Los Lobos de Needville ©

Capítulo 18

Si de personas distraídas se trata, yo tengo el primer lugar en ese puesto, hace más de media hora Even está dando una charla estratégica de nuestro próximo trabajo, ya que será con casi todo el equipo, estamos recibiendo instrucciones específicas de lo que debe hacer cada quien. Miro a mi alrededor y todos están concentrados en las palabras del chico de ojos grises que se mueve de aquí para allá cómo lo hacen los profesores en clase.

A esto es lo que se le llamará "crimen organizado"?

Me pregunto estando centrada en cualquier cosa menos en lo que está diciendo el líder de los Loups.

Tengo a Cronos dormido frente a mí con la cabeza apoyada en mi pie izquierdo.

— Hay que tener cuidado señores, no estamos lidiando con simples novatos — presto atención a lo que dice Even — los Kant son la familia más buscada de todo el estado y no dudarán de volarles la cabeza si sospechan algo

Pongo los ojos en blanco ya que a repetido lo mismo más de mil veces desde que empezó hace casi ya una hora a hablar. Empiezo a aburrirme y con cuidado levantó mi pierna derecha para acomodarla por debajo de la mesa entre las piernas de Arden que está sumergido en lo que dice su hermano, lo veo arquear sus labios para esbozar una sonrisa sin romper el contacto visual que tiene con Even mientras lo escucha.

Yo también sonrío cuando miro al frente y Even me está mirando con cara de querer arrancarme la piel, ni siquiera me había percatado de que había dejado de hablar.

—  Recuerdanos cómo es que se llama el líder de la familia a la qué vamos a masacrar Hazel? -pregunta y hace que todos me miren siendo ahora el centro de atención

—  John — respondo, lo a repetido demasiado es imposible que lo olvide, soy distraída no estúpida

—  Cómo lo vas a reconocer?

—  Dímelo tú, nunca nadie a visto la cara del jefe de la familia Kant

—  Sólo sabemos que tiene rostro jovial, cara aniñada —deja de mirarme y continúa su charla — esten atentos a los pequeños detalles, no se confíen, toda la familia es peligrosa, TODA — enfatiza — cuídense la espalda y salimos en una hora

Da por terminada la reunión y todos se desplazan saliendo del gran espacio, también avanzo a la salida con Cronos a mi lado.

Justo después de trascurrir la hora, estamos listos para salir a nuestra encomienda, el viaje es de cinco horas hacia la ciudad a la que vamos. En la entrada de la gran casa de los Parrish están estacionados dos autos de color negro, cada uno de nosotros lleva una maleta, que lejos de tener ropa contiene armas y utensilios que necesitamos durante este nuevo trabajo.

En el primer auto se van James con sus seguidores lacras: Kurt y los gemelos, además de dos chicos más que ya había visto antes. En el otro vehículo nos posicionamos los restantes: Gibran y Shelley, Even y Harriet que finge caerse para que tomen su maleta, Arden que acomoda a los lobos en el interior y por último yo.

Salimos rumbo a nuestro objetivo, no sé cómo saldremos de esto, pero he llegado a confiar en casi todos los que me rodean.

El viaje resulta tranquilo, Arden va manejando, observo la seguridad que desprende, algunas hebras de cabello le caen en la frente, su mirada se mantiene fija en la carretera, verlo así sólo me dan ganas de irme sobre él y besarlo hasta el cansancio. Sutilmente voy acercando mi mano a su pierna pero unas fuertes patas blancas interrumpe mi intención, mientras Lebrun se acomoda en mis piernas con la cabeza en dirección a su dueño. Atrás todos van dormidos excepto Even que revisa el archivo de los Kant.

Las horas pasan cuando llegamos a comer a una cafetería cerca de la carretera y estando allí aprovecho para ir al baño acompañada de Shelley.

Seguimos nuestro camino hasta que llegamos al hotel donde nos hospedaremos, los primeros en bajar son el rubio de ojos verdes y todos los que lo siguen, más tarde lo hacen los demás,. excepto Arden que me ayuda a colocarles los bozales a los lobos, ya que el hotel está repleto de gente, niños que corren, personas distraídas, y sería una calamidad ya que ellos no se relacionan bien entre multitudes, están acostumbrados a pocas personas.