𝙉𝙚𝙠𝙤 𝘾𝙖𝙛𝙚́ [𝙌𝙪𝙖𝙘𝙠𝙞𝙩𝙮 𝙛𝙖𝙣𝙛𝙞𝙘/𝙇𝙪𝙘𝙠𝙞𝙩𝙮]

2.- 𝗚𝗮𝘁𝗼 𝗽𝗼𝗿 𝗹𝗶𝗲𝗯𝗿𝗲

Narrador Omnisciente.

El sonido estridente del teléfono fijo despertó a Quackity con un sobresalto. Hacía apenas unas cuantas horas que había logrado dormir así que volvió a enterrar la cabeza en su almohada mientras maldecia internamente a quien quiera que lo estuviera llamando, esperando que entendiera la indirecta y colgará. El aparato lo tenía en la sala por que por allí solo llamaban para venderle tarifas milagrosas. Cuándo por fin se calló, suspiró aliviado. Parecía que la inercia del sueño volvía a llevárselo cuando una nueva tanda de timbrazos interrumpió nuevamente su descanso.

Entendiendo que el vendedor no se rendiría fácilmente, salió del dormitorio sintiendo mareos a cada paso, como si caminara por la cubierta de un barco. Su primer impulso fue desconectar el aparato y volver a la cama, pero la duda hizo que levantara el teléfono.

- ¡Chiki!,¿Estás ahí? - hacía más de dos años que no escuchaba aquella voz fresca y enérgica, que le hizo perdonar enseguida que llamara a las ocho y media de la mañana.

- Rubius... justo ayer me acordaba de ti. -

- ¿Leiste mi WhatsApp? - Preguntó el mayor emocionado por la coincidencia.

- No... Todavía no. Estaba durmiendo. Bueno, intentaba dormir. ¿Qué pasa? - preguntó alarmado -. ¿Murió alguien

Una risa algo histérica se escuchó del otro lado de la línea reveló que si antiguo compañero de travesuras seguía siendo el mismo.

- Seguro que ha muerto alguien,cada día muere gente. - dijo filosófico. - Pero yo te llamó para darte buenas noticias... Hace unos días me escribió Carre desde un refugio del Atlas. Estuvimos recordando anécdotas de la universidad y poniéndonos al día... Se que he estado muy out últimamente, perdona la desconexión. Ser organizador de eventos se traga todo el tiempo como un agujero negro. - se excusó el rubio escuchando un suspiro en la otra línea.

- Me lo imaginó. - dijo Quackity con clara tristeza. - Tengo muchas ganas de saber como te van las cosas con...

- Irina,se llama Irina. -

Quackity se disponía a disculparse, pero Rubius lo cortó con su voz cantarina.

— ¡Tranquilo! Muy pronto nos veremos todos te lo prometo. —

— Tampoco es como que hubiera podido antes,pase 10 años en Inglaterra y volví recién hace unos meses.La razón da igual ahora,¿Cuál es la buena noticia de todos modos. — preguntó Quackity sin poder ocultar un bostezo.

Realmente esperaba un anuncio del tipo: “Finalmente decidí casarme y quiero que seas mi padrino" o “Irina esta embarazada,¿Lo puedes creer?",pero no.