Capitulo 14

456 51 8
                                    

No tenía intenciones de regresar a su casa, por más que Nobita le haya prohibido salir, gracias a qué tal vez Willy ya sepa algo, el día de hoy se sentía agobiado en las paredes de su oficina, como si fuera un enorme caja, necesitaba respirar, pensar estar un par de horas solo, se puso una ropa diferente, una máscara y se fue al pueblo, suele hacerlo, mide la opinión popular, sin que se den cuenta de su presencia, la máscara que utilizaba tampoco era tan diferente de su cara pero si parecía otra persona, sobretodo porque utiliza sudadera, que él las odia por verse poco elegantes.

La verdad mirar el pueblo desde otra perspectiva es todavía más frustrante, Karmaland no es un pueblo lindo y agradable, el único lugar decente sería el casino y eso sería por las reglas de Alex, fuera de ahí, cada lugar era un nido de ratas, no por la pobreza el Índice de pobreza en Karmaland se redujo un 95% poblacional, por lo que la mayoría de habitantes era o muy ricos o vivían cómodamente, pero eso no quita que en ese pueblo no fueran una rayas, si te descuidas un segundo, un extranjero perdería la vida sin más, hasta los niños tienen la habilidad de matar.

Se adentró mucho más en las calles y sin pensarlo, llegó al 5% que faltaba, a pesar de la Luz del día aquellas calles se veían oscuras y deprimentes, no había guardias y las construcciones eran deplorables, casi insalubres.

Sonrió con tristeza, había vuelto a su hogar sin pensarlo, caminando por las calles que él mismo abandonó hace años, aquellas sucias calles por las cuales lloró pidiendo algo de pan, donde él y 3 niños más se cuidaban las espalda, donde 4 hermanos solo luchaban por lograr sobrevivir un día más, era patético, ellos eran patéticos, no eran nada, solo unos sacos de carne que contrabajo y existían. Se detuvo en la casa donde nació, "Casa de niños Dios Ebert", en letras grandes y mal pintadas, podía distinguir el deplorable estado de cada ladrillo.

Una pelota llegó hasta su pie y chocó con él, la tomó entre sus largos dedos y la miró detenidamente, al voltear de nuevo la mirada hacia abajo, una niña estaba sucia, su ropa estaba desgastada, y todo su cabello mal cortado, tenía la mirada asustada y temblaba

— señor es mía — dijo con miedo señalando la pelota — puede regresarme la — él le extendió la mano — gracias — sonrió tomándola entre sus dos manos, aquella cara tan pequeñita y llena de turra le recordó la primera vez que vio a Willy, cuando solo era un niño

Miró la entrada de la casa y pasó, muchos niños se morían de hambre, muchos estaban acostados en el piso y agarrando su estómago, otros podían ver deshidratados, lo sabía nada había cambiado, ese lugar seguía siendo igual de miserable.

Una pequeña mano se aferró a su zapato, era un bebé de no más de 3 años, lo tomó entre sus brazos y lo cargó; esa parte de él, nadie la conocía, no hacía falta, no era necesario, menos en un pueblo tan clasista, incluso podría llegar a afectar su opinión pública; pero los niños, eran una de sus debilidades, veía a sus hermanos, veía el pasado y su futuro, porque nunca podrá borrar el peso que sus sombra arrastra.

Se reprocha un poco, una de las principales cosas que pensaba hacer era destruir esa casa y tener a los niños en un lugar más sustentable para vivir, era una promesa, que se la había hecho a él, porque todos los niños tenían derecho a vivir.

— viene a comprar uno — dijo una señora que salió de una de las habitaciones — ese no le costará mucho, aunque yo buscaría uno más sano, si busca solo experimentar

— que — no sabía qué demonios estaba diciendo

— ya sabe, muchos llegan aquí, buscan niños, para sus casas, entiende no, a muchos le gustan los más chicos — Luzu puso un cara de asco y presionó al bebé más fuerte — o quizás solo busca sirvientes, — la mujer se rió — no creo que venga a adoptar, estos no sirven de nada, si no vino a comprar, vaya se, los compradores se apenan con gente como usted — la mujer sacó un cigarro y empezó a fumar

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Sep 11, 2022 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

TratosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora