ArdenLos cuerpos que yacen a mi lado me reafirman a lo que vine, Ray y Charlotte Kant están tendidos en el suelo con la boca inundada de su propia sangre, aunque fue un poco trabajoso ya que no son criminales cualquiera, la idea que tenía en mente para ellos se manifestó de manera positiva para mí, eran ellos o yo.
Guardo el puñal después de limpiarlo y lavarme las manos deshaciendo el líquido rojo que me molesta. Salgo de la habitación de los Kant, camino a reencontrarme con los demás, tengo que encontrar a John antes de que él encuentre a alguno de los chicos, fue difícil sacar la información a los cadáveres que dejé atrás, pero con un poco de tortura soltaron la lengua, literalmente porque se las arranqué a ambos.
Al salir, un puño impacta contra mi cara recibiéndome cuando me asomo al corredor, intento incorporarme, pero unos músculos rodean mi cuello causando que me sea difícil respirar, el sujeto delante de mí vuelve a lanzar otro golpe que me vira la cara, haciendo que escupa la sangre, la guardia de los Kant me tiene arrinconado, como puedo saco el puñal que siempre guardo enterrándolo en la carne del muslo de quien me aprisiona, el otro saca una pistola apuntando directo a hacia mí cuando suena un disparo que le atraviesa el cráneo derribando su cuerpo sin vida al piso, desentierro el cuchillo del muslo del otro mientras seguidamente clavo la afilada hoja en el corazón varias veces, la sangre me salpica el rostro en lo que detallo como se le escapa la vida a la persona que tengo debajo.
— Como me gusta salvarte el culo Ardencito —el moreno se acerca a donde estoy —vamos que ya casi se cumple el plazo y cámbiate que vas muy colorido —se burla
Le lanzo una de las miradas que significan que quiero que se calle y me tira una bolsa de la que saco ropa para cambiarme, quito de mi cuerpo todo rastro de sangre y tomamos el elevador para reunirnos en el lugar previsto con los demás miembros.
Desde lejos veo a mi hermano que está esperando en la salida, Cronos está a su lado donde están los autos con los que escaparemos, está junto a James y los gemelos.
— No morimos, no morimos —celebra con ironía mi mejor amigo —gracias por la preocupación
— Ya los chicos están en posición, sólo falta que lleguen los demás —aclara Even
En los minutos siguientes llegan Kurt, Shelley y Harriet.
— La guardia del hotel a reunido a todos los huéspedes y el personal en la sala de la fiesta —anuncia Harriet que llega agitada —pronto la policía tomará el edificio y lo rodeará, tenemos quince minutos para salir de aquí
La hora establecida está por cumplirse, estamos todos menos Hazel y mi lobo, algo no me huele bien ya que deberían de estar aquí.
Me desespero a medida que el tiempo va transcurriendo y la idea de que el líder la atrapó, revolotea en mi mente.
— Even, busca en el registro al miembro más joven de los Kant —demando y enseguida mi hermano enciende la tablet, para buscar la información
Cada segundo me desespero más con todo lo que pasa por mi cabeza, tengo una sospecha y lo más probable es que sea afirmativa.
— Johnny Kant, 9 años, hijo de Ray y Charlotte Kant, es su hijo menor y el miembro más pequeño de la familia —lee el informe que tiene delante
— A quién le tocaba a ese niño? —pregunto y la tardanza de la respuesta me desespera
— Le tocaba a Hazel
— Es él —todo se desencadena en mi mente, veo a Hazel en manos de ese niño y la sangre me hierve
— Es quién? —Gibran también se desespera
— Ese niño es John Kant, el líder de esa banda de locos, ese pequeño niño es la persona que tanto hemos buscado
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Los Lobos de Needville ©
Misterio / SuspensoHay algo más sencillo que mudarse? Al menos, eso es lo que pensaba Haz cuando decidió mudarse a Needville, un pueblo misterioso y oscuro. Sin embargo, un asesinato desencadena una serie de eventos que cambian su vida para siempre. Esta obra es total...