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Dahyun busco ropa de ella y regresó al palacio para encontrarse a Momo en pijama. Le pareció tierno ya que era de melocotones. Era la primera pijama que veía con eso.

—No te rías, es mi favorita.

—Pero no dije nada, aveces piensas mal princesa. —Momo no dijo nada ya que le aburría decirle lo mismo. —¿No dirás nada?

—Nop, me cansé de decirte lo mismo. Mejor vayamos a comer, se que te gustará. Además la hice yo, a las muchachas les dije que se fueran a descansar por eso estaremos solas.

Las dos se sientan en las sillas del comedor y empiezan a comer. Dahyun sentía que por primera vez en su vida tenía suerte y más si es con la persona de la cual se enamoró. En cambio Momo estaba tranquila, se olvidó un poco de ese tema y esperaba que Nayeon hubiera llegado bien.

—¿Jeongyeon está con ustedes verdad? Ya que no la veo por aquí —le preguntó Momo a Dahyun quién después de un rato respondió.

—Sí, dijo que como Nayeon no estaba se quedaría con nosotras, casi se va con ella pero igual no podría.

—Me lo imaginé.

Por otro lado, Sana regresaba tarde a su casa, contenta pero tarde. Su mamá cuando la vio la abrazo dejándola sin aire. Después la cuestionó sobre su llegada tarde a casa.

—¿Dónde estabas Sana? No estuviste en todo el día.

—Perdón mamá, estaba con mi novia. —dijo como si nada. —Pronto la conocerás, es muy linda, te agradará.

—Pero Sana, ¿no es muy temprano para eso? Apenas tienes diecisiete años.

—No exageres, pronto seré mayor de edad y después me casare con ella.

—¡Sana! ¿Piensa un poco si? Apenas y llevan un día, tal vez horas.

—¿Y? La amo y aunque nos hayamos conocido de una forma extraña.

—Esta bien, pero la quiero conocer mañana. —Sana sonrío y le dio un beso en la mejilla antes de sentarse a comer la cena.

—Gracias mamá, te lo agradezco.

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—Tu cuarto es muy grande. —dijo Dahyun admirando todo, vio un retrato familiar y uno de Momo pero parecía como cuando estaba más pequeña. —Desde niña eres tierna.

—Gracias... la única que me dice algo como eso es Nayeon y tu también. Mis papás nunca pensaron en decirme cosas como esas de mi. No hasta ahora que crecí.

—¿Quieres que duerma contigo? También para abrazarte, si quieres. —Momo lo pensó un momento y bueno, no era mala idea.

—Por favor, espero no incomodarte.

—Ni lo pienses, no eres una molestia como para incomodarme. Eres un ángel mejor dicho.

Momo se sintió segura con las palabras de Dahyun y se acostó junto a ella dejando que la abrace y así dormir con una sonrisa en su rostro.

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Amaneció nublado, eso significa que iba a llover pronto. En la mañana Dahyun y Momo despertaron juntas sonriendo, luego de bañarse y vestirse las dos comieron para seguir el día como lo era normalmente.

—Gracias por invitarme, espero verte pronto aunque parece que lloverá. ¡Hasta luego!

—De nada, nos vemos. —le regala una sonrisa a Dahyun antes de que esta se fuera.

Momo iba a ver unas cosas que faltaban ya que no había adelantado el papeleo. Justo cuando entró a la oficina el teléfono sonó, ella se preguntaba quien llamaría por ese número ya que solo llamaban los socios de su padre. Contestó y se alivió al escuchar la voz de persona que llamaba.

—Nayeon, ¿cómo va todo por allá? —preguntó contenta.

—Muy bien, la reina nos va a ayudar. Al parecer cuando era adolescente pasó por lo mismo. —le dijo de manera divertida al recordar esa conversación —tal vez regrese mañana ya que se ve que va a llover. No olvides las hojas que tengo que firmar y dile a Jeongyeon que al día siguiente estaré de vuelta.

—De acuerdo, hasta mañana coneja.

—Hasta mañana Momoring.

Dejó el teléfono en su lugar y empezó a acomodar las hojas, primero lo de contratos y eso, para después de último lo que se debía firmar. Después de un rato fue a los establos a ver los caballos, los acarició a cada uno y les dio comida y agua. Eso era lo bueno de ser la hermana menor.

Al terminar fue a ver a Jeongyeon y se sorprendió al verla con Sana y Tzuyu.

—¿Interrumpo algo? —Jeongyeon negó y Momo se sentó un poco alejada de ellas.

—Momo ayúdame —Sana le susurraba a Momo pero ella no podía hacer nada más que mirar.

—Sólo cuestiono a Sana con unas preguntas, nada fuera de lo normal. —sonó tranquila.

—Ya veo —estaba dispuesta a irse pero notó que empezó a llover, se regresó y se sentó nuevamente. —¿me puedo quedar un rato? Es que está lloviendo.

—¡Claro! Siéntete cómoda. —Jeongyeon le respondió amablemente y sonrío. —con eso terminamos Sana, te dejo estar con Tzuyu, cuidala bien.

—¿De verdad? —Jeongyeon asintió y Sana la abrazo. —pensé que me dirías que no.

—Tzuyu te ama, se enamoró de ti a primera vista. Aunque parezca mentira.

—Aww Chuwi, eso es muy lindo de tu parte. —Tzuyu sonrío un poco avergonzada por lo que dijo Jeongyeon.

Momo veía todo pensando como sería ella y Dahyun. Omitiendo la aceptación de Jeongyeon ya que salía con su hermana. Se le ocurrió una idea por la mente y aunque fuera muy rápido todo, Sana no la escuchó así que ¿porque no hacer lo mismo? Sin saber, otra persona pensaba lo mismo que ella.

Princesa || Dahmo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora