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Mina trató de enfocarse en otras cosas para no pensar en Chaeyoung aunque fuera bastante difícil pues la más joven siempre terminaba adueñándose de sus pensamientos y últimamente aparecía hasta en sus sueños

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Mina trató de enfocarse en otras cosas para no pensar en Chaeyoung aunque fuera bastante difícil pues la más joven siempre terminaba adueñándose de sus pensamientos y últimamente aparecía hasta en sus sueños.

Una tarde le echó un vistazo a una de las cajas de mudanza y encontró el llavero que le había regalado una puberta Son en aquel episodio en la kermés. El bebé pingüino abrazando la fresa la devolvió a aquellos brillantes y divertidos días de verano y las ganas de llorar se hacían presente. Apretó el llaverito contra su pecho y recordó con una triste sonrisa la mirada michosa de aquella jovencita. Cuánto añoraba los abrazos, sus ronroneos en las mañanas, las dulces y románticas palabras, los mensajes de amor y los chocolates, las lágrimas que ahora se deslizaban por sus mejillas eran la prueba de que mucho, la añoraba muchísimo.

No sería nada fácil olvidarla pero se había propuesto hacerlo.

Afortunadamente, mientras almorzaba, había recibido una llamada para presentarse a un entrevista laboral lo cual logró subirle el ánimo.

Al otro día se alistó temprano y con una carpeta bajo el brazo salió en su auto al lugar donde se llevaría a cabo la entrevista. Como le sobraba tiempo decidió darse una vuelta por una cafetería a desayunar, tomó asiento en la silla de una mesa cerca de la puerta y le tomaron el pedido.

Todo parecía marchar bien hasta que escuchó una risa jocosa inconfundible. Buscó con la mirada por encima de las mesas y entonces vió a dos chicas en la mesa del fondo. La del asiento frontal era una completa extraña pero la que estaba de espaldas con las manos detrás de la cabeza era sin dudas Chaeyoung, era capaz de reconocerla a kilómetros de distancia.

Las mejillas se le sonrosaron y se quedó embobada mirando la espalda de su amada Son hasta que algo hizo click en su cabeza y se dió cuenta de que no podía dejar que la viera. Rápidamente dejó la mesa y le avisó al barista que su pedido sería para llevar.

Con cautela regresó al vehículo desde donde podía ver más o menos a través del ventanal a la menor. El apetito se le había esfumado al verla reír y hablar tan cómodamente con la otra chica que nunca antes había visto. ¿Acaso estaban saliendo? ¿Era su novia? No, era demasiado pronto para... Pero las relaciones en las actualidad eran esporádicas entre los jóvenes. Pero si así fuera significaba que ya se había olvidado de Mina. ¿Cómo? ¿No que la amaba tanto? ¿Que la había esperado por años? ¿Que quería algo serio con ella? Si ya andaba con otra ¿dónde quedaba todo? ¿Le había mentido solo para tener una aventura? ¿Le bastaron solo dos meses para olvidarse definitivamente de ella e irse con otra de su edad?

Se bebió el capuccino caliente de un solo trago y la cara le empezó a arder. Uso la carpeta que traía como abanico y cuando volvió a husmear por el parabrisas el par ya no estaba.

—¿Dónde...?

No hizo falta hacerse la pregunta cuando las vió pasar por su costado arriba de la moto de Chae. Al parecer no la habían visto, tenía polarizadas las ventanas de las puertas después de todo.

Caries (Michaeng) |Mini Story| ฅDonde viven las historias. Descúbrelo ahora