevó a los niños a sus aposentos para la hora del baño. Acordaron reunirse para cenar junto a Nie HuaiSang y Yu Tian —ambos todavía en proceso de recuperarse del susto— pero al comedor no ha llegado nadie más que ellos cuatro. Temiendo que pueda haber ocurrido algo de nuevo, otro niño a la fuga, el matrimonio más famoso del mundo del cultivo va en busca de la pequeña familia. La puerta de los aposentos de Jin RuLan está abierta, aunque los centinelas que siempre guardan su conjunto de habitaciones no se encuentran demasiado lejos, y no dan señales de alarma. En vez de eso saludan a los dos venerables con la cabeza cuando se disponen a entrar, como si el mundo siguiera siendo un lugar normal.

Lan XiChen le dirige una mirada inquisitiva a su esposo, pero Nie MingJue se limita a encogerse de hombros. Desde hace un día él tampoco tiene ni la más remota idea de lo que ocurre a su alrededor.

Con cuidado y alerta, porque todo lo que les rodea es silencio —cosa extraña dado que a la Torre Koi se la conoce por su constante bullicio fiestero— entran en la habitación principal. El dormitorio de Jin Ling está al fondo, la puerta abierta de par en par. Dos líderes de secta ajenos al joven, por mucho que sean sus "tíos" por asociación, jamás se habrían planteado entrar allí, pero la escena que vislumbran les llama como un imán. En la cama, Jin RuLan duerme agotado después de todas las emociones sufridas este día del demonio. No es el único que lo hace. Acurrucado a su derecha, hecho un pequeño ovillo violeta descansa Jiang Cheng, que se pega a su sobrino como si quisiera fusionarse con el calor. Se ha llevado toda la manta disponible para los tres, que ahora le cubre y cae por su extremo de la cama. Y al otro lado, a su izquierda, el pequeño Jin GuangYao duerme estirado entre el colchón y su sobrino, como si Jin Ling fuese una almohada a la que abrazar. Al respirar, emite un leve ronquido suave. Y a los pies de la cama, Hada los guarda a los tres, protege sus sueños al descansar a su lado. Al oír a los adultos recién llegados en la puerta mueve una oreja y abre un ojo, pero esa es toda la atención que les presta. Después vuelve a acomodarse y a dormir.

Childish [Mo Dao Zu Shi Fanfic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora