Los crisantemos blancos no eran en realidad las flores que a él más le gustaban, pero ya que en esa casa a nadie le importaba su opinión, no le preguntaron si prefería rosas o quizá jazmines. Parecía que él era otro simple adorno de la decoración.
—Wow, jamás me imaginé que tu boda sería así de aburrida— comentó su mejor amigo sentado a un lado de él.
—Me casé hace una hora y ya me quiero divorciar— respondió frustrado mirando desde la lejanía como todos los invitados felicitaban a su ahora esposo.
—No digas eso JiMin, se ve que él es un buen hombre... Al menos no se quejó después de...
—¿De qué Taehyung?— lo miró mal.
—De saber sobre tu... problema.
JiMin suspiró profundamente, era verdad.
Hacía tan solo dos meses que conocía al hombre con el que ahora se encontraba casado, su familia decidió que era un buen candidato, aunque claro que el interés por el apellido sin duda tuvo algo que ver.
Ellos dos nunca tuvieron citas, nunca se hablaron más que cuando los presentaron. Parecía que su esposo era un hombre bastante serio y reservado, pero Taehyung tenía razón, al menos no había huido como todos los demás Alfas que conoció antes.
Ni siquiera los empleados fueron capaces de estar cerca de él, por eso sus padres decidieron contratar únicamente Betas para trabajar en la casa y fue enviado a una escuela especial donde él era prácticamente el único Omega entre una gran multitud de Betas.
¿La razón? Pues JiMin era diferente a todos los demás.
En su mayoría, los cambiaformas tenían signos que les indicaban su rango desde el momento en que nacían, pero no era hasta su primer celo que lograban transformarse. Los Alfas poseían siempre el color de cabello azabache y ojos grises, además tenían una pequeña mancha en forma de media luna hubicada en el cuello, desde pequeños eran conocidos por tener los sentidos demasiado desarrollados, además de poseer una gran fuerza y gran velocidad, especialmente los Alfas de mejor linaje.
Los Betas por su parte, siempre nacían con los ojos de un tono anaranjado oscuro y el cabello castaño. Era sabido que ellos difícilmente podían percibir los aromas únicos de Alfas y Omegas, pero ellos tenían la habilidad de sentirlos. Cuando se acercaba un Omega, sentían como su piel se erizaba, mientras que en el caso de los Alfas, los recorría un escalofrío.
Y por último, estaban los Omegas, seres en su mayoría frágiles que tenían el cabello de color rubio y ojos azules. Ellos eran básicamente un grupo de hombres y mujeres a los que se les veía únicamente como recipientes para traer bebés. Los Omegas eran sumisos por naturaleza, tenían que ser reclamados por un Alfa y permanecer a su lado hasta el día de su muerte. Eran muy pocos los Omegas que habían logrado tener su libertad para vivir como quisieran, pero ellos tuvieron que escapar e integrarse en las ciudades donde habitaban los humanos.
Era difícil escapar siendo de una familia adinerada. Era difícil escapar de unos padres que enviaban a alguien a seguirlo a todas horas. Aunque JiMin se resignó desde que su primer novio salió huyendo de él. En ese momento supo que no podría escapar ni aunque se deshiciera de sus guardaespaldas, porque cualquiera podría encontrarlo así estuviera a un kilómetro de distancia.
JiMin era distinto a otros Omegas, porque su aroma podía cambiar dependiendo su estado de ánimo, pero eso no era lo que provocaba que los Alfas salieran huyendo... Era la intensidad de su olor.
Por alguna razón bastante extraña, el Omega emitía un aroma tan fuerte que en un principio resultaba atractivo para los Alfas, pero tan solo estar a su lado por más de un día los enloquecía y se convertía en algo abrumador e insoportable. Ni siquiera tomando supresores lograba disminuir el aroma, al menos no de la manera en que debería.
JiMin era diferente, no solamente por sus cambios de aroma o la intencidad del mismo, si no que además sus ojos eran de colores diferentes: el derecho era de color azul, mientras que el izquierdo tenía un color gris muy claro. Nadie sabía exactamente la razón de aquello, lo único que podían afirmar, era que no había ningún otro Omega o cambiaforma con aquellos rasgos.
—Oye, lamento haberlo dicho así— habló el castaño rascando su cabeza nervioso cuando no recibió ninguna respuesta por parte de su mejor amigo—, en realidad no es un problema, yo...
—No Tae, es verdad, yo tengo un problema y él lo ha soportado, pero qué pasará cuando nos mudemos juntos... No hemos estado en la misma habitación luego de que nos presentaron, quizá acabará huyendo también.
—Yo creo que sabía muy bien en que se estaba metiendo cuando aceptó casarse contigo, él debe saber qué hacer.
—Eso espero Tae.
Miró a su esposo una vez más y se percató de que él también lo estaba observando, algo que provocó un leve sonrojo en sus mejillas.
Quizá, solo quizá estar casado no sería tan malo.
Dejaré esto aquí y me iré lentamente jajaja
Vuelve Eternal Love ehhh! Ya voy a poner un horario de actualización jajaja
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Eternal Love || KookMin PAUSADA
FanfictionEsta historia es un Omegaverse algo diferente, ya que aunque no lo parezca, habrá mucho suspenso y tendrá varias sorpresas, no es un fanfic 100% de amor y romance... Si te gustan las historias de zombies, estas en el lugar correcto. Sinopsis: Jimi...