Tete es un sirviente de palacio criado para ser ayuda de una vieja cocinera que se convierte en su única familia. Nadie sabe su verdadero nombre, pues fue encontrado en el campo de batalla. Él de pequeño solo balbuceaba TETE y por ello recibió ese...
Habían pasado varias horas y Tete no despertaba, el can estuvo toda la noche pegado a él tratando de darle calor y lamiendolo.
Así que sin más, el perro decidió que lo mejor sería pedir ayuda, caminó decidido hasta la cocina y mirando a los ojos al jefe de cocina Park Hyun- sik, agarró un pollo entero en la boca y salió corriendo rumbo a los establos..
El cocinero jefe al ver esto corrió y corrió tratando de alcanzarlo, pero el perro parecia hacerle burla, pues cada vez que parecía que se detenía para alcanzarle, echaba a correr de nuevo.
Hyun- sik exhausto se dejó caer en un tocon de madera, mientras veía al perro perderse por la puerta del establo.
Tomó fuerzas y empezó a caminar para recuperar el pollo del almuerzo. Al entrar notó un bulto en el suelo, y al perro echado a su lado, junto con el bendito pollo.
Al acercarse pude cerciorarse que era el niño de la cocina, Tete, que yacía dormido sin moverse. Lo sacudió y al ver su rostro ladeado, vio el enorme chichón y el rastro de sangre que tenía a un costado de su frente.
Algo o alguien lo habia golpeado, pensó, mientras levantaba al niño y lo llevaba hasta los bultos que formaban su cama.
Salió apresurado con rumbo al castillo a buscar un curandero o médico que pudiera revisarlo. Se encontró con la curandera que vendía hierbas en palacio, y la agarró del brazo.
Ven conmigo, le dijo: Te tengo trabajo..
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La mujer lo miró de arriba a abajo. Había algo en ése cocinero que no encajaba, pero ese no era su problema, así que lo siguió dentro del establo, pensando que quizás querría que viera a algún animal enfermo, ya lo había hecho antes, pensó.
Al ingresar notó un bulto de pequeñas proporciones echado sobre bolsas de tela y paja.
Al acercarse pudo observar que era un jovencito de cabellos grises, bastante delgado e inconsciente. Miró con interrogación al cocinero, pero este solo se encogió de hombros.
Le aplicó unas sales a la nariz, lo que hizo que emitiera un quejido, estaba despertando.
El rubiecito se trató de levantar pero volvió a caer cansado sobre los bultos.
La mujer le reviso la herida y aplicó ungüentos que traía en unas botellas extrañas. Mientras machacaba hierbas en un pequeño tazón con agua y le aumentaba unos polvos de su morral.
Al final se lo dio a beber, era amargo pero Tete obedeció mirándolos con curiosidad.
Hyun-sik lo miró a los ojos y le preguntó:
-Que fue lo que pasó aquí?
Tete asustado recordó todo lo de la noche anterior y comenzó a temblar. Cerró los ojos con fuerza y abrazo al perro marrón, su único amigo.
Tete! Háblame- dijo el cocinero- que pasó aquí??
El jovencito de cabello cenizo negó con la cabeza y se encogió. Sabía lo que los soldados podían hacerle si se metía con ellos, y Yunga era el padre del jefe de la Guardia Real.
Tete, escucha - trató de ser más dulce - si me dices que pasó, te prometo que nadie lo sabrá , solo tu y yo. Estamos?
Tete lo miró con tristeza, sabía que no se iría sin que le dijera la verdad. Y la verdad es que Yunga le daba mucho miedo, no quería volver a encontrarselo más en el establo.
Hyung, si le digo, me permitirá dormir en las cocinas? Tengo miedo de estar aquí - Le dijo Tete con el terror brillando en sus ojos.
Hyun- sik asintió pensando como convenceria al rey de que dejara dormir al niño dentro de palacio, pero sabía que tenia que hacer algo, aquello no podía repetirse.
Si, Tete, dormirás al lado de los hornos, esta bien. Ahora dime quien te hizo esto? - Hyun-sik sabía que al menos dentro de palacio, el niño podría estar más vigilado que en ese oscuro establo.
Fue Yunga- ssi, el padre del Jefe Seo-joon. El llegó de noche y estaba muy bebido. Trató de llevarme con él y yo me resistí. Me golpeó y me desmayé, pero creo que Bam lo mordió, porque tiene sangre en su hocico, mire...
Ese maldito - dijo entre dientes el cocinero - Te hizo algo Tete?
Creo que no hyung, la verdad no se - Se tocó todo el cuerpo por si sentía dolor en algún lugar - creo que no.
Bueno, niño. Junta tus cosas en una bolsa , por el momento te acomodare cerca de los hornos. Vamos, tengo que cocinar y ya se me hizo tarde - dijo Hyun-sik mientras le mandaba una mirada asesina al perro y al pollo del almuerzo que seguía en el suelo.
Vamos - le dijo a la curandera- déjame un poco de esas hierbas para unos dias, él debe recuperarse totalmente.
La curandera asintió en silencio, tampoco quiso hablar de la extraña marca que el jovencito tenía bajo la nuca, porque de nuevo, ese no era su problema...
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