La mano gigante empujó con fuerza la destartalada puerta de madera, lo que mando a Tete unos cuantos metros rodando sobre el piso. Su estatura y su cuerpo frágil no podían poner resistencia a un adulto, más cuando era uno de tamaño considerable.
Park Yunga era grande, y claro que tenía un propósito. Había estado observando a el niño hace algun tiempo. Sus rizos grises y su bello perfil no habían pasado desapercibidos para los soldados de palacio, Yunga era el padre de uno de ellos, así que a veces podía ingresar a palacio con la excusa de visitar a alguno de sus hijos, y de paso vigilar al pequeño huérfano, al cual consideraba una apetitosa adquisición que podría en un futuro calentar su cama y cuidaría de él en su vejez.
Un doncel sin nadie era una presa fácil en esos tiempos, porque él sabía que Tete era doncel gracias a las habladurías de la guardia. Era un bello doncel. Sólo y huérfano.. muy apetecible.Había estado bebiendo con los soldados, hidromiel y aguardiente. Y había visto pasar a Tete tarde dirigiendose de las cocinas, cruzando el gran patio rumbo a los establos. Así que lo siguió y cuando el niño trató de cerrar la puerta, Yunga se lo impidió...
Tete , aún siendo doncel, era rápido y ágil. El convivir con animales y personas no tan amables le habia enseñado supervivencia. Correr, esconderse, moverse rápido, permanecer callado, y hasta mostrar ojos de cachorro apaleado eran sus armas del diario vivir. No en vano habia tenido que sobrevivir a sus casi 16 años de vida en un lugar que no lo queria allí, al menos no la mayoría.
Pero enfrentarse a alguien cuerpo a cuerpo no era algo que tuviera muchas posibilidades, ni que fuera esperanzador tal cual.
Aún sin saber cuál eran las intenciones de Yunga, Tata sabía que nada bueno podía esperar de él.
Así que rápidamente agarró una piedra y esperó, como un animalito salvaje esperó, que Yunga diera el primer movimiento.Yunga lo observó con sorna, un pequeño bambi de patas flacas, ropa raída y una pequeña piedra en las manos, no era rival para él. Así que avanzó y le cerró el paso para que no huya, sabía que si lograba escapar y se perdía en el bosque detrás del castillo en la oscuridad, no lo alcanzaría jamás.
Tete vio sus posibilidades y trató de escabullirse por un costado, y casi lo logró si no fuera porque los brazos de Yunga eran largos y rápidos, Tete se retorcía como una anguila fuera del agua, dándole golpes con la piedra en los brazos de su captor, pero este apretaba demasiado y casi le cortaba la respiración, haciendo que poco a poco perdiera las fuerzas.
En un último destello de energía, clavó sus dientes en el antebrazo de Yunga, con todo la fuerza que pudo. Lucharía hasta el final, se dijo..
Yunga maldijo sonoramente, agarró con rudeza al niño del cuello y lo abofeteó tirandolo contra el suelo.
El niño golpeó su cabeza al caer , sintió frío y dejó de moverse. Pero justo antes de cerrar los ojos, escuchó un rugido ensordecedor. Pudo ver una sombra gigante pararse frente a él, mas todo se volvió negro en un santiamén. No supo más...
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REY PROMETIDO (KOOKV)
Historical FictionTete es un sirviente de palacio criado para ser ayuda de una vieja cocinera que se convierte en su única familia. Nadie sabe su verdadero nombre, pues fue encontrado en el campo de batalla. Él de pequeño solo balbuceaba TETE y por ello recibió ese...