Capitulo 4

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Se despidieron, sin querer soltar a la otra parte, no era mentira que a los dos les intrigaba la otra persona, Auron lo sabía, Luzu era la persona que quería en su vida, sin incluir algo romántico. El alcalde ponía emoción a su vida, sabía que jugar con él, era jugar con fuego, pero amaba el calor proveniente de aquel fuego.

Baja de aquella montaña, con una sonrisa orgullosa, en su cara, recordando el rostro de su alcalde; lo había sorprendido, lo sorprendió cuando pidió que se quedara, lo sorprendió cuando pidió más de él, Luzu lo sorprendió desde el día que entró en su consultorio, le sorprendió su sonrisa, su voz, su actitud, le sorprendió aquella personalidad tan interesante, tan atrapante, decidió seguir al alcalde, desde que lo besó, el alcalde, lo tenía en sus manos, pero él no iba a hacer la persona que se lo dijera. Le encantaba verlo inseguro de su lealtad. Pero Auron haría cualquier cosa que Luzu le pidiera, porque cualquier cosa que Luzu pida será interesante y emocionante.

"Yo también quiero más de él"

Sus pensamientos pararon al llegar a su casa, suspiro antes de entrar, de solo pensar que aún faltaban cosas por hacer, lo cansaba, la verdad es que hubiera disfrutado seguir teniendo al alcalde entre sus manos, y hacer lo que quisiera con él; definitivamente extendería el castigo de Rubius.

Entró por fin a su casa, tomó algunos papeles que había en la mesa de su casa, los hojeo un poco y pasó a la cocina, donde una taza de café caliente lo esperaba, tomó un pequeño sorbo, se dispuso a viajar a su búnker, donde Brett y Nobita monitorizan las calles de Karmaland.

Nobita notó la presencia de su amo, se paró de su lugar para ir a ayudarlo con el saco. Suspiró cansado, caminó hacia Brett.

- dejaremos de buscar a Mangel - hablo Auron - nuestro alcalde, nos ha quitado ese trabajo - Brett redirigió su trabajo a el club de Karmaland - lograste entrar

- su sistema es muy avanzado, - Brett seguía trabajando - me costará un día entrar y otro descargar toda su base de datos

- una vez que lo tengas listo, haz tres copias, una será para la computadora, otra se la mandas al alcalde y la otro la tendras tu, - Brett asintió

- señor no podremos saber lo que pasa ahí dentro por dos días - Nobita hablo, sentándose en su escritorio y siguiendo con su trabajo.

- Losé - dejó los papeles en los papeles en el escritorio - prepara a los muchachos, - siguió tomando su taza su café - Brett puedes con esto solo - El hombre asintió, sin despegar la mirada de la computadora; Auron llegó a donde él y lo abrazo por atrás - cuánto te llevará, hacerlo solo - lo pego a más a su cuerpo, viendo como el mencionado se sonrojaba de tenerlo tan cerca

- lo mismo si no duermo - seguía, en su trabajo, a Auron le encantaba ponerlo nervioso - Auron - cuando se volteó, sus labios fueron atrapados por el contrario

- Gracias - le dijo cuando se separaron.

Nobita sonreía, desde una esquina, su amo era muchas cosas, una de esas cosas era impredecible, por eso tanto Brett como ella lo amaban, Nobita le había entregado su libertad a Auron y nunca se arrepintió, amaba a Auron y amaba su trabajo.

Brett sentía lo mismo, Auron le ofreció la libertad de hacer lo que le gusta, de ser lo que realmente es, no un simple bibliotecario, él se sentía especial, Auron lo hacía sentir especial y amaba aquel sentimiento, tanto como amaba los besos que a veces le daba; aunque sabe que el psicólogo, ya tiene dueño.

- me estás distrayendo - habló volteando otra vez la cara, recibiendo un beso en la mejilla - a donde irá Nobita - Auron lo soltó

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