Capítulo 6: ¡Baja al niño de ahí!

351 65 36
                                    

-¡Gege! ¡Socorro! ¡Ling-gege! 

El llanto de Jiang Cheng se escucha —una vez más, un día más— por toda la Torre Koi. Quizá por todo Lanling Jin, hasta Yunmeng Jiang incluso. Al pie del condenado árbol, sintiendo que él también va a echarse a llorar de un momento a otro, a Jin Ling se le cruza por un instante una idea aterradora por la cabeza. Con todo lo que grita su jiujiu, raro es que ninguna de sus arañas ni Yu Tian se hayan plantado aquí, preparadas para ocuparse de cualquiera que amenace a su líder y, quizá, partirle las piernas al joven heredero Jin.

-Ling-gege... -dice el pequeño Jin GuangYao, que le da la mano de pie a su lado mientras mira hacia arriba, a la fuente inagotable de chillidos desesperados y lágrimas de pánico-. ¿Qué hacemos?

-Ojalá lo supiera, A-Yao -musita, en blanco-. Ojalá lo supiera.

-Pues vaya adulto de pacotilla.

La cosa es que Jin RuLan ahora mismo está tan en shock y tan aterrorizado como su jiujiu, solo que por una vez no grita para exteriorizarlo porque el control inhibidor de un adolescente es levemente mejor que el de un crío de cinco años. Solo por eso ni siquiera procesa el insulto de su xiao shushu, que en cualquier otra ocasión le indignaría tanto que montaría él mismo una pataleta... y, por tanto, le daría todavía más la razón. 

-¡Ling-gege! ¡Yao-gege! ¡Ayudaaaaaaa!

Desde abajo, el pequeño Jin GuangYao frunce el ceño. Jin Ling no hace nada —está paralizado, no le funcionan las piernas solo por el miedo que su jiujiu pueda caerse y abrirse la cabeza por su culpa— y él nunca ha estado de acuerdo con este juego, así que no entiende por qué la responsabilidad de ayudar a Jiang Cheng, que se ha metido en este lío él solito, debería ser suya. Y, de todas formas, no es que sepa cómo ayudarle, quiera o no.

Los niños de Yunmeng Jiang aprenden a nadar antes incluso de a caminar, es tan solo una consecuencia natural de criarse entre ríos y lagos y nacer al lado de las flores de loto. Poco después de caminar y correr, también aprenden a trepar a los árboles, a encaramarse a las ramas más altas y a caer sobre tierra blanda o sobre el agua. Son juegos comunes de la zona, porque la gran mayoría de veces sus lagos se hallan bordeados por bosques, por árboles. Jiang Cheng ha trepado a cientos de miles de árboles, la mayoría de veces en compañía de un nombre que no debe ser pronunciado delante de Sandu ShengShou, en el periodo entre su infancia y la caída del Muelle del Loto. Jin Ling, como el niño de los ojos del líder de secta, a tantos otros. Es una de esas actividades que el Jin GuangYao adulto siempre ha mirado con el ceño fruncido y cara de pocos amigos cuando iba a buscar a su sobrino a Yunmeng Jiang y se lo encontraba encaramado a un árbol. Poco importa su —no tanto— secreto enamoramiento por Jiang WanYin, ni aprueba ese pasatiempo ni lo ve digno del futuro líder de Lanling Jin y no son pocas las discusiones que ambos tutores han tenido a ese respecto. Ese desagrado se ha trasladado a su segunda infancia, y quizá por eso justo se ha salvado de acabar colgado de una rama en uno de los altos árboles de los jardines de la Torre Koi. Y sí, justo así se encuentra el pequeño Jiang Cheng ahora. Llorando a moco tendido en lo alto de un árbol, aterrorizado y agarrado con brazos y piernas a una rama para no caerse. Menos mal que es un niño pequeñito y no pesa más que una pluma, o en vez de seguir en el patio ya se encontrarían corriendo rumbo al ala médica de la Torre Koi.

Esto, este juego con el que pretendía entretener a los pequeños en el cuarto día de maldición y este recuerdo de su infancia, ha sido idea de Jin Ling, y ahora le reconcome la culpa. Claro que Jiang Cheng lo secundó con bastante entusiasmo, pero Jiang Cheng tiene cinco años y carece de la capacidad de tomar decisiones coherentes. Jin GuangYao, sin embargo, nunca estuvo demasiado de acuerdo con este... "juego". El tiempo le ha dado la razón, pero, por mucho que quiera restregárselo por la cara a esos dos, una pequeña parte de él mira hacia arriba y también tiene miedo de que Jiang Cheng se parta un hueso en la caída.

Childish [Mo Dao Zu Shi Fanfic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora