capítulo XXIV una reunión

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-estará bien?
-henry? Claro que si, no haga caso son tonterías
-si yo fueran el también pensaría lo mismo ,después de todo solo dice algo lógico
-lo que tiene es mucha imaginación
Elizabeth y la sra blanche llegaban a la aldea que para esa hora contaba con mas trafico
-tenemos que ir a la tienda de abarrotes,además de cerillas me faltan algunas otras cosas...vamos a ver...leche, especias, un poco de...
Antes de entrar al establecimiento una mujer les interrumpió
-querida señora! -dijo la sra morton- que gran coincidencia
-señora morton? De donde ha salido que no la he visto antes?
-me alegra oír eso quiere decir que soy ligera de pasos, señorita philis que gusto verla como está usted?
Elizabeth hizo una inclinación y le contestó el saludo
-van a los abarrotes? Yo también ,hay que surtir el negocio

Elizabeth se puso algo nerviosa cuando notó que la tienda estaba bastante llena, inclinó un poco su cabeza y se acomodó el sombrero.
caminaba detrás de ambas mujeres, tal vez no había sido tan buena idea salir de la casa después de todo.
La sra blanche notó su inquietud
-mire querida -le dijo en voz baja- ahí hay un asiento disponible, solo iré a comprar lo necesario, no me tardo si?
Ella se sentó junto a un par de niñas que también esperaban a que su madre se desocupara. Y trató de parecer insignificante

-que le pasa a su sobrina? La veo distraída
-que? No nada, está un poco cansada
-le ayuda en las labores? Mi hijo me ha dicho que vio a su patrón hoy por la mañana me imagino que hay mas trabajo, ha traído invitados?
-no ,ha venido sólo
-sólo? Aquí no se viene solo, mas que a descansar
-pues es efectivamente a lo que ha venido
-vaya...que coincidencia que su sobrina la visite a el mismo tiempo, debe ser de mucha ayuda
-si, pero realmente el sr darcy no me da mucho trabajo, mi sobrina sólo me acompaña por algunos días

-me gusta su vestido - dijo una de las niñas
-gracias -contestó elizabeth- el tuyo también es muy bonito
-mi hermana trae el mismo pero es mas pequeño ya lo ve? Mamá nos los hace
Ese encaje de sus mangas no lo he visto antes por aquí, es usted de fuera
-sí, que observadora como te llamas?
-eleonor,es mi sobrina
Lizzie levantó la vista para encontrarse con edward morton
-señor morton!
-tío! ,me vas comprar dulces?
-por que siempre me pides algo antes de saludarme?
-lo siento y tía felissa?
-esperaba que tu me dijeras ,se supone que andaría por aquí, señorita ha visto a mi madre?
-si, debe andar por aquel lado con la...mi tía
-bien eso quiere decir que no ha terminado y aun no me necesita, me permite?
Elizabeth le afirmó y edward se sentó junto a ella y las niñas
-donde está tu mamá?
-fue al mostrador me dijo que la esperara aquí
-es hija de algun hermano?
-no, mi hermano no vive aquí, son hijas de una prima...y digame señorita philis que la trae por aquí?
-es mi tía que necesita de algunas cosas yo solo la vine a acompañar
-es una fortuna así podré conocerla mas y usted a mí - dijo complacido
la sonrisa de edward era provocadora y llena de vanidad
Elizabeth miró sus intenciones de modo clarísimo pero pensó que pudo haberse ahorrado la molestia de querer parecer con mas confianza de la que en verdad tenía, no era necesario puesto que ella lo que menos necesitaba en esos momentos era otro pretendiente, la cercanía de su silla se volvió incomoda y abrumadora de un modo desagradable he inexplicable puesto que el sr morton era un joven apuesto, simpático y sencillo en sus modos a pesar de ser medianamente favorecido por la fortuna.
El defecto que tenia y que Elizabeth tuvo el desagrado de ver era la arrogancia propia de un joven caballero que tiene algunas pocas ventajas en la vida, tal vez sin que el mismo se diera cuenta, era la inmadurez que brotaba de sus actitudes la dominadora de su carácter agradable pero poco desarrollado.
Al sr morton lamentablemente todavía le faltaban muchos años para construir un carácter maduro como correspondía a un caballero o ya de menos a un hombre cabal.
Ella lamentó profundamente esta visión de los hechos ya que su primer encuentro fue agradable, pero comprendió que para tener veintiún años -uno mas que ella- no se le podía exigir demasiado.
-bueno por el día de hoy no creo que sea posible, solo hemos venido de pasada --no puede ser eso! , que tal si las invitamos un rato a casa? Acompañenos a la comida
-no!, sabe usted mi tía tiene muchas ocupaciones...
-ah , ya comprendo, con su patrón aquí y todo eso...
-como sabe que el está aquí?
-lo vi hoy por la mañana en la oficina de correos...es un caballero muy reservado o eso me pareció a mí
-me parece que se adelanta solo lo ha visto una vez
-eso no lo sé, solo digo que cuando hablé con el me pareció alguien muy cortante
Lizzie lo miró fijo
-habló con el?- preguntó impresionada
-asi es ,le pregunté por su salud y apenas me dio respuesta, me imagino que solo se dirige a ustedes lo necesario, por cierto no le molesta que una empleada tenga visitas?
Lizzie estaba un poco distraída
-señorita?
-no, el ni siquiera lo toma en cuenta, es muy considerado con la sra blanche
-su tía?
-si...mire ahí vienen
-edward querido he visto a tu prima en el mostrador y le dije que fuera a casa
Pero debes ayudarme con esta ingrata señora que no desea acompañarnos
-vamos querida -dijo la sra blanche- ya le he dicho que debemos regresar
-verás madre yo también le he insistido a la srita philis y me ha rechazado como ves tan tremendo problema?
-vamos señoras solo será un rato no creo que su patrón se enfade por algo tan ínsignificante...es tan poca la compañía de la que disfruto que no me pueden desairar así, solo por esta vez?
Ambas se miraron y en silencio aceptaron la invitación, con miradas cómplices cuando iban por las calles lamentaban tener que volver mas tarde de lo esperado.

Días de lluvia (editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora