capítulo XI dia 3

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─ Casi no probó nada, anoche paso lo mismo ,no debe hacer eso ¿acaso no le gusta mi comida? Si quiere puedo hacer otras cosas

─ no es eso señora ,no tengo mucho apetito

─ ya lo veo, solo probó algo de queso, ni siquiera terminó la fruta

La Sra Blanche recogía los restos del almuerzo cuando se oyeron golpes en el puerta. Obviamente no podía ser otro que el Sr Darcy. A pesar de que elizabeth no quería tratarlo el dejarlo afuera hubiera resultado ridículo
Así que no puso ninguna objeción cuando la Sra fue a abrir la puerta.

El Sr Darcy saludó con una inclinación

─quisiera hablar con usted si me lo permite

La Sra Blanche entendió la situación

─ Con su permiso ─dijo tomando la bandeja y saliendo de la habitación.

El Sr Darcy para no incomodar a lizzie tuvo que dejar la puerta abierta

─ ¿no se le hace demasiado temprano para molestar a una invitada?

El esfuerzo fue en vano

─ ¿estaba por salir a caminar supongo? ─Preguntó él.

─ supone bien ¿a que debo la visita?

─¿podría acompañarla? Este asunto necesita calma y tiempo y este lugar... ─dijo mirando alrededor de la habitación─ es algo cerrado

Elizabeth de mala gana se levantó y salió, Darcy la siguió sin lugar a sentirse ofendido ,mas bien debía estar nervioso por el secreto que le iba a revelar.

Salieron por una puerta trasera que daba a las caballerizas, cuando pasaron por enfrente henry que les daba de comer a dos de los caballos mientras Albert limpiaba a otro, no pasaron tan cerca, apenas para que los pudieran notar, Lizzie no lo había visto desde la noche anterior cuando le entregó las cartas.

Al mirar se aseguró antes de que el Sr Darcy estuviera distraído para ver a Albert, este con todo el disimulo que pudo le hizo una seña afirmativa dándole a entender que todo había salido bien.

─¿le gustan los caballos?

Lizzie se puso un poco nerviosa

─ muy poco ,no sé montar muy bien

─ ¿cual es el motivo de su atención? si puedo preguntar

Lizzie reaccionó lo mas rápido que pudo

─ no veo a sus compinches... Creo recordar que eran tres y ahora solo hay uno

El Sr Darcy no se inmutó

─los he despedido ayer, no eran necesarios ,solo deje a quien me pareció mas eficáz

Lizzie volteó a mirarlo

─no se preocupe, ahora tienen dinero como para dejar de trabajar dos años, no se arriesgarán

Si en verdad les había dado tanto, difícilmente encontrarían un mejor postor, no había mucho de que preocuparse, por otro lado se sentía como si hubiesen pagado por ella. No era una gran sensación, salieron de la propiedad y cruzaron un tramo de árboles sin dirigirse la palabra, después de quince minutos llegaron a una de las orillas del lago.

─usted tiene hermanas menores ,por lo tanto lo que le voy a contar le será de alguna manera algo en que pensar

─no lo entiendo

─comenzaré por decirle que no es una cosa de la que me pueda sentir orgulloso mucho menos frente a usted, esto se lo cuento para que tenga apreciaciones verdaderas sobre su amigo ;el Sr Wikham

Días de lluvia (editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora