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7 años después

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7 años después...

—¡Chae!

La nombrada vió de reojo al chico rubio que corría tras ella hasta poder alcanzarla.

—Yeri me pidió que te entregara esto ayer en el recreo —dijo el rubio entregándole un sobre rosa a su amiga, ambos yendo en la misma dirección—. Creo que es una carta de amor.

—No me interesa, BangChan.

—Le gustas.

—¿Y eso qué?

—Deberías invitarla a salir si ella no se atreve —Sugirió jugando con el sobre—. Yo solo digo, si te gustan las chicas deberías besar una.

Chaeyoung negó expresando su disentimiento.

—Oh vamos, ¿qué harás cuando llegues a la preparatoria? Si se enteran los demás te convertirás en la burla de la escuela.

—¿Ahora eres un experimentado besador?

—No pero ya besé a una chica que no es mi madre —Presumió, golpeando su pecho con orgullo ante la alegría de saber que ya se había hecho hombre. O al menos así eran las cosas para él—. Ya puedes llamarme Sunbae.

—Más bien ella te besó a ti, según me contaste en un principio, y casi te haces en los pantalones de los nervios.

—Lo que cuenta es el resultado. Cuando cumpla quince ya habré besado más chicas que tú.

La niña volvió a negar. Si bien BangChan era su mejor amigo, lo cierto era que había ciertas cosas que por ser chico nunca entendería. Los chicos no transitaban la pubertad del mismo modo que las chicas y ahora que ambos la habían dejado atrás para empezar a vivir la adolescencia las diferencias se hacían más notorias, en sus maneras de pensar por ejemplo.

—¿Qué estás esperando exactamente eh?

Nada realmente, o de eso se quería convencer la chica bajita. La verdad era que su tímido e inexperto corazón solo podía pensar en alguien desde hace años. Podían llamarla ilusa, de hecho BangChan lo hacía a veces para molestarla, pero era asunto suyo si lo era. No volvería a topársela de todos modos.

—Solo no me interesan esas cosas —Concluyó llevando ambas manos detrás de su cabeza.

Al llegar al salón y luego de acomodarse en sus lugares, en los pupitres del fondo, se pusieron a charlar de cosas al azar, como lo mejor y lo peor de las últimas actualizaciones de sus juegos favoritos. Chaeyoung se divertía contradiciéndolo.

Luego de veinte minutos de pura bulla y ruido en el salón, que resonaban aun más que la propia campana de la escuela, la directora y dos maestras se hicieron presente.

—¡Alumnos, muestren respeto y pónganse de pie! —Una de las maestras dijo pero todo siguió igual— Al...

—¡SILENCIO! —La mujer más mayor consiguió asustarlos con su grito. Todos se callaron— Buenos días. No tienen que ponerse de pie, sólo presten atención.

Caries (Michaeng) |Mini Story| ฅDonde viven las historias. Descúbrelo ahora