Gon intentaba mantener la postura que estaba mientras disimulaba los gemidos contra la almohada que tenía debajo de su torso que estaba apoyado en la cama.
No se esperó para nada que Killua estuviera nuevamente navegando por páginas de Internet de ropa y lencería, menos que le compró un atuendo sin decirle nada. Se dio cuenta ya que el paquete llegó mientras se mantenía la ausencia del oji azul al haber salido a la tienda.
Pensaba que sería un regalo de Leorio, ya que de vez en cuando les enviaba alguna golosina o artefacto que conseguía.
Pero su curiosidad pudo más al abrirlo porque le pareció captar el olor de un perfume. Entonces sacó las prendas después de entretenerse un rato con el plástico de burbujas.
Se trataba de un traje de colegiala pero con una falda sumamente corta, además de que traía unas pantimedias blancas que por el aspecto llegaban por los muslos. Lo que le resultó más extraño era que parecía ser de su talla.
—No creo que Killua lo haya pedido para él... —siguió observando la ropa con curiosidad.
Al transcurrir los minutos y no tener señales de su pareja decidió ir al baño. El short marrón junto a su camisa blanca de cuello de tortuga cayeron al suelo para ser recogidos con su pie y ser dejados en la tapa del inodoro.
Cuando se colocó la parte de arriba donde supuso que la tela que colgaba tenía que ser atada notó algo blanco junto a una de las medias que le faltaba ponerse.
Killua llegó unos veinte minutos después bastante alegre ya que pudo quedarse con la última mercancía de su dulce favorito. Tanto así era su ensoñación que no se percató de la ausencia de su amado hasta que dejó las bolsas de compra en la mesa.
Qué raro...
Buscó a Gon en la habitación. Siempre le saludaba apenas escuchaba su presencia.
—Uh... —escuchó un quejido que lo detuvo al frente de la puerta semi abierta de su habitación. Cuando entró tuvo que taparse la nariz para evitar que el sangrado manchara el suelo.
El azabache estaba tratando de deslizar la media que le faltaba a duras penas ya que se quedó a medio camino. En la posición que estaba se podía ver prácticamente su entrepierna al tener el cuerpo hacia arriba.
—¿Killua? —detuvo sus acciones dejando caer sus piernas contra el colchón. Oh Dios, Killua había visto que llevaba ropa interior femenina.
Se mantuvo quieto observando, sobre todo las piernas carnosas que lucían de maravilla con ese atuendo.
—¿Me estabas esperando para esto? —dejó que sus ojos rasgados se ocultaran debajo de su cabello para prácticamente lanzarse como un gato contra su presa.
—¡Waah! ¡Killua, espera! —no pudo luchar por mucho tiempo contra las acaricias y besos contra su cuerpo. La falda prácticamente salió volando al igual que el pantalón del más alto.
Las caderas del moreno fueron sujetadas con fuerza mientras la pelvis contraria chocaba con sus glúteos.
Había sido más excitante de lo usual.
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𝐒𝐦𝐮𝐭𝐭𝐨𝐛𝐞𝐫 ¦ drabbles Killugon
Fanfiction𝐸𝑠𝑐𝑟𝑖𝑡𝑜𝑠 𝑐𝑜𝑟𝑡𝑜𝑠 𝑑𝑒𝑙 𝑚𝑒𝑠 𝑑𝑒 𝑜𝑐𝑡𝑢𝑏𝑟𝑒 𝑝𝑜𝑟 𝑒𝑙 𝑟𝑒𝑡𝑜 𝑑𝑖𝑎𝑟𝑖𝑜 𝑆𝑚𝑢𝑡𝑡𝑜𝑏𝑒𝑟 (𝟸𝟶𝟸𝟸). ⋆ 𝐿𝑜𝑠 𝑝𝑒𝑟𝑠𝑜𝑛𝑎𝑗𝑒𝑠 𝑐𝑢𝑚𝑝𝑙𝑒𝑛 𝑙𝑎 𝑚𝑎𝑦𝑜𝑟𝑖́𝑎 𝑑𝑒 𝑒𝑑𝑎𝑑. ⋆ 𝐶𝑜𝑛𝑡𝑒𝑛𝑖𝑑𝑜 𝑒𝑥𝑝𝑙𝑖́𝑐𝑖...