Capítulo 28

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Hazel

Pensé que la odiaba, en serio lo creía, había pasado parte de mi vida haciéndolo.

Lo único que hice durante todos estos años fue torturarla con un pasado que no podía remediar, la odiaba, le reprochaba una y otra vez que había perdido a la persona más importante para mí. Se había esforzado por mantener una relación cordial entre nosotras y yo solo la hice sufrir.

Ahora todo el peso de ese dolor caía sobre mí, al verla tirada en el suelo, envuelta en un charco de sangre alrededor de su cuerpo, llena de agujeros por toda su piel y me dolía, me dolía el alma en haber desgastado tanto tiempo con reproches y discusiones el tiempo en que pude darle amor, el tiempo que pude decirle que a pesar de todo estaba orgullosa de que fuera mi madre.

Pero ya era tarde, el tiempo de demostrar amor y todo lo que sentía había pasado, eso me machacaba más la conciencia y torturaba más a mi corazón.

Nunca esperen demasiado tiempo para expresar sentimientos, la vida puede acabarse en un abrir y cerrar de ojos y dejarnos sentimientos reprimidos para siempre.

— Mamá!! —la frase salió de mi garganta quebrada, hecha añicos con la imagen que tenía ante mí — Perdóname

Las lágrimas salían descontroladamente, el dolor de no habérselo dicho en vida me corroe, el llanto incrementa al recordar todos los momentos en que mi prepotencia la hicieron sentir extremadamente mal.

Pero esto no quedaría así, los responsables tenían que pagar, yo los haría pagar. Llorando desconsoladamente ante el cuerpo sin vida de mi madre juré que mataría inhumanamente al responsable, no me importaba si esa persona era mi hermano o si llevara mi sangre, lo haría de la misma manera en que lo había hecho o peor.

Con la rabia destilando por los poros me levanté a iniciar mi plan de venganza, Kenen había trazado el suyo pero no contaba que además de inteligencia, tenía una organización dispuesta a hacer lo que fuera por sus líderes.

Los chicos estaban recuperando el sentido de todo, estaban ubicando su cerebro a la nueva realidad, había que encontrar a los hermanos Parrish, mi nuevo hermano estaba obsesionado con ellos y eso era un problema para mí.

— Papá, sabes dónde puede esconderse? —me giro hacia mi padre

— Él es extremadamente reservado, será difícil encontrarlos

— No para nosotros, nos vamos a la casa Parrish nos ordenaremos desde allí —indico mientras todos se ponen en marcha sin titubear

— Cariño no crees que debemos hablar?

— De qué quieres hablar? De qué nos engañaste todo este tiempo? Que traté cómo a la mierda a mi madre todos estos años por tu culpa? O qué pasé noches y días enteros llorando a alguien que está vivo? —su rostro se contrae en decepción —de eso quieres hablar? No gracias, tengo que rescatar a dos personas que sí son importantes para mi

— Hazel todo fue por tu propio bien, lo hice para protegerlos

— Por mi propio bien? En serio? —sonrío sarcástica —al final mira dónde nos trajo el que quisieras cuidarnos, mira dónde quedó mi madre por tu solidaria protección

Intenta hablar pero no lo dejo, doy la vuelta en dirección a los lobos que caminan desesperados, los tomo de las correas y los desato de ellas, hago lo mismo con el bozal que cubre sus hocicos.

— Ahora más que nunca deben protegerme, sí

Susurro dando una caricia y se me vienen encima como si entendieran el mensaje que acabo de darles, el pelaje suave me acaricia y en realidad siento que estoy protegida.

Los Lobos de Needville © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora