capítulo XXXIX

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El salón que servía como lugar de reunión estaba semi vacío, una señora foster daba las indicaciones a los meseros y después recibía a los invitados que iban llegando en la entrada principal.

Lamentaba profundamente que el clima fuera tan poco favorecedor, los relámpagos se divisaban a lo lejos y nadie podría salir al jardín si es que llovía y para alguien tan presuntuosa como ella el más grande placer era presumir incluso lo que no era suyo.

Poco a poco toda el ambiente estuvo lleno de murmullos, de risas y de vestidos con encajes de oro, últimamente se estaba utilizando mucho.
Lidya se asomaba de un lado a otro y elizabeth trataba de distraerse con los extravagantes tocados que portaban algunas damas de dudoso gusto.

Todavía no caía ninguna gota de agua y muchos oficiales que eran reacios a las cuatro paredes del salón charlaban animadamente en los jardines exteriores.
Entre ellos estaba el coronel quien ignoraba que lizzie se encontraba cerca de él.

Un coche de alquiler paro frente a la entrada y de su interior bajó un hombre robusto y alto quien no entró si no que se quedó en actitud de espera la cual no pasó más de cinco minutos para que llegara el sr darcy en su caballo. Entrada bastante informal y al que no estaba acostumbrado pero que a nadie llamó la atención.

-he pensado mal por unos momentos -dijo albert- creí que usted se adelantaría a mi

--lo hubiera hecho si no estuvieran ocupados todos los coches de alquiler gracias a este baile -dijo con fastidio

Albert estuvo a punto de reír

-bien, entremos ,le parece?

Ambos se dirigieron a la entrada y lo hubieran logrado juntos de no ser por que el coronel se atravesó en su camino.

-darcy ! Mira esto, incluso has llegado temprano!

-dejaría que bromearas conmigo pero quiero entrar ahora, si no te molesta

-me encantaría pero debo presentarte a un viejo amigo de tu padre, estuvieron juntos en la universidad y te quiere conocer sin demoras

-primo ahora no...

-está bien -interrumpio albert- tal vez sea mejor que me adelante

Darcy le dio la razón y el fue primero

-vamos está de este lado

Fueron a un costado de la construcción y se encontraron con algunos viejos capitanes, darcy charló con ellos mas atento a lo que pasaba a sus espaldas que lo que pasaba al frente.

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-que te sucede?
Lidya se había pasado el tiempo sólo sentada

-nada, oh! ahí está

-quien?

-el señor whickham , viene a saludarnos

Lizzie se levantó

-no vas a esperarlo?

-no ,gracias

- bueno, si no quieres...

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-me da gusto conocerlo, su padre y usted se parecen mucho, aunque siempre le dije que su madre era más agraciada, sin ofender

Todos reían por la broma

-también estoy seguro que su genio fue heredado por usted, asi que ya no lo molestaré

Días de lluvia (editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora