𝐀𝐥 𝐚𝐢𝐫𝐞 𝐥𝐢𝐛𝐫𝐞.

723 48 29
                                    

Killua necesitaba que la tierra lo tragara en ese momento

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Killua necesitaba que la tierra lo tragara en ese momento. 

Eso les pasaba por estar con la grandiosa idea de pasear en lugares que no conocían del todo. Se terminaron perdiendo en un río aislado con una cascada.

Aunque no fue malo. El clima era ideal para la ocasión y decidieron disfrutar del agua fresca. 

—¿Killua? —el llamado de Gon hizo que saliera de sus pensamientos. —¿Qué pasa?

Gon se mantuvo a su lado al notar que en ningún momento quiso explorar el área como era costumbre. 

—Bueno... —hizo una mueca. Ninguno de los dos llevaba ropa y temía que alguien los viera. Aunque iba a ser fácil percatarse por sus sentidos tan desarrollados.

El azabache intentaba prestarle atención a su rostro pero estaba embobado viendo el trabajado cuerpo del pálido que frunció las cejas.

Salió de su ensoñación cuando notó la mirada de su novio para sonreír y sacar la lengua en modo de disculpa. Aunque no era un pecado disfrutar de la vista.

—Ven, no te quedes aquí.

Hizo una mueca. No iba a poder decirle que no.

Se alejaron lo suficiente hasta estar a una distancia considerable de la hermosa cascada. Pero los ojos azules no se apartaban en ningún momento del moreno que estaba disfrutando del ambiente que se tornaba con lentitud romántico e íntimo.

El cabello con reflejos verdes que normalmente estaba hacia arriba se encontraba caído. A Killua siempre le gustaba cuando estaba así.

De un momento a otro Gon se aproximó con intenciones de besarlo, y la otra parte correspondió de inmediato. Comenzaron con lentitud mientras las manos del pálido acariciaban de manera superficial las caderas y cintura para buscar más cercanía.

Le encantaba esa parte de su cuerpo. Era tan bonita que podía rodearla con facilidad y apretarla cuando el beso se empezó a tornar apasionado.

Entonces una mano subió hasta el pecho disfrutando de las curvas tocando uno de los pezones que se encontraba duro. 

Los jadeos que provocó al pellizcar un poco hizo que se alejaran compartiendo el aliento del otro.

—Ya estás emocionado por solo un beso... —apretó con fuerza para dar masajes en círculos.

Volvieron a besarse mientras Gon se estremecía ahogando sus gemidos. Empezó a impacientarse cuando sintió un apretón en su trasero y se quedaba ahí. Podía darse el lujo de ser escandaloso ahora que el albino tomaba atención a sus pezones succionando, también los lamía y chupaba a su antojo.

Pero no era suficiente. Necesitaba que lo tocara más abajo.

—Killua... —lo llamó pero su pareja le dio la vuelta, dejándolo alarmado pero dando un jadeo agudo de sorpresa al tenerlo a sus espaldas tocando su pene. Tuvo que apoyarse con las manos contra una pared rocosa ante el escalofrío que lo recorrió de pies a cabeza.

Su rostro estaba sudoroso y rojo hasta las orejas. Mordía de vez en cuando sus propios dedos, el miembro duro del albino se frotaba contra su espalda baja y parte de sus glúteos.

No tuvieron que esperar para que el líquido llenara la mano de Killua que le dio utilidad de inmediato al tenerlo tan cerca de esa forma tan comprometedora.

—Inclina la espalda... —susurró para que acatara la orden sin dudarlo dos veces. Uno de los dedos tocó la zona arrugada para entrar haciendo que Gon diera un gemido alto separando sus piernas cuando este entraba y salía con rudeza.

Mordió sus labios cuando se sumó otro. El albino buscó tomar su mentón para girarlo y poder besarlo dejando que respirara al tener tres dedos en su interior.

Iba a perder el control cuando un sollozo de placer por parte de Gon lo descolocó. Eso fue suficiente para parar lo que hacía y sujetarlo de las caderas frotándose un poco más antes de penetrarlo.

Al estar unidos ambos gimieron, no perdió el tiempo comenzando con los movimientos rápidos y certeros. Adoraba ver como el trasero de su amado rebotaba contra su pelvis.

Estuvieron así hasta que decidió empezar a masturbarlo de nuevo sintiendo como lo apretaba con ansias. Volvieron a juntar sus labios hasta que no pudieron aguantar más.

Gon asentó su trasero contra el cuerpo de Killua dando un último jadeo. Sus ojitos estaban entrecerrados con pequeñas lágrimas de placer. Pudo jurar que se veían corazones en ellos.

Volvieron a una posición cómoda frente a frente aunque mantuvieran las respiraciones agitadas sonreían dándose cariño mutuo. 

—Aún no tengo ni idea de cómo vamos a regresar. —aunque pudiera utilizar su habilidad para encontrar un camino de regreso en cuestión de segundos no quería dejarlo solo en algo que fue culpa de ambos.

—Yo creo que sí sé... —esa declaración hizo que le mirara atónito.

—¡¿Lo supiste todo este tiempo y nunca lo dijiste?!

—Pero Killua, valió la pena... ¿no? 

Estaba usando su carita de mosquita muerta.

Suspiró sin tener nada más que decir. Gon decidió refrescarse después de tal calurosa actividad.

 Gon decidió refrescarse después de tal calurosa actividad

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
𝐒𝐦𝐮𝐭𝐭𝐨𝐛𝐞𝐫 ¦ drabbles KillugonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora