Eternal Love || KookMin PAUSADA

¡Corre!

El sonido de los vidrios cayendo a sus espaldas. El gruñido hambriento de un animal. El aroma inminente de la muerte asechando, y el tiempo, pasando casi en cámara lenta. 

El hocico del lobo, lleno de filosos dientes y un lengua rasposa, con baba, espesa y viscosa resbalando por sus comisuras. Sus ojos rojos y resecos mirando directamente con fijeza, y su nariz partida, una nariz capas de detectar los aromas a una gran distancia, la misma que lo había llevado a ese lugar al percibir el aroma de aquella Omega. 

—¡Jimin!—gritó Jessica con desesperación al ver que el Omega había sido empujado contra el suelo. 

—¡Corre!— la miró con dificultad mientras se arrastraba para alejarse del lobo infectado, pero este se acercó sin darle oportunidad y le pegó su hocico, gruñendo, deseando morderlo, sin embargo, el aroma que percibía no era el mismo que había llamado su atención en un principio, así que se alejó un poco, aunque el instinto al final lo hizo ver que era una presa después de todo. 

Un aullido muy fuerte resonó en la casa, y los lobos infectados que estaban por los alrededores, al escucharlo, inmediatamente comenzaron a correr en aquella dirección. 

—¡Corre!—repitió Jimin al mismo tiempo que tomaba un palo de madera para evitar que los dientes del lobo tocaran su piel, sin embargo, Jessica sabía que ese palo no iba a durar demasiado. Y entonces, la imagen de Jimin y Namjoon sonriéndole aparecieron en su mente. Eran los únicos cambiaformas que habían sido amables con ella. Además, los Alfas de esa casa también le parecieron buenas personas, y... los niños. 

No podía irse. 

En el momento en que el palo de madera se partió a la mitad, Jimin cerró los ojos esperando por su cruel destino, pero a cambio de eso, escuchó un fuerte grito lleno de furia, y entonces observó como un lobo de color café corría hacia el lobo infectado, empujándolo con tanta fuerza que logró azotarlo contra la pared. Después de eso, sintió unas manos ayudándolo a pararse, y luego comenzó a ver como el lobo café se alejaba, aunque en realidad era él quien se alejaba cada vez más. 

Miró la pata del lobo, dándose cuenta de que estaba herida, y cuando sus ojos se conectaron, vio aquella mirada triste, pero al mismo tiempo contenta, porque había podido ayudarle.

—Espera— murmuró, sintiendo la acumulación de lágrimas en sus ojos—E-Espera...

Pero Jessica no se detenía. Estuvo a punto de transformarse y sacrificar su vida a cambio de la de Jimin, pero justo en ese momento, el lobo café apareció, y supo que tal vez era el destino, por lo que no esperó más tiempo y tomó a Jimin para llevárselo de ahí. No iba a dejar que el sacrificio de ese lobo fuera en vano.

—¡Detente!

—¡No! ¡Debemos correr!

La Omega no dio más explicaciones. Lo arrastró consigo y posteriormente corrió hacia donde estaban los niños jugando anteriormente, pero para su sorpresa, Baek y Seung ya estaban listos para escapar, incluso Ain, quien no tenía idea de lo que estaba pasando.

—¡De prisa!

Los niños asintieron, tomarnos sus mochilas y comenzaron a correr. Después de todo, el aroma del lobo infectado, el ruido del vidrio y los gritos pudieron alertarlos.

—Espera— las lágrimas finalmente escurrieron de los ojos de Jimin, y solo pudo gritar de manera desgarradora cuando salieron de la casa y vio a través de la ventana como el lobo café hacia todo lo posible por detener al lobo infectado— ¡Taehyung!

Su mejor amigo lo miró desde la ventana, y por dentro sintió alivio de verlo salir con Jessica y los niños, hasta que los perdió de vista en el bosque. En ese momento, una paz llegó a su interior, y ni siquiera se quejó cuando los dientes del lobo se enterraron en su cuello.